Violencia, hacinamiento y enfermedades “modernas”: así era la vida en las primeras ciudades humanas
Es la conclusión de un equipo de científicos que estudió durante 25 años una de las primeras comunidades agrícolas, en Turquía.
El estrés, el hacinamiento y la violencia son comúnmente identificados como males de la vida moderna; el efecto nocivo de las grandes urbes. Sin embargo, un estudio científico encontró que lo que hoy nos aqueja, viene afectando a la humanidad desde los comienzos de la civilización.
Hace unos 9.000 años la población de Çatalhöyük, una de las primeras grandes comunidades agrícolas del mundo, en la moderna Turquía, ya padeció todos estos problemas, según una investigación publicada esta semana.
En un artículo en la revista Proceedings of the National Academy of Scientes (PNAS), un equipo de arqueólogos, biólogos, historiadores y antropólogos que trabajó durante más de 25 años en ese sitio, unos 305 kilómetros al sur de Ankara, aplicó técnicas forenses para descubrir la vida y las tribulaciones de esa comunidad que, en su cenit, albergó a entre 3.500 y 8.000 personas.
El estudio de los restos humanos y los artefactos arqueológicos recogidos indica que la comunidad experimentó el hacinamiento propicio para el desarrollo de enfermedades infecciosas, violencia y los problemas ambientales tan conocidos en las ciudades modernas.
"Çatalhöyük fue una de las primeras comunidades protourbanas del mundo, y los residentes experimentaron lo que ocurre cuando uno pone mucha gente junta en un área pequeña durante un período prolongado", dijo Clar Spencer Larsen, profesor de antropología de la Universidad estatal de Ohio, y director del estudio.
La transición de una dieta sustentada exclusivamente en plantas silvestres y animales a una dependiente del cultivo de plantas y la cría de animales domésticos, que comenzó entre 10.000 y 11.000 años atrás en el sudoeste de Asia, "puso en marcha una serie de profundos cambios en la salud, el estilo de vida, la sociedad y la economía que afectaron a las poblaciones humanas", indicó el artículo.
Las excavaciones en Çatalhöyük comenzaron en 1958 y el sitio cubre unas 13 hectáreas con casi 21 metros de depósitos que dan testimonio de 1.150 años de ocupación conjunta. Los científicos calculan que esa ocupación ocurrió entre 7.000 y 5.959 antes de Cristo (a.C.).
El asentamiento comenzó como una comunidad pequeña con unas pocas casas construidas con ladrillos de barro y alcanzó su apogeo entre 6.700 y 6.500 a.C., después de los cual comenzó una disminución rápida de la población hasta que el sitio fue abandonado hacia el 5950 a.C.
"Tan pronto como se establecieron los habitantes empezaron a cultivar alimentos y a mantener animales domésticos, pero debieron intensificar sus esfuerzos a medida que la población aumentó", explicó Larsen.
El cambio de una dieta que incluía plantas silvestres al consumo intenso de cereales hizo que pronto los residentes de Çatalhöyük empezaran a perder las piezas dentales, una señal de las llamadas "enfermedades de la civilización".
La investigación muestra que aproximadamente del 10 % al 13 % de los dientes de los adultos hallados en el sitio muestran señales de caries dentales.
Los cambios en la forma de los huesos de las piernas indican que los residentes en los últimos tiempos de Çatalhöyük caminaban mucho más que sus predecesores y esto sugiere que tenían que cubrir distancias mayores hasta los cultivos y lugares de pastoreo debido al crecimiento de la comunidad.
Al menos 25 cráneos en una muestra de 93 estudiados presentaban muestras de fracturas, y más de la mitad de ellos corresponden a mujeres.
"La forma de las lesiones indican que las fracturas se deben a golpes con objetos redondeados en lo alto de la cabeza o detrás", señala el artículo, que agrega que el incremento de las lesiones craneales coincide con el período de mayor densidad de población.
"Puede argumentarse que el hacinamiento condujo al estrés y un aumento del conflicto dentro de la comunidad", comentó Larsen.
Las conclusiones muestran asimismo que los residentes de la ciudad sufrieron altas tasas de infección probablemente como resultado del hacinamiento y las escasas medidas de higiene pública.
"El estudio de la biología humana en Çatalhöyük revela los costos crecientes para los miembros del asentamiento, incluida una mayor exposición a las enfermedades y las demandas de trabajo y el aumento en el tamaño y la densidad de población espoleada por la elevada fertilidad", añadió el estudio.
Es la conclusión de un equipo de científicos que estudió durante 25 años una de las primeras comunidades agrícolas, en Turquía.
Excavaciones en una serie de edificios neolíticos en Catalhoyuk. Foto: Scott Haddow |
Hace unos 9.000 años la población de Çatalhöyük, una de las primeras grandes comunidades agrícolas del mundo, en la moderna Turquía, ya padeció todos estos problemas, según una investigación publicada esta semana.
En un artículo en la revista Proceedings of the National Academy of Scientes (PNAS), un equipo de arqueólogos, biólogos, historiadores y antropólogos que trabajó durante más de 25 años en ese sitio, unos 305 kilómetros al sur de Ankara, aplicó técnicas forenses para descubrir la vida y las tribulaciones de esa comunidad que, en su cenit, albergó a entre 3.500 y 8.000 personas.
El estudio de los restos humanos y los artefactos arqueológicos recogidos indica que la comunidad experimentó el hacinamiento propicio para el desarrollo de enfermedades infecciosas, violencia y los problemas ambientales tan conocidos en las ciudades modernas.
"Çatalhöyük fue una de las primeras comunidades protourbanas del mundo, y los residentes experimentaron lo que ocurre cuando uno pone mucha gente junta en un área pequeña durante un período prolongado", dijo Clar Spencer Larsen, profesor de antropología de la Universidad estatal de Ohio, y director del estudio.
La transición de una dieta sustentada exclusivamente en plantas silvestres y animales a una dependiente del cultivo de plantas y la cría de animales domésticos, que comenzó entre 10.000 y 11.000 años atrás en el sudoeste de Asia, "puso en marcha una serie de profundos cambios en la salud, el estilo de vida, la sociedad y la economía que afectaron a las poblaciones humanas", indicó el artículo.
Las excavaciones en Çatalhöyük comenzaron en 1958 y el sitio cubre unas 13 hectáreas con casi 21 metros de depósitos que dan testimonio de 1.150 años de ocupación conjunta. Los científicos calculan que esa ocupación ocurrió entre 7.000 y 5.959 antes de Cristo (a.C.).
Excavaciones en una serie de edificios neolíticos en Catalhoyuk. Foto: Scott Haddow |
"Tan pronto como se establecieron los habitantes empezaron a cultivar alimentos y a mantener animales domésticos, pero debieron intensificar sus esfuerzos a medida que la población aumentó", explicó Larsen.
El cambio de una dieta que incluía plantas silvestres al consumo intenso de cereales hizo que pronto los residentes de Çatalhöyük empezaran a perder las piezas dentales, una señal de las llamadas "enfermedades de la civilización".
La investigación muestra que aproximadamente del 10 % al 13 % de los dientes de los adultos hallados en el sitio muestran señales de caries dentales.
Los cambios en la forma de los huesos de las piernas indican que los residentes en los últimos tiempos de Çatalhöyük caminaban mucho más que sus predecesores y esto sugiere que tenían que cubrir distancias mayores hasta los cultivos y lugares de pastoreo debido al crecimiento de la comunidad.
Al menos 25 cráneos en una muestra de 93 estudiados presentaban muestras de fracturas, y más de la mitad de ellos corresponden a mujeres.
"La forma de las lesiones indican que las fracturas se deben a golpes con objetos redondeados en lo alto de la cabeza o detrás", señala el artículo, que agrega que el incremento de las lesiones craneales coincide con el período de mayor densidad de población.
"Puede argumentarse que el hacinamiento condujo al estrés y un aumento del conflicto dentro de la comunidad", comentó Larsen.
Las conclusiones muestran asimismo que los residentes de la ciudad sufrieron altas tasas de infección probablemente como resultado del hacinamiento y las escasas medidas de higiene pública.
"El estudio de la biología humana en Çatalhöyük revela los costos crecientes para los miembros del asentamiento, incluida una mayor exposición a las enfermedades y las demandas de trabajo y el aumento en el tamaño y la densidad de población espoleada por la elevada fertilidad", añadió el estudio.
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