Mientras que otras harinas, como la de trigo, puede durar meses en buen estado cuidando su buena conservación (entre 4 y 6 meses), la polenta es uno de los productos más desconocidos de mayor longevidad. Su bajo contenido en agua es el factor clave para poder conservarla durante años en buen estado. Solo tendremos que procurar guardarla en un recipiente hermético, en un lugar siempre fresco y seco. Al ser un ingrediente menos utilizado en nuestra gastronomía, puede que encontrar recetas para hacer con ella sea más complicado. Solo tendremos que investigar un poco para darnos cuenta que se pueden hacer infinidad de platos con ella.
Pasos a seguir y consejos sobre cómo almacenar la polenta para que no se ponga mala y aguante mucho más tiempo en tu despensa.
Junto con las lentejas, el arroz y la pasta, la polenta es un alimento básico que debe formar parte de su despensa de supervivencia. Es barata, versátil y fácil de preparar. La mayoría de las polentas tienen una vida útil muy larga si se almacenan en un lugar fresco y seco.
Los principales enemigos de la polenta seca son la humedad, el calor, la luz, el oxígeno y los insectos. Pero si mantenes tu suministro de polenta en un entorno libre de estas variables, debería durar muchos años. Te explico lo que hay que saber para almacenar la polenta a largo plazo.
Polenta común
Puede durar muchos años -incluso décadas- sin ninguna preparación adicional para su almacenamiento. Sin embargo, como la polenta tiene tendencia a absorber el olor y los contaminantes del aire, puede cambiar de color y perder parte de su contenido en nutrientes con el tiempo.
Polenta saborizada
La polenta con sabor a asado, espinacas, remolacha u otras verduras suele durar unos dos años sin necesidad de un almacenamiento especial. Este tipo de polenta puede perder color o nutrientes con el paso del tiempo, pero normalmente sigue siendo segura para su consumo.
Pasos para conservar la polenta
Estos son los pasos a seguir para la conservación de la polenta a largo plazo:
Guarda la polenta en un lugar fresco y seco. La polenta comprada en la tienda suele venir empaquetada en cajas de cartón o en bolsas de celofán. Estos envases están bien si planificas consumir el producto dentro de un año aproximadamente desde su compra y lo estas almacenando en el armario de tu cocina. Sin embargo, la polenta que se expone a la humedad o al calor se degrada con el tiempo y puede ser susceptible de formar moho.
Reembala la polenta en un recipiente hermético. Para el almacenamiento a largo plazo, lo mejor es guardar la polenta en un recipiente hermético sellado al vacío. Los absorbedores de oxígeno pueden ayudar a mantener el ambiente seco adecuado.
Congela la polenta antes de conservarla.
¿Encontraste alguna vez un insecto dentro de un recipiente hermético? ¿Cómo llego hasta ahí? Lo más probable es que las diminutas larvas del insecto estuvieran en la comida cuando la trajiste a casa de la tienda. Una estrategia para evitar este desagradable suceso es congelar la polenta y los cereales durante unos días antes de guardarlos. La congelación mata cualquier huevo o larva que pueda haber llegado a casa con la comida.
Coloca una hoja de laurel dentro del recipiente de la polenta, porque otra forma de mantener a los insectos alejados de la polenta (y de los granos) almacenada es colocar una hoja de laurel dentro del recipiente. Se sabe que las hojas de laurel repelen muchos tipos de insectos de la despensa.
Utiliza baldes de uso alimentario para almacenar grandes cantidades de polenta. Si tenes una familia numerosa, puede que te resulte incómodo guardar la polenta en frascos de vidrio. Acá tenes otra idea. Podes colocar bolsas de Mylar selladas individualmente dentro de un tambucho para alimentos, luego saca los paquetes uno o varios a la vez según los necesites. Un balde cerrado con una tapa de sellado con junta de goma proporciona otra capa de protección contra la luz, el oxígeno y las plagas. Algunos incluso usan bidones PET grandes de agua, o botellas de gaseosas, vacios, limpios y secos.
Rota tu suministro de polenta. Etiqueta la fecha de envasado de la polenta almacenada y coloca nuevos frascos, bolsas o contenedores en la parte posterior de tu estantería. A continuación, rota tus existencias según el orden de entrada y salida.
Cómo saber si la polenta se estropeo
Las fechas de caducidad y de venta que figuran en los envases de la polenta son muy prudentes. Como hemos visto, la polenta puede durar muchos años. Pero, ¿cómo podes saber si la polenta que tenes almacenada aún es apta para el consumo? Las decoloraciones y la pérdida de algunos nutrientes no son inusuales en la polenta que se ha almacenado durante mucho tiempo, pero por lo general sigue siendo segura de consumir. Sin embargo, dejate guiar por tus sentidos. Si el producto tiene una textura inusual o un olor "raro", es mejor no arriesgarse.
Suministros para la conservación de la polenta a largo plazo
Esta es una lista de suministros a tener en cuenta para el almacenamiento de polenta:
Sellador al vacío. Una selladora al vacío funciona eliminando el aire de una bolsa de plástico antes de sellarla con calor. El cierre hermético ayuda a evitar las bacterias, la pérdida de humedad y las quemaduras por congelación. Podrias usar una plancha de pelo incluso.
Bolsas de Mylar. Son excelentes para el almacenamiento de todo tipo de alimentos, incluida la polenta. Reflejan la luz y son flexibles, duraderas, no porosas y resistentes a las perforaciones. Podes utilizarlas solas o colocarlas dentro de tambuchos de uso alimentario.
Absorbedores de oxígeno. Dado que el oxígeno puede contribuir a la degradación de la polenta con el tiempo, los absorbentes de oxígeno son una excelente opción para frascos de conservas. La polenta se almacena bien en frascos de vidrio con tapa.
Baldes para alimentos. Colocar las bolsas de polenta selladas dentro de un balde de calidad alimentaria proporciona un nivel de protección adicional contra los elementos que pueden deteriorar los alimentos con el paso del tiempo. Algunos restaurantes, panaderias y heladerias "regalaban" baldes de calidad alimentaria, vos siempre podes dar una "gentileza" a cambio (licores, puchos, favores sexuales, etc).
Que te diviertas!
Pasos a seguir y consejos sobre cómo almacenar la polenta para que no se ponga mala y aguante mucho más tiempo en tu despensa.
Junto con las lentejas, el arroz y la pasta, la polenta es un alimento básico que debe formar parte de su despensa de supervivencia. Es barata, versátil y fácil de preparar. La mayoría de las polentas tienen una vida útil muy larga si se almacenan en un lugar fresco y seco.
Los principales enemigos de la polenta seca son la humedad, el calor, la luz, el oxígeno y los insectos. Pero si mantenes tu suministro de polenta en un entorno libre de estas variables, debería durar muchos años. Te explico lo que hay que saber para almacenar la polenta a largo plazo.
Polenta común
Puede durar muchos años -incluso décadas- sin ninguna preparación adicional para su almacenamiento. Sin embargo, como la polenta tiene tendencia a absorber el olor y los contaminantes del aire, puede cambiar de color y perder parte de su contenido en nutrientes con el tiempo.
Polenta saborizada
La polenta con sabor a asado, espinacas, remolacha u otras verduras suele durar unos dos años sin necesidad de un almacenamiento especial. Este tipo de polenta puede perder color o nutrientes con el paso del tiempo, pero normalmente sigue siendo segura para su consumo.
Pasos para conservar la polenta
Estos son los pasos a seguir para la conservación de la polenta a largo plazo:
Guarda la polenta en un lugar fresco y seco. La polenta comprada en la tienda suele venir empaquetada en cajas de cartón o en bolsas de celofán. Estos envases están bien si planificas consumir el producto dentro de un año aproximadamente desde su compra y lo estas almacenando en el armario de tu cocina. Sin embargo, la polenta que se expone a la humedad o al calor se degrada con el tiempo y puede ser susceptible de formar moho.
Reembala la polenta en un recipiente hermético. Para el almacenamiento a largo plazo, lo mejor es guardar la polenta en un recipiente hermético sellado al vacío. Los absorbedores de oxígeno pueden ayudar a mantener el ambiente seco adecuado.
Congela la polenta antes de conservarla.
¿Encontraste alguna vez un insecto dentro de un recipiente hermético? ¿Cómo llego hasta ahí? Lo más probable es que las diminutas larvas del insecto estuvieran en la comida cuando la trajiste a casa de la tienda. Una estrategia para evitar este desagradable suceso es congelar la polenta y los cereales durante unos días antes de guardarlos. La congelación mata cualquier huevo o larva que pueda haber llegado a casa con la comida.
Polenta con hongos |
Coloca una hoja de laurel dentro del recipiente de la polenta, porque otra forma de mantener a los insectos alejados de la polenta (y de los granos) almacenada es colocar una hoja de laurel dentro del recipiente. Se sabe que las hojas de laurel repelen muchos tipos de insectos de la despensa.
Utiliza baldes de uso alimentario para almacenar grandes cantidades de polenta. Si tenes una familia numerosa, puede que te resulte incómodo guardar la polenta en frascos de vidrio. Acá tenes otra idea. Podes colocar bolsas de Mylar selladas individualmente dentro de un tambucho para alimentos, luego saca los paquetes uno o varios a la vez según los necesites. Un balde cerrado con una tapa de sellado con junta de goma proporciona otra capa de protección contra la luz, el oxígeno y las plagas. Algunos incluso usan bidones PET grandes de agua, o botellas de gaseosas, vacios, limpios y secos.
Rota tu suministro de polenta. Etiqueta la fecha de envasado de la polenta almacenada y coloca nuevos frascos, bolsas o contenedores en la parte posterior de tu estantería. A continuación, rota tus existencias según el orden de entrada y salida.
Cómo saber si la polenta se estropeo
Las fechas de caducidad y de venta que figuran en los envases de la polenta son muy prudentes. Como hemos visto, la polenta puede durar muchos años. Pero, ¿cómo podes saber si la polenta que tenes almacenada aún es apta para el consumo? Las decoloraciones y la pérdida de algunos nutrientes no son inusuales en la polenta que se ha almacenado durante mucho tiempo, pero por lo general sigue siendo segura de consumir. Sin embargo, dejate guiar por tus sentidos. Si el producto tiene una textura inusual o un olor "raro", es mejor no arriesgarse.
Suministros para la conservación de la polenta a largo plazo
Esta es una lista de suministros a tener en cuenta para el almacenamiento de polenta:
Sellador al vacío. Una selladora al vacío funciona eliminando el aire de una bolsa de plástico antes de sellarla con calor. El cierre hermético ayuda a evitar las bacterias, la pérdida de humedad y las quemaduras por congelación. Podrias usar una plancha de pelo incluso.
Bolsas de Mylar. Son excelentes para el almacenamiento de todo tipo de alimentos, incluida la polenta. Reflejan la luz y son flexibles, duraderas, no porosas y resistentes a las perforaciones. Podes utilizarlas solas o colocarlas dentro de tambuchos de uso alimentario.
Absorbedores de oxígeno. Dado que el oxígeno puede contribuir a la degradación de la polenta con el tiempo, los absorbentes de oxígeno son una excelente opción para frascos de conservas. La polenta se almacena bien en frascos de vidrio con tapa.
Baldes para alimentos. Colocar las bolsas de polenta selladas dentro de un balde de calidad alimentaria proporciona un nivel de protección adicional contra los elementos que pueden deteriorar los alimentos con el paso del tiempo. Algunos restaurantes, panaderias y heladerias "regalaban" baldes de calidad alimentaria, vos siempre podes dar una "gentileza" a cambio (licores, puchos, favores sexuales, etc).
Que te diviertas!
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