Todo lo que oímos es una opinión, no un hecho. Todo lo que vemos es una perspectiva, no la verdad.Marco Aurelio
05 diciembre 2025
Psiquiatria
Etiquetas:
ciencia,
Cristina cara lavada,
sociedad
04 diciembre 2025
Tips de Viajeros XXX
Cuando viajas, la seguridad es fundamental. Con este pequeño consejo de seguridad para viajes, podes estar un poco mas tranquilo sabiendo que es menos probable que te roben el equipaje asì nomàs.
Asegura tu mochila a otra con un candado y un cable de acero (linga de bicicleta)
Primero, coloca las mochilas juntas, adelante contra atrás (una frente a la otra).
A continuación, toma el cable y enróllalo alrededor de la mochila. No es necesario que rodee completamente las mochilas, solo que las conecte alcanza.
Asegúrate de que el cable pase por las asas o los tiradores de las cremalleras. No lo pases accidentalmente por una correa que se desabroche, ya que alguien podría soltar la hebilla y arrancar el cable.
Las mochilas deben estar conectadas de tal manera que solo se puedan deshacer desbloqueando el candado de combinación.
A continuación, toma ambos extremos del cable (los bucles) en el grillete del candado de combinación y cerra todo
Incluso si deja sus mochilas desatendidas en algún lugar, sería extremadamente incómodo emprender el viaje cargando con dos enormes mochilas unidas entre sí, aunque tampoco te confies de eso.
Que te diviertas!
Asegura tu mochila a otra con un candado y un cable de acero (linga de bicicleta)
Primero, coloca las mochilas juntas, adelante contra atrás (una frente a la otra).
A continuación, toma el cable y enróllalo alrededor de la mochila. No es necesario que rodee completamente las mochilas, solo que las conecte alcanza.
Asegúrate de que el cable pase por las asas o los tiradores de las cremalleras. No lo pases accidentalmente por una correa que se desabroche, ya que alguien podría soltar la hebilla y arrancar el cable.
Las mochilas deben estar conectadas de tal manera que solo se puedan deshacer desbloqueando el candado de combinación.
A continuación, toma ambos extremos del cable (los bucles) en el grillete del candado de combinación y cerra todo
Incluso si deja sus mochilas desatendidas en algún lugar, sería extremadamente incómodo emprender el viaje cargando con dos enormes mochilas unidas entre sí, aunque tampoco te confies de eso.
Que te diviertas!
03 diciembre 2025
DeDigger, un buscador de archivos públicos en Google Drive
En 2022, Google ha comenzado a escanear la nube (https://www.20minutos.es/tecnologia/aplicaciones/google-drive-borrara-estos-archivos-de-tu-cuenta-estas-son-las-razones-4935176/) en busca de archivos que contengan incitación al odio, documentos sexualmente explícitos y archivos peligrosos que perjudiquen a los menores.
Así es el proceso que realiza Google:
Por ese motivo, y aunque nosotros no somos Google, les traemos la herramienta de hoy, que nos permitirá buscar en los archivos públicos de Google Drive.
Buscando en Google Drive
Google Drive no ofrece la opción de buscar archivos públicos, podemos hacerlo con la búsqueda tradicional de Google, con dos puntos para buscar sitios específicos, por ejemplo: site: drive.google.com *.png.
Lo que nos aporta DeDigger (https://www.dedigger.com/), gracias a su creador dedigger (https://twitter.com/dedigger1), es la posibilidad de buscar de forma directa, como si de un buscador se tratase, dentro de los archivos públicos de Google Drive.
A través de dedigger.com, podemos buscar archivos públicos en Google Drive que no están bajo el control de de la plataforma y esta no tiene control sobre la naturaleza, el contenido y la disponibilidad de esos archivos. Por lo que puedes encontrar cualquier cosa si decides usarla.
La plataforma no supervisa los archivos y, por tanto, no se hacen responsables del contenido que contienen. Que el material se pueda encontrar a través de la plataforma, no nos otorga permiso para descargar, copiar o usar este material. Como usuario eres único responsable del uso, copia y / o descarga del material que encuentres usando esta herramienta.
Tomado de: https://derechodelared.com/2022/01/04/dedigger-buscardor-google-drive/
Que te diviertas!
Así es el proceso que realiza Google:
- Primero se escanean los archivos en busca de alguno que incumpla las condiciones (https://derechodelared.wordpress.com/terminos-y-condiciones-aplicaciones/).
- Google recibe una notificación de un posible incumplimiento.
- Se analiza manualmente el contenido.
- En caso de que el contenido sea catalogado como inapropiado, se restringirá el acceso, se eliminarán y se impedirá el acceso a la plataforma al usuario.
Por ese motivo, y aunque nosotros no somos Google, les traemos la herramienta de hoy, que nos permitirá buscar en los archivos públicos de Google Drive.
Buscando en Google Drive
Google Drive no ofrece la opción de buscar archivos públicos, podemos hacerlo con la búsqueda tradicional de Google, con dos puntos para buscar sitios específicos, por ejemplo: site: drive.google.com *.png.
Lo que nos aporta DeDigger (https://www.dedigger.com/), gracias a su creador dedigger (https://twitter.com/dedigger1), es la posibilidad de buscar de forma directa, como si de un buscador se tratase, dentro de los archivos públicos de Google Drive.
A través de dedigger.com, podemos buscar archivos públicos en Google Drive que no están bajo el control de de la plataforma y esta no tiene control sobre la naturaleza, el contenido y la disponibilidad de esos archivos. Por lo que puedes encontrar cualquier cosa si decides usarla.
La plataforma no supervisa los archivos y, por tanto, no se hacen responsables del contenido que contienen. Que el material se pueda encontrar a través de la plataforma, no nos otorga permiso para descargar, copiar o usar este material. Como usuario eres único responsable del uso, copia y / o descarga del material que encuentres usando esta herramienta.
Tomado de: https://derechodelared.com/2022/01/04/dedigger-buscardor-google-drive/
Que te diviertas!
Etiquetas:
Centrux,
cine,
consola,
curiosidades,
informatico,
seguridad,
tics
02 diciembre 2025
Mapamundi
El buen ciudadano es aquel que no puede tolerar en su patria un poder que pretende hacerse superior a las leyes.Marco Tulio Cicerón
Etiquetas:
42,
ciencia,
Cristina cara lavada,
curiosidades,
sociedad,
viajes
01 diciembre 2025
Diciembre
Algunos izquierdistas creen que el mundo comunista funcionaría bien si la "gente buena" estuviera a cargo de él. No se dan cuenta de que, por definición, la gente buena no quiere controlar la vida de los demás.Ludwig von Mises
30 noviembre 2025
29 noviembre 2025
José Salvador Alvarenga, el sobreviviente
Salvador, el náufrago que sobrevivió 438 días a la deriva y ahora afronta la peor acusación de la familia de su compañero de viaje.
Zarpó de un puerto mexicano y apareció en las Islas Marshall. Su acompañante murió en alta mar y su familia le hizo una demanda millonaria ante la Justicia.
La historia de José Salvador Alvarenga conmovió al mundo hace dos años. Este pescador salvadoreño partió una mañana en su lancha desde la costa del Pacífico mexicano y no se supo más de él hasta 13 meses más tarde, cuando apareció en la costa del atolón de Ebon, en las Islas Marshall, en Oceanía.
Fueron 438 días a la deriva en una lancha de siete metros, desde la mañana de noviembre de 2012 en la que el salvadoreño salió a pescar tiburones. Llevaba 15 años entre la bahía de Chocohuital y Costa Azul, trabajando para la cooperativa Camaroneros de la Costa. Partió del puerto Paredón Viejo, cerca de Tonalá, junto con Ezequiel Córdoba, un joven de 24 años. Fue un compañero de último minuto después de que su amigo Ray, con el que pensaba viajar, se ausentara esa mañana.
La historia de José Salvador Alvarenga conmovió al mundo hace dos años. Este pescador salvadoreño partió una mañana en su lancha desde la costa del Pacífico mexicano y no se supo más de él hasta 13 meses más tarde, cuando apareció en la costa del atolón de Ebon, en las Islas Marshall, en Oceanía.
Fueron 438 días a la deriva en una lancha de siete metros, desde la mañana de noviembre de 2012 en la que el salvadoreño salió a pescar tiburones. Llevaba 15 años entre la bahía de Chocohuital y Costa Azul, trabajando para la cooperativa Camaroneros de la Costa. Partió del puerto Paredón Viejo, cerca de Tonalá, junto con Ezequiel Córdoba, un joven de 24 años. Fue un compañero de último minuto después de que su amigo Ray, con el que pensaba viajar, se ausentara esa mañana.
Ambos subieron a una lancha blanca, con comida para ese día y un hielera celeste de casi dos metros de largo para mantener fresca la pesca en el viaje de regreso. Estando en altamar, los vientos del Norte les hicieron perder el rumbo y la frágil lancha pesquera terminó en medio de una tormenta que arruinó el motor y dejó a los dos pescadores a la deriva.
Ambos subsistieron durante semanas bebiendo su propia orina y la sangre de gaviotas y tortugas que lograban atrapar.
En un momento, Ezequiel se descompuso con la carne de un pájaro en mal estado y dejó de comer. Unas semanas después, murió. Antes del final, Salvador le prometió que visitaría a su familia para contarle su historia y entregarle su cuerpo.
Alvarenga conservó el cuerpo en el barco durante días. "Cada mañana le daba los buenos días", asegura. Hasta que en un momento, cuando avanzaba su putrefacción, decidió deshacerse de él y arrojarlo al mar.
Tras más de 13 meses a la deriva en el Pacífico, Salvador, de 37 años, divisó unos árboles en el horizonte. Al acercarse a la costa, su lancha volcó. Nadó hasta la orilla y cayó desmayado. Durmió durante horas hasta que los gritos de dos mujeres en un idioma que no entendía lo despertaron.
Estaba a 10.800 kilómetros de distancia de su puerto de partida.
Cuando las agencias internacionales difundieron la foto del náufrago, en Chocohuital lo reconocieron al instante: "¡Es 'La Chancha'!". Nadie conocía al salvadoreño por su nombre. Había llegado allí junto con su hermano 15 años antes, camino a los Estados Unidos, como tantos de sus compatriotas. Pero le gustó el lugar, la vida de pescador y se afincó.
Ahora, en la gira de presentación del libro Salvador, en el que el periodista Jonathan Franklin cuenta su historia, el náufrago asegura que todavía se siente a la deriva en el asfalto, sueña con estar perdido en el mar y tiene fobia a las aglomeraciones de gente.
La historia tuvo un giro inesperado cuando Salvador visitó a la familia de Ezequiel, tal como se lo había prometido. La madre de su compañero de naufragio no quiso escuchar su versión. Sí lo hizo el resto de su familia, que no le creyó nada y meses después presentó una demanda en la Justicia en la que lo acusan de haberse comido a su compañero de naufragio y exigen una indemnización por un millón de dólares.
Que te diviertas!
Zarpó de un puerto mexicano y apareció en las Islas Marshall. Su acompañante murió en alta mar y su familia le hizo una demanda millonaria ante la Justicia.
La historia de José Salvador Alvarenga conmovió al mundo hace dos años. Este pescador salvadoreño partió una mañana en su lancha desde la costa del Pacífico mexicano y no se supo más de él hasta 13 meses más tarde, cuando apareció en la costa del atolón de Ebon, en las Islas Marshall, en Oceanía.
![]() |
| Salvador Alvarenga, tras su rescate en las Islas Marshall (AFP) |
Fueron 438 días a la deriva en una lancha de siete metros, desde la mañana de noviembre de 2012 en la que el salvadoreño salió a pescar tiburones. Llevaba 15 años entre la bahía de Chocohuital y Costa Azul, trabajando para la cooperativa Camaroneros de la Costa. Partió del puerto Paredón Viejo, cerca de Tonalá, junto con Ezequiel Córdoba, un joven de 24 años. Fue un compañero de último minuto después de que su amigo Ray, con el que pensaba viajar, se ausentara esa mañana.
La historia de José Salvador Alvarenga conmovió al mundo hace dos años. Este pescador salvadoreño partió una mañana en su lancha desde la costa del Pacífico mexicano y no se supo más de él hasta 13 meses más tarde, cuando apareció en la costa del atolón de Ebon, en las Islas Marshall, en Oceanía.
Fueron 438 días a la deriva en una lancha de siete metros, desde la mañana de noviembre de 2012 en la que el salvadoreño salió a pescar tiburones. Llevaba 15 años entre la bahía de Chocohuital y Costa Azul, trabajando para la cooperativa Camaroneros de la Costa. Partió del puerto Paredón Viejo, cerca de Tonalá, junto con Ezequiel Córdoba, un joven de 24 años. Fue un compañero de último minuto después de que su amigo Ray, con el que pensaba viajar, se ausentara esa mañana.
Ambos subieron a una lancha blanca, con comida para ese día y un hielera celeste de casi dos metros de largo para mantener fresca la pesca en el viaje de regreso. Estando en altamar, los vientos del Norte les hicieron perder el rumbo y la frágil lancha pesquera terminó en medio de una tormenta que arruinó el motor y dejó a los dos pescadores a la deriva.
Ambos subsistieron durante semanas bebiendo su propia orina y la sangre de gaviotas y tortugas que lograban atrapar.
En un momento, Ezequiel se descompuso con la carne de un pájaro en mal estado y dejó de comer. Unas semanas después, murió. Antes del final, Salvador le prometió que visitaría a su familia para contarle su historia y entregarle su cuerpo.
Alvarenga conservó el cuerpo en el barco durante días. "Cada mañana le daba los buenos días", asegura. Hasta que en un momento, cuando avanzaba su putrefacción, decidió deshacerse de él y arrojarlo al mar.
Tras más de 13 meses a la deriva en el Pacífico, Salvador, de 37 años, divisó unos árboles en el horizonte. Al acercarse a la costa, su lancha volcó. Nadó hasta la orilla y cayó desmayado. Durmió durante horas hasta que los gritos de dos mujeres en un idioma que no entendía lo despertaron.
Estaba a 10.800 kilómetros de distancia de su puerto de partida.
Cuando las agencias internacionales difundieron la foto del náufrago, en Chocohuital lo reconocieron al instante: "¡Es 'La Chancha'!". Nadie conocía al salvadoreño por su nombre. Había llegado allí junto con su hermano 15 años antes, camino a los Estados Unidos, como tantos de sus compatriotas. Pero le gustó el lugar, la vida de pescador y se afincó.
Ahora, en la gira de presentación del libro Salvador, en el que el periodista Jonathan Franklin cuenta su historia, el náufrago asegura que todavía se siente a la deriva en el asfalto, sueña con estar perdido en el mar y tiene fobia a las aglomeraciones de gente.
La historia tuvo un giro inesperado cuando Salvador visitó a la familia de Ezequiel, tal como se lo había prometido. La madre de su compañero de naufragio no quiso escuchar su versión. Sí lo hizo el resto de su familia, que no le creyó nada y meses después presentó una demanda en la Justicia en la que lo acusan de haberse comido a su compañero de naufragio y exigen una indemnización por un millón de dólares.
![]() |
| Salvador Alvarenga, en el reencuentro con su familia (AP) |
Que te diviertas!
Etiquetas:
42,
curiosidades,
sociedad,
viajes
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)









