Hoy se cumplen 40 años del ataque al HMS Invincible
El Invincible era uno de los tres portaaviones que Gran Bretaña desplegó durante la guerra de Malvinas, junto al Hermes y al carguero reconvertido Atlantic Conveyor. Los Harriers y Sea Harriers que operaban desde el Invincible eran de las principales amenazas para las fuerzas argentinas en el conflicto. Desde que la Royal Navy apareció frente a las islas los portaaviones fueron un objetivo principal para la Fuerza Aérea y la Armada, por lo que su inteligencia se abocó a encontrar su posición para poder atacarlos. Mediante el acceso a la información de satélites rusos, se determinó una ubicación aproximada del barco y se planificó una operación para el 29 de mayo, que debió ser pospuesta por mala meteorología.
El 30 de mayo finalmente se procede con el ataque: una escuadrilla de cuatro A-4C Skyhawk de la FAA y una sección de dos Super Éténdard de la Aviación Naval despegaron desde sus bases en San Julian y Río Grande. Los A-4 portaban tres bombas de 250 kilos con espoletas modificadas para atacar barcos, mientas que los SUE llevaban el último misil Exocet que la Armada tenía disponible. Los seis aviones reabastecen combustible de dos KC-130 Hércules al sur de las islas y luego descienden al ras del mar para proceder al objetivo con rumbo norte.
Los aviones de la Armada son los primeros en detectar el barco con sus radares. Disparan el misil y viran de vuelta a su base. Los Skyhawk siguen la estela del misil hasta que divisan una columna de humo en el horizonte. Poco después la silueta del Invincible aparece sobre el agua y empiezan a recibir fuego antiaéreo. Dos de los A-4 son derribados por misiles pero los dos restantes continúan con en ataque. El entonces alférez Gerardo Isaac recuerda ver claramente la superestructura del barco, montada a la derecha para hacer espacio para la cubierta de vuelo, que estaba llena de humo.
Los Skyhawk consiguen llegar hasta el portaaviones, lanzan sus bombas e inmediatamente maniobran para evitar el fuego de misiles, cañones y ametralladoras. Por un momento ambos pilotos piensan que son los únicos sobrevivientes, pero poco después vuelven a divisarse y se forman para retornar a San Julián.
Al día de hoy este ataque es un hecho polémico. Al no poder hacerse un reconocimiento del barco tras el ataque el bando argentino aún no tiene la certeza de la magnitud de los daños ocasionados, pero los pilotos que formaron parte de la operación no tienen dudas de haber alcanzado al Invincible. Los británicos por su parte niegan que tal hecho haya sucedido, diciendo que el Exocet fue derribado por el HMS Exeter y que el barco atacado (sin éxito) fue la fragata Avenger.
El Invincible era uno de los tres portaaviones que Gran Bretaña desplegó durante la guerra de Malvinas, junto al Hermes y al carguero reconvertido Atlantic Conveyor. Los Harriers y Sea Harriers que operaban desde el Invincible eran de las principales amenazas para las fuerzas argentinas en el conflicto. Desde que la Royal Navy apareció frente a las islas los portaaviones fueron un objetivo principal para la Fuerza Aérea y la Armada, por lo que su inteligencia se abocó a encontrar su posición para poder atacarlos. Mediante el acceso a la información de satélites rusos, se determinó una ubicación aproximada del barco y se planificó una operación para el 29 de mayo, que debió ser pospuesta por mala meteorología.
El 30 de mayo finalmente se procede con el ataque: una escuadrilla de cuatro A-4C Skyhawk de la FAA y una sección de dos Super Éténdard de la Aviación Naval despegaron desde sus bases en San Julian y Río Grande. Los A-4 portaban tres bombas de 250 kilos con espoletas modificadas para atacar barcos, mientas que los SUE llevaban el último misil Exocet que la Armada tenía disponible. Los seis aviones reabastecen combustible de dos KC-130 Hércules al sur de las islas y luego descienden al ras del mar para proceder al objetivo con rumbo norte.
Los aviones de la Armada son los primeros en detectar el barco con sus radares. Disparan el misil y viran de vuelta a su base. Los Skyhawk siguen la estela del misil hasta que divisan una columna de humo en el horizonte. Poco después la silueta del Invincible aparece sobre el agua y empiezan a recibir fuego antiaéreo. Dos de los A-4 son derribados por misiles pero los dos restantes continúan con en ataque. El entonces alférez Gerardo Isaac recuerda ver claramente la superestructura del barco, montada a la derecha para hacer espacio para la cubierta de vuelo, que estaba llena de humo.
Los Skyhawk consiguen llegar hasta el portaaviones, lanzan sus bombas e inmediatamente maniobran para evitar el fuego de misiles, cañones y ametralladoras. Por un momento ambos pilotos piensan que son los únicos sobrevivientes, pero poco después vuelven a divisarse y se forman para retornar a San Julián.
Al día de hoy este ataque es un hecho polémico. Al no poder hacerse un reconocimiento del barco tras el ataque el bando argentino aún no tiene la certeza de la magnitud de los daños ocasionados, pero los pilotos que formaron parte de la operación no tienen dudas de haber alcanzado al Invincible. Los británicos por su parte niegan que tal hecho haya sucedido, diciendo que el Exocet fue derribado por el HMS Exeter y que el barco atacado (sin éxito) fue la fragata Avenger.
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