El alcohol etílico o etanol es uno de los componentes más habituales del botiquín de primeros auxilios casero. En las farmacias se puede adquirir con dos tipos de concentración: de 70º y de 96º.
Ambos son usados como agentes antisépticos (contra microorganismos patógenos en tejidos vivos o superficies inertes).
La principal diferencia entre ambos es el grado de alcohol, pues uno tiene 70 volúmenes y el otro tiene 96; es decir, mientras en una botella del primero por cada 100 ml de producto hay 70 ml de alcohol etílico, en el otro caso habrá 96 ml de alcohol, ambos con poder antiséptico y germinicida.
Es cierto que ambos sirven para desinfectar, y ambos lo hacen mediante los mismos mecanismos (deshidratando a los patógenos y desnaturalizando sus proteínas).
El error común es adquirir alcohol de 96º en la creencia de que, al ser más concentrado, actuará mejor frente a virus y bacterias.
La mayor actividad bactericida la presenta el de 70º, al destruir el 90% de las bacterias de la piel al mantenerse húmeda por más tiempo.
El de 96º solo consigue inactivar el 75% de las bacterias. Ya que es un alcohol más puro y, por lo tanto, se evapora rápido y permanece menos tiempo en la superficie a desinfectar.
Otro error es utilizar para limpiar heridas abiertas, pero, no debería emplearse con este fin, ya que es muy irritante.
Al entrar en contacto con la herida podría coagular las proteínas, facilitando así la supervivencia de algunas bacterias.
El uso del alcohol es para desinfectar la superficie exterior de la piel sana que va a manipular la herida y los utensilios en general.
Que te diviertas!
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