¿Sientes que tu móvil vibra y no lo hace? Tu cerebro funciona bien
La mayoría de nosotros experimentamos falsas alarmas con los teléfonos. Esto sucede, como explica el psicólogo Tom Stafford, porque es una parte común, inevitable y muy sana, de la función cerebral.
Detectar vibraciones fantasmas del teléfono es una experiencia extrañamente común. Alrededor del 80% de usuarios ha sentido cómo el móvil vibraba dentro del bolsillo para luego descubrir que ni se había movido. Lo mismo ocurre con el sonido, un 30% de usuarios reconoce haber escuchado el sonido de la llamada. ¿Son estas alucinaciones signos incipientes de locura causado por la cultura digital?
Según el profesor de Psicología y Ciencias Cognitivas del departamento de Psicología de la Universidad de Sheffield, Reino Unido y autor del best seller, “Mind Hacks”, Tom Stafford, estas sensaciones ilustran un principio fundamental en psicología.
Los psicólogos utilizan un concepto llamado teoría de detección de señal para explicar el problema de los juicios perceptivos, (sentir vibraciones inexistentes o una falsa alarma). Para Stafford, esta teoría explica por qué son una parte común e inevitable de la función mental.
“Cuando el móvil está en el bolsillo, el mundo está en uno de los dos estados posibles: el teléfono está sonando o no. Por lo que la mente también tiene esos dos posibles estados: el juicio de que el teléfono está sonando, o el juicio de que no lo está”, dice el psicólogo.
Pero hay otras dos combinaciones posibles. “Podría darse un desajuste por el que se asocia las verdaderas vibraciones con "no está sonando" (una perdida), o la ausencia de vibraciones, con "está sonando" (una "falsa alarma"). Este segundo tipo de desajuste es lo que pasa cuando te imaginas una vibración fantasma del teléfono”.
En estado ‘inconsciente’ de alerta
La teoría de detección de señales dice que hay dos maneras de cambiar la tasa de desajustes. La mejor manera es alterar la sensibilidad a lo que está tratando de detectar. Poner una vibración más fuerte, o tal vez colocar el teléfono junto a la parte más sensible del cuerpo. La segunda opción es cambiar la preferencia de los que son más o menos propensos a la conclusión de que "está sonando", independientemente de que realmente lo esté.
Estas dos características del sistema de percepción - sensibilidad y preferencia - están siempre presentes y son independientes entre sí. “Cuanto más sensible es un sistema mejor, porque estará más capacitado para discriminar entre estados reales del mundo. El nivel apropiado de "preferencia" depende de los costes y beneficios relativos derivados de las diferentes concordancias y discordancias”, explica en términos generales Stafford.
¿Qué quiere decir todo esto aplicado al teléfono? “Podemos suponer que a la gente le gusta saber cuando suena su teléfono y que la mayoría odia perder una llamada. Esto significa que sus sistemas de percepción han ajustado sus preferencias hasta unos niveles que hacen que perder una llamada sea muy poco probable”, dice el psicólogo. Para el especialista, el inevitable ‘coste’ de esto es el aumento en la probabilidad de falsas alarmas - vibraciones fantasma del teléfono. El mismo estudio que afirma que un 80% de la población sufre vibraciones fantasmas, también encontró que este tipo de discordancias son particularmente comunes entre personas que han alcanzado las máximas en un test de personalidad como buscadores de novedades.
“Toda percepción se compone de información desde el mundo y las preferencias con las que nosotros la vamos modificando partiendo de nuestra experiencia”, concluye Stafford. “Sentir una vibración fantasma no es un tipo de alucinación patológica. Simplemente refleja nuestro casi perfecto sistema perceptivo tratando de hacerlo lo mejor posible en un mundo incierto y ruidoso”.
La mayoría de nosotros experimentamos falsas alarmas con los teléfonos. Esto sucede, como explica el psicólogo Tom Stafford, porque es una parte común, inevitable y muy sana, de la función cerebral.
Detectar vibraciones fantasmas del teléfono es una experiencia extrañamente común. Alrededor del 80% de usuarios ha sentido cómo el móvil vibraba dentro del bolsillo para luego descubrir que ni se había movido. Lo mismo ocurre con el sonido, un 30% de usuarios reconoce haber escuchado el sonido de la llamada. ¿Son estas alucinaciones signos incipientes de locura causado por la cultura digital?
Según el profesor de Psicología y Ciencias Cognitivas del departamento de Psicología de la Universidad de Sheffield, Reino Unido y autor del best seller, “Mind Hacks”, Tom Stafford, estas sensaciones ilustran un principio fundamental en psicología.
Los psicólogos utilizan un concepto llamado teoría de detección de señal para explicar el problema de los juicios perceptivos, (sentir vibraciones inexistentes o una falsa alarma). Para Stafford, esta teoría explica por qué son una parte común e inevitable de la función mental.
“Cuando el móvil está en el bolsillo, el mundo está en uno de los dos estados posibles: el teléfono está sonando o no. Por lo que la mente también tiene esos dos posibles estados: el juicio de que el teléfono está sonando, o el juicio de que no lo está”, dice el psicólogo.
Pero hay otras dos combinaciones posibles. “Podría darse un desajuste por el que se asocia las verdaderas vibraciones con "no está sonando" (una perdida), o la ausencia de vibraciones, con "está sonando" (una "falsa alarma"). Este segundo tipo de desajuste es lo que pasa cuando te imaginas una vibración fantasma del teléfono”.
En estado ‘inconsciente’ de alerta
La teoría de detección de señales dice que hay dos maneras de cambiar la tasa de desajustes. La mejor manera es alterar la sensibilidad a lo que está tratando de detectar. Poner una vibración más fuerte, o tal vez colocar el teléfono junto a la parte más sensible del cuerpo. La segunda opción es cambiar la preferencia de los que son más o menos propensos a la conclusión de que "está sonando", independientemente de que realmente lo esté.
Estas dos características del sistema de percepción - sensibilidad y preferencia - están siempre presentes y son independientes entre sí. “Cuanto más sensible es un sistema mejor, porque estará más capacitado para discriminar entre estados reales del mundo. El nivel apropiado de "preferencia" depende de los costes y beneficios relativos derivados de las diferentes concordancias y discordancias”, explica en términos generales Stafford.
¿Qué quiere decir todo esto aplicado al teléfono? “Podemos suponer que a la gente le gusta saber cuando suena su teléfono y que la mayoría odia perder una llamada. Esto significa que sus sistemas de percepción han ajustado sus preferencias hasta unos niveles que hacen que perder una llamada sea muy poco probable”, dice el psicólogo. Para el especialista, el inevitable ‘coste’ de esto es el aumento en la probabilidad de falsas alarmas - vibraciones fantasma del teléfono. El mismo estudio que afirma que un 80% de la población sufre vibraciones fantasmas, también encontró que este tipo de discordancias son particularmente comunes entre personas que han alcanzado las máximas en un test de personalidad como buscadores de novedades.
“Toda percepción se compone de información desde el mundo y las preferencias con las que nosotros la vamos modificando partiendo de nuestra experiencia”, concluye Stafford. “Sentir una vibración fantasma no es un tipo de alucinación patológica. Simplemente refleja nuestro casi perfecto sistema perceptivo tratando de hacerlo lo mejor posible en un mundo incierto y ruidoso”.
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