01 septiembre 2022

Leyes Fundamentales de la Estupidez Humana (o por qué cuesta tanto eliminar el Comportamiento Irracional)

Empieza cada día diciéndote: Hoy me encontraré con interferencias, ingratitud, insolencia, deslealtad, mala voluntad y egoísmo, todo ello debido a la ignorancia de los ofendedores, que no distinguen el bien del mal. Pero yo he visto la belleza del bien y la fealdad del mal, y reconozco que el malhechor tiene una naturaleza semejante a la mía, no la misma sangre pero sí la misma mente. Por eso, no puede herirme.
Marco Aurelio.
En 1976, el profesor de historia de la economía de la Universidad de California Carlo Maria Cipolla lanzó un ensayo que reduce todos los problemas de cualquier tipo de sociedad a un solo elemento: la estupidez humana.

Según este ensayista, el comportamiento estúpido es peligroso y casi imposible de erradicar debido a su factor imprevisible, se camufla muy bien en cualquier estrato social, y es mutable (una persona inteligente al minuto siguiente puede comportarse de forma estúpida), y a la obsesión de la gente inteligente a sobrestimar el alcance de una acción errática. Como resultado, las personas eficaces tienen un doble objetivo si quieren prevalecer: seguir siendo eficaces y encontrar una forma de evitar caer en los efectos negativos de la estupidez.

Es posible sentirse ofendido ante algunas de las frases y afirmaciones de estas leyes. Una buena forma de tomarse este conocimiento como algo útil y práctico es leerlo como una llamada a darse cuenta de cuando te comportas de forma irracional e improductiva. O seguir ofendido.

La Primera Ley Fundamental:
Siempre e inevitablemente cada uno de nosotros subestima el número de individuos estúpidos que circulan por el mundo.

La Segunda Ley Fundamental:
La probabilidad de que una persona determinada sea estúpida es independiente de cualquier otra característica de la misma persona.

La Tercera Ley Fundamental:
Una persona estúpida es una persona que causa daño a otra o grupo de personas sin obtener, al mismo tiempo, un provecho para sí, o incluso obteniendo un perjuicio.

La Cuarta Ley Fundamental:
Las personas no estúpidas subestiman siempre el potencial nocivo de las personas estúpidas. Los no estúpidos, en especial, olvidan constantemente que en cualquier momento y lugar, y en cualquier circunstancia tratar y/o asociarse con individuos estúpidos se manifiesta infaliblemente como un costosísimo error.

La Quinta Ley Fundamental:
La persona estúpida es el tipo de persona más peligroso que existe. El estúpido es más peligroso que el malvado.


Categorías Fundamentales de Personas
Los Incautos: Podemos recordar ocasiones en que un individuo realizó una acción (es decisivo que sea él quién la inicie), cuyo resultado fue una pérdida para él y una ganancia para nosotros: habíamos entrado en contacto con un incauto.

Los Inteligentes:
Igualmente nos vienen a la memoria ocasiones en que un individuo realizó una acción de la que ambas partes obtuvimos provecho: se trataba de una persona inteligente. Una persona inteligente puede alguna vez comportarse como una incauta, como puede también alguna vez adoptar una actitud malvada. Pero, puesto que la persona en cuestión es fundamentalmente inteligente, la mayor parte de sus acciones tendrán la característica de la inteligencia. En determinadas circunstancias una persona actúa inteligentemente, y en otras circunstancias esta misma persona puede comportarse como una incauta. La única excepción importante a la regla la representan las personas estúpidas que, normalmente, muestran la máxima tendencia a una total coherencia en cualquier campo de actuación.

Los Malvados: Todos nosotros recordamos ocasiones en que, desgraciadamente, estuvimos relacionados con un individuo que consiguió una ganancia causándonos perjuicio a nosotros: nos encontramos frente a un malvado. Existen diversos tipos de malvados; el malvado perfecto es aquél que con sus acciones causa a otro pérdidas equivalentes a sus ganancias. Otro tipo de malvados son aquellos que obtienen para sí ganancias mayores que las pérdidas que ocasionan en los demás, esos son deshonestos y con un grado elevado de inteligencia, pero la mayoría de los malvados son individuos cuyas acciones les proporcionan beneficios inferiores a las pérdidas ocasionadas a los demás. Este individuo se situará muy cerca del límite de la estupidez pura.
Referencias:
Allegro ma non troppo, Carlo M. Cipolla, Ed. Grijalbo Monadori
The natural history of stupidity, Paul Tabori.

Que te diviertas!

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