La mayor parte de la información que se puede encontrar en Internet sobre las tuberías de Baigong provienen de un artículo de 2002 de la Agencia de Noticias Xinhua, hablando de los preparativos de un equipo de científicos a punto de embarcarse en esta área remota para estudiar las tuberías. Éstas son un ejemplo de lo que los entusiastas de lo paranormal llaman OOPART “artefactos fuera de lugar”, objetos modernos descubierto en un entorno antiguo. Las tuberías de Baigong se describen como un sofisticado sistema de tubos metálicos, enterrados en capas geológicas antiguas, de tal manera que se descarta la posibilidad de que puedan ser de reciente construcción. Están situadas en el monte Baigong en la provincia china de Qinghai, a unos 40 kilómetros al suroeste de Delingha. La mayoría de los relatos describen un saliente en forma de pirámide en la montaña, que contiene la cueva donde se encuentran los tubos metálicos. A 80 metros de la boca de esta cueva, hay un lago de sal (adyacente a otro de agua dulce).
Si se pone a buscar el monte Baigong en Google Maps no lo encontrará. La zona es en gran parte plana y las montañas más cercanas están a 20 o 30 kilómetros de distancia. El más meridional de los dos lagos, Toson Hu o Lago Toson, tiene algunos acantilados bajos a lo largo de sus lados sur y oeste. En uno de estos acantilados, de unos 50 o 60 metros de altura, el autor Bai Yu describió la existencia de una pequeña cueva en el libro Hacia el Qaidam. He buscado este libro en inglés sin éxito. Desconozco si está on line en chino.
Bai viajó a la zona en 1996 y describió la cueva como de unos 6 metros de profundidad y con forma triangular. Había otras dos cuevas similares más que se habían derrumbado, por lo que no se podía acceder a ellas. Había unos tubos de unos 40 cm de diámetro que sobresalían del piso de la cueva y se introducía de nuevo dentro de sus muros. En el exterior de la cueva se apreciaban más tubos en lo que era la pared cónica de la colina (seguramente re refería a la pared del acantilado). Tomó una muestra de uno de los tubos y la mandó a analizar, obteniendo como resultado que el 92% eran minerales y metales comunes y el 8% materiales desconocidos.
Uniendo ese 8% de material “desconocido” al hecho de que la zona es una planicie abierta y lisa, Bai llegó a la conclusión de que aquella zona era una lugar de aterrizaje de naves extraterrestres y que las tuberías tenían el mismo origen.
Un artículo de la revista china Xinmin semanal relataba la investigación llevada a cabo por un grupo de científicos de la Administración Sismológica de China liderados Zheng Jiandong, que visitaron el lago en 2001 para examinar las tuberías. Muestras traídas al Instituto de Geología de Beijing fueron fechadas por termoluminiscencia, una técnica que puede determinar cuánto tiempo ha pasado desde que un mineral cristalino se calentó o fue expuestos a la luz solar. El resultado fue que los tubos tenían una antigüedad de unos 140 ó 150.000 años. ¿Es por tanto una prueba de visita extraterrestre? Lo cierto es que los habitantes de Delingha así quieren considerarlo, y de hecho han hecho un monumento a este el que es su principal y único interés turístico.
¿Qué explicación tienen estos tubos?
Tres años antes de que Bai Yu se acercase a la cueva en el lago Toson, los investigadores Mossa y Schumacher escribieron en la revista Journal of Sedimentary Research sobre el molde fósil de árbol en Louisiana. Estos investigadores encontraron estructuras cilíndricas en el suelo, cuya termoluminiscencia lo dató con una antigüedad de 75 a 95.000 años. La composición química de los cilindros varía dependiendo de dónde y cuándo se formaron y en qué tipo de suelo. Los autores encontraron que estos eran los fósiles de raíces de árboles, formados por pedogénesis (el proceso por el cual se crea suelo) y diagénesis (la litificación de suelo en la roca a través de la compactación). El resultado de este proceso fue la creación de estructuras metálicas con forma de tubo, que mediante la comparación de las descripciones ofrecidas por los investigadores, parecen ser una explicación perfecta para la tubería Baigong.
Según se explica en el artículo mencionado de Xinmin semanal, los científicos chinos con el tiempo llegaron a la misma conclusión. Utilizaron espectroscopía de emisión atómica para llevar a cabo un análisis químico detallado de los fragmentos de tubo oxidado, y descubrieron que contenían materia orgánica vegetal. Bajo el microscopio se encontraron anillos de los árboles, de manera consistente en todas las muestras.
Las tuberías de Baigong son uno de los mejores ejemplos de la locura de lanzarse a la explicación paranormal, en lugar de utilizar los grandes beneficios que ofrece el seguir el método científico para descubrir lo que realmente está pasando.
Fuente: Skeptoid
Tomado de: http://www.lamentiraestaahifuera.com/2010/12/20/las-tuberias-de-baigong/
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