29 abril 2020

Muertes ridículas, Hans Staininger

Staininger era el burgomaestre -algo parecido a un alcalde- de la ciudad de Braunau am Inn. Allí vivía todo lo tranquilo que el siglo XVI permitía a las personas que vivían en las ciudades alemanas. Él, tenía una cualidad de la que presumía habitualmente: una barba tan larga que le llegaba al suelo. Este hombre, ya en avanzada edad, iba a encontrar su muerte por culpa de su amada barba.
Hans Steininger
En la ciudad hubo un terrible incendio, algo tristemente normal en toda la historia de la humanidad. Él tuvo que huir de ésta por miedo evidentemente a espicharla. Cuando corría por su vida, pisó su barba y murió al partirse el cuello.

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