Ocúpate de tus propios asuntos. Presta atención únicamente a tus propias preocupaciones y da por sentado que lo que pertenece a los demás es asunto suyo, no tuyo. Si obras así serás impermeable a la coacción y nada te podrá retener. Serás libre y eficaz, pues darás buen uso a tus esfuerzos en vez de malgastarlos criticando u oponiéndote a los demás. Si conoces y prestas atención a tus verdaderas preocupaciones, nada ni nadie te hará actuar contra tu voluntad; los demás no podrán herirte, no te ganarás enemigos ni padecerás ningún mal.Epicteto
Todos los años que comienzan a la temporada tenemos que estar preparados para poner el huerto a punto. Con poner a punto el huerto nos referimos a todo lo que ello conlleva de poda, siembra y abonado, entre otros. Hay algunas tareas como es el abonado que no se conocen muy bien. Cuándo y cómo abonar el huerto puede ser condicionante para que nuestros cultivos salgan en buenas condiciones.
La fertilización o el abonado es el acto de preparar el suelo con una mezcla de sustrato para que sea rico en nutrientes propicios para el cultivo. Es importante saber que un árbol no necesita los mismos abonados que las hortalizas, así como las necesidades de riego son distintas, por eso hay que tener mucho cuidado a la hora de plantearnos qué cultivos sembrar, porque sus necesidades serán distintas.
El compostaje es una tarea muy sencilla que implica mezclar los nutrientes del compost con la tierra fértil que se va a plantar. Es muy importante mezclar bien el fertilizante y brindar la mejor dosis para las características del cultivo. Hay dos tipos de abonados:
Enterrado: Extiende el abono en el suelo para que luego se pueda excavar el suelo para mantenerlo enterrado y mezclado. (Si usas compost sin descomponer, hazlo unos meses antes de plantar). 7-10 litros de compost por metro cuadrado son suficientes. Si se trata de un abono fuerte como el estiércol de pollo, se recomienda reducir 1-3 litros por metro cuadrado.
En superficie: rocía abono en la superficie de la tierra, y la naturaleza misma (agua de lluvia) traerá nutrientes a las raíces. Este tipo de abono, también llamado mantillo, es muy eficaz en los bosques. No se recomienda para suelos arenosos, ni se recomienda el uso de fertilizantes derivados de aves porque cambiarán el pH del suelo y acidificarán el suelo.
La preparación o reciclaje de sustratos viejos siempre debe incluir grandes cantidades de compost para reemplazar los nutrientes consumidos por cultivos anteriores. En este punto, es bueno usar compost, estiércol o vermicompost, sobre todo en macetas que se han compactado mucho. Lo primero que se hace retirar la capa superior del sustrato (vaciarla parcialmente para poder hacer lo mismo con el sustrato inferior) para que, al final, se descomprima y afloje todo el sustrato.
Después, se agrega el abono al tercio superior de la maceta y se remueve un poco para mezclarlo con el sustrato. Cuando comiences a cultivar, las raíces de las plantas comenzarán a crecer en la zona, y cuando lleguen a la parte inferior, el propio compost comenzará a filtrarse hacia la parte inferior, donde también se pueden encontrar.
El fertilizante es el alimento de las plantas, es el que realmente hace que las plantas crezcan, florezcan y enriquezcan sus frutos; el poder de hacerlas más saludables es una dieta sana y equilibrada. Cuando aparecen las plagas, las plantas con una nutrición adecuada siempre son más fuertes y, a menudo, nos olvidamos de ellas.
Que te diviertas!
La fertilización o el abonado es el acto de preparar el suelo con una mezcla de sustrato para que sea rico en nutrientes propicios para el cultivo. Es importante saber que un árbol no necesita los mismos abonados que las hortalizas, así como las necesidades de riego son distintas, por eso hay que tener mucho cuidado a la hora de plantearnos qué cultivos sembrar, porque sus necesidades serán distintas.
El compostaje es una tarea muy sencilla que implica mezclar los nutrientes del compost con la tierra fértil que se va a plantar. Es muy importante mezclar bien el fertilizante y brindar la mejor dosis para las características del cultivo. Hay dos tipos de abonados:
Enterrado: Extiende el abono en el suelo para que luego se pueda excavar el suelo para mantenerlo enterrado y mezclado. (Si usas compost sin descomponer, hazlo unos meses antes de plantar). 7-10 litros de compost por metro cuadrado son suficientes. Si se trata de un abono fuerte como el estiércol de pollo, se recomienda reducir 1-3 litros por metro cuadrado.
En superficie: rocía abono en la superficie de la tierra, y la naturaleza misma (agua de lluvia) traerá nutrientes a las raíces. Este tipo de abono, también llamado mantillo, es muy eficaz en los bosques. No se recomienda para suelos arenosos, ni se recomienda el uso de fertilizantes derivados de aves porque cambiarán el pH del suelo y acidificarán el suelo.
La preparación o reciclaje de sustratos viejos siempre debe incluir grandes cantidades de compost para reemplazar los nutrientes consumidos por cultivos anteriores. En este punto, es bueno usar compost, estiércol o vermicompost, sobre todo en macetas que se han compactado mucho. Lo primero que se hace retirar la capa superior del sustrato (vaciarla parcialmente para poder hacer lo mismo con el sustrato inferior) para que, al final, se descomprima y afloje todo el sustrato.
Después, se agrega el abono al tercio superior de la maceta y se remueve un poco para mezclarlo con el sustrato. Cuando comiences a cultivar, las raíces de las plantas comenzarán a crecer en la zona, y cuando lleguen a la parte inferior, el propio compost comenzará a filtrarse hacia la parte inferior, donde también se pueden encontrar.
El fertilizante es el alimento de las plantas, es el que realmente hace que las plantas crezcan, florezcan y enriquezcan sus frutos; el poder de hacerlas más saludables es una dieta sana y equilibrada. Cuando aparecen las plagas, las plantas con una nutrición adecuada siempre son más fuertes y, a menudo, nos olvidamos de ellas.
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