Los morrones (o pimientos) pueden consumirse cocidos, en ensaladas, rellenos, asados, y por supuesto como condimiento, el pimentón.
- Para cultivarlos conviene hacerlo a la salidad del invierno o comienzos del verano ya que el frío puede complicarlos. Pero pensando en macetas, estos recipientes ofrecen la alternativa de trasladarlos al interior por la noche y evitar los descensos bruscos de temperatura de esas horas.
- Se los puede cultivar desde plantines o bien optar hacerlo desde su semilla, que se pueden obtener desde el interior mismo de un morron. Primero, se aconseja dejarlas secar algunos días, y antes de que estén listas para plantarse.
- Al momento de ubicar finalmente las semillas en un almaciguero se recomienda cubrirlas con una tierra enriquecida con materia orgánica. Una vez que las semillas germinan, hay que recurrir al siguiente paso que implica transplantar los plantines a otro contenedor más grande, de unos 30 centímetros, aproximadamente.
- Respecto a las condiciones del clima prefieren zonas soleadas, por eso se aconseja ubicar la maceta en un sitio donde consigan un mínimo de seis horas diarias de sol.
- Respecto del sustrato, deberá contener materia orgánica, y un buen drenaje.
- Una vez que las plantas alcancen los 20 centímetros de altura, se recomienda colocar cañas a modo de soporte, para atar los tallos con frutos a ellas, y así ayudar a la planta a cargar su peso.
- Otro tema importante es el riego, ya que son plantas que necesitan bastante humedad. Un truco que podes implementar es acolchar la tierra con paja o ubicar piedras en la tierra, para retener la humedad.
- La cosecha comienza 12 a 14 semanas después del transplante. Los morrones se pueden recolectar todavía verdes. Para hacerlo, utilizar un cuchillo y realizar un corte limpio para evitar daños en los tallos, dejando alrededor de 2 ó 3 centímetros de tallo.
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