19 septiembre 2020

Comparativa

La equivalencia falsa es una falacia lógica que describe una situación donde hay una equivalencia aparentemente lógica, pero en realidad no hay ninguna. Otro clásico muy repetido.
La forma común de llevar a cabo esta falacia es aferrándose a un rasgo común entre dos temas y asumir que existe una equivalencia entre ambos. Es el resultado de tomar un rasgo común que puede ser fortuito o anecdótico y asumir que por ello ambos objetos o temas son necesariamente equivalentes, lo que implica ignorar selectivamente otros rasgos que no son comunes, su validez es débil o nula, así mismo, incurren en la descalificación o el engaño.
El patrón de esta falacia es así: "Si A tiene la propiedad C y D, y B tiene la propiedad D y E, entonces A y B son equivalentes ya que ambas contienen la propiedad D."
Todo en uno: generalización apresurada, asunción de que una cosa excluye a la otra de forma sistemática y establecimiento de una analogía sin correlación.

La falsa equivalencia se usa comúnmente en la política, en la que un político acusa a su oposición de haber cometido actos equivalentes.​ La falacia de la falsa equivalencia no debe ser confundida con la falacia del "falso equilibrio" (también conocida como "falsa balanza") donde se presenta un problema desde puntos de vista opuestos otorgándole la misma credibilidad a ambas sin tener en cuenta la evidencia detrás de cada postura.

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