Un borracho que olia a vino por los cuatro costados se sube a un colectivo y se sienta con su roñoso bolso y un diario viejo al lado de un cura.
Saca una petaca con ginebra y se toma toda la que queda. Satisfecho, agarra el diario y se pone a leer. El cura finje que el borracho no existe y disimula su incomodidad. Al rato, el borracho mira al cura y le pregunta:
- Oiga buen hombre! Puede decirme que cosas causan artritis?
El cura, molesto, le responde en tono sarcastico:
- Ciertamente la vida relajada, el andar frecuentando mujeres mundanas, los excesos con el alcohol y todas esas porquerias!
- Dios me libre! -responde el borracho volviendo a su lectura.
El cura, pensando en lo que dijo al pobre infeliz, decide disculparse y le dice en tono comprensivo
- Disculpe usted, no quise ser tan rudo... desde cuando sufre de artritis?
- Yo, nunca la padeci, padre! Solo estaba leyendo en este diario que El Papa la sufre hace unos meses...
Saca una petaca con ginebra y se toma toda la que queda. Satisfecho, agarra el diario y se pone a leer. El cura finje que el borracho no existe y disimula su incomodidad. Al rato, el borracho mira al cura y le pregunta:
- Oiga buen hombre! Puede decirme que cosas causan artritis?
El cura, molesto, le responde en tono sarcastico:
- Ciertamente la vida relajada, el andar frecuentando mujeres mundanas, los excesos con el alcohol y todas esas porquerias!
- Dios me libre! -responde el borracho volviendo a su lectura.
El cura, pensando en lo que dijo al pobre infeliz, decide disculparse y le dice en tono comprensivo
- Disculpe usted, no quise ser tan rudo... desde cuando sufre de artritis?
- Yo, nunca la padeci, padre! Solo estaba leyendo en este diario que El Papa la sufre hace unos meses...
No hay comentarios:
Publicar un comentario