"Hipergamia: la preferencia natural de la mujer a emparejarse con un hombre de un estatus superior al de otros hombres y también de más estatus que ella."
Entre los tipos de relaciones hombre-mujer que la mayoría de las sociedades han practicado durante toda la historia de la Humanidad, la monogamia ha sido uno de los más populares. Pero sólo desde hace unos pocos siglos. Los antropólogos sugieren que la monogamia sólo existe desde hace solo unos pocos miles de años.
Entre los tipos de relaciones hombre-mujer que la mayoría de las sociedades han practicado durante toda la historia de la Humanidad, la monogamia ha sido uno de los más populares. Pero sólo desde hace unos pocos siglos. Los antropólogos sugieren que la monogamia sólo existe desde hace solo unos pocos miles de años.
Ya en la Edad de Piedra, en la época de tribus de cazadores-recolectores, no existía la monogamia. La poligamia era una de las formas más comunes de la asociación entre hombres y mujeres. Los Homo sapiens estaban completamente entregados a su naturaleza polígama y las mujeres eran hipérgamas. Como prueba, existe evidencia de la existencia de la unión de un solo hombre a múltiples mujeres en todas las culturas humanas a través de la historia.
Los beneficios de la poligamia
La poligamia parece ser una estrategia reproductiva masculina óptima, ya que los machos poderosos son capaces de controlar un gran número de hembras. Pero la realidad es que la poligamia es un juego reproductivamente arriesgado para los hombres, con algunos hombres que ganan bastante (alfa) y otros que también pierden bastante (betas). Hay mucho en juego para las mujeres también. Al no tener una pareja comprometida, las mujeres deben invertir mucho en la reproducción - el embarazo, lactancia y en el cuidado de los niños, y esto requiere una extraordinaria cantidad de recursos y energía.
En resumen, la poligamia solo proporciona ventajas a algunos hombres sobre otros hombres, y a algunas mujeres sobre otras mujeres. Sólo una minoría puede lograrla.
Como se volvieron monógamas estas sociedades
En primer lugar, hay que diferenciar la monogamia ecológicamente impuesta de la monogamia socialmente impuesta. La monogamia impuesta ecológicamente se encuentra generalmente en sociedades que se han visto obligadas a adaptarse a entornos muy duros, como los desiertos, regiones árticas u otros climas adversos.
Los primeros Homo sapiens que llegaron a Europa establecieron sus asentamientos en la zona norte de Eurasia. Estas tribus eran cazadores y recolectores, no agricultores. En estos climas hubo una presión considerable para el aprovisionamiento de los hombres de la familia. Se requería experiencia en la caza, educación de calidad y años de práctica intensiva. En otras palabras, se requería un tipo de crianza de alta inversión. También desarrolló la inteligencia, ya que la caza de seres humanos se basa en las capacidades cognitivas en lugar de la habilidad o la fuerza. El escenario de la caza es complejo y siempre está cambiando.
Bajo estas duras condiciones, no es posible para los hombres controlar un gran número de mujeres, y las mujeres y sus hijos también requerirían el aprovisionamiento más comprometido de un varón. De persistir estas condiciones por un período significativo de tiempo, uno podría esperar encontrar que la población desarrolle una contribución más equitativa para cada sexo, lo que sugiere una fuerte tendencia a la monogamia.
En resumen, el "Homo Sapiens" sobrevivió y prosperó mientras que otros homínidos (los neandertales y los Homo Erectus) se extinguieron. No es una coincidencia que el aumento de la monogamia también coincida en el tiempo con la revolución agrícola. Muchos antropólogos consideran este momento de la Historia como el nacimiento de la civilización, la notable transformación de los seres humanos de cazadores-recolectores a agricultores.
El nacimiento de la familia nuclear
Las raíces de la familia nuclear se remontan a la época pre-industrial, a un tipo de familia llamado "simple household". Debido a una menor esperanza de vida y tasas de mortalidad en el mundo pre-industrializado, la supervivencia de una familia dependía en gran medida de tener una gran familia que pudiera trabajar en las tierras de cultivo y como de organizada para utilizar sus recursos. La familia pre-industrial fue el vehículo fundamental de la modernización occidental. La familia post-industrial se hizo más privada, nuclear y se basó en el vínculo emocional entre marido y mujer, padres e hijos.
A pesar de la preferencia por la poligamia en las sociedades primitivas, la institución del monogamismo suprimió los instintos más salvajes en los humanos y llevó a la creación del modelo de familia nuclear, tan común en la primera mitad del siglo XX, proporcionando bienestar, comodidad y estabilidad al esposo, esposa e hijos.
Los beneficios de la poligamia
La poligamia parece ser una estrategia reproductiva masculina óptima, ya que los machos poderosos son capaces de controlar un gran número de hembras. Pero la realidad es que la poligamia es un juego reproductivamente arriesgado para los hombres, con algunos hombres que ganan bastante (alfa) y otros que también pierden bastante (betas). Hay mucho en juego para las mujeres también. Al no tener una pareja comprometida, las mujeres deben invertir mucho en la reproducción - el embarazo, lactancia y en el cuidado de los niños, y esto requiere una extraordinaria cantidad de recursos y energía.
En resumen, la poligamia solo proporciona ventajas a algunos hombres sobre otros hombres, y a algunas mujeres sobre otras mujeres. Sólo una minoría puede lograrla.
Como se volvieron monógamas estas sociedades
En primer lugar, hay que diferenciar la monogamia ecológicamente impuesta de la monogamia socialmente impuesta. La monogamia impuesta ecológicamente se encuentra generalmente en sociedades que se han visto obligadas a adaptarse a entornos muy duros, como los desiertos, regiones árticas u otros climas adversos.
Los primeros Homo sapiens que llegaron a Europa establecieron sus asentamientos en la zona norte de Eurasia. Estas tribus eran cazadores y recolectores, no agricultores. En estos climas hubo una presión considerable para el aprovisionamiento de los hombres de la familia. Se requería experiencia en la caza, educación de calidad y años de práctica intensiva. En otras palabras, se requería un tipo de crianza de alta inversión. También desarrolló la inteligencia, ya que la caza de seres humanos se basa en las capacidades cognitivas en lugar de la habilidad o la fuerza. El escenario de la caza es complejo y siempre está cambiando.
Bajo estas duras condiciones, no es posible para los hombres controlar un gran número de mujeres, y las mujeres y sus hijos también requerirían el aprovisionamiento más comprometido de un varón. De persistir estas condiciones por un período significativo de tiempo, uno podría esperar encontrar que la población desarrolle una contribución más equitativa para cada sexo, lo que sugiere una fuerte tendencia a la monogamia.
En resumen, el "Homo Sapiens" sobrevivió y prosperó mientras que otros homínidos (los neandertales y los Homo Erectus) se extinguieron. No es una coincidencia que el aumento de la monogamia también coincida en el tiempo con la revolución agrícola. Muchos antropólogos consideran este momento de la Historia como el nacimiento de la civilización, la notable transformación de los seres humanos de cazadores-recolectores a agricultores.
El nacimiento de la familia nuclear
Las raíces de la familia nuclear se remontan a la época pre-industrial, a un tipo de familia llamado "simple household". Debido a una menor esperanza de vida y tasas de mortalidad en el mundo pre-industrializado, la supervivencia de una familia dependía en gran medida de tener una gran familia que pudiera trabajar en las tierras de cultivo y como de organizada para utilizar sus recursos. La familia pre-industrial fue el vehículo fundamental de la modernización occidental. La familia post-industrial se hizo más privada, nuclear y se basó en el vínculo emocional entre marido y mujer, padres e hijos.
A pesar de la preferencia por la poligamia en las sociedades primitivas, la institución del monogamismo suprimió los instintos más salvajes en los humanos y llevó a la creación del modelo de familia nuclear, tan común en la primera mitad del siglo XX, proporcionando bienestar, comodidad y estabilidad al esposo, esposa e hijos.
La Ruptura del Contrato Social
A principios del siglo 21, la situación ha cambiado drásticamente. Hay varios indicios de que el contrato social entre hombres y mujeres, que nos sirvió durante muchos siglos se ha roto. Con la alarmante subida de los índices de divorcio (hasta el 70 por ciento en algunos casos) matrimonios que disminuyen y cada vez menos hombres que se comprometen con el matrimonio, la destrucción de la estructura de la familia nuclear parece evidente.
Hoy en día casi la mitad de todos los bebés recién nacidos vienen al mundo sin una familia nuclear completa. Una de las últimas modas es el co-parenting. Dos personas independientes, sin afiliación alguna, se unen con el único propósito de tener un hijo. Un hijo criado fuera de un entorno familiar. "Estilo de crianza de mascotas", la familia del futuro.
La guerra contra la familia ha sido algo muy común en la historia reciente. Casi nadie parece haberse dado cuenta de las víctimas.
Hipergamia desencadenada
El monogamismo inducido que ha prevalecido durante siglos y que aseguraba un suministro de mujeres a todos los hombres no-alfas es cosa del pasado. Un fuego hypergamo recorre el mundo desde hace casi 50 años, desde la segunda ola del feminismo de la década de los 60. Mientras que antiguamente, la naturaleza de los hombres y las mujeres era controlada y canalizada en el matrimonio, en la actualidad no existe otra cultura distinta de la promiscuidad sexual.
Además, el desarrollo de la tecnología y la proliferación de las redes sociales y los teléfonos inteligentes han alimentado ese fuego.
El efecto "Tienda de Chucherías"
El bombardeo constante de la sociedad, una cultura que pedestaliza a las mujeres, infravalora los hombres y la proliferación de las redes sociales y los smartphones, ha hecho que las mujeres se rindan a sus naturalezas hipérgamas. Se ha creado un efecto "Tienda de Chucherías" para las mujeres, en el que consiste, básicamente, que tienen un montón de hombres disponibles en la punta de sus dedos. Esto da como resultado, mujeres sobrevaloras, engañadas -acerca de sus verdadero valor en el mercado- mujeres con exceso de confianza que se montan en el carrusel de las pollas, libres de prejuicios y culpa.
A principios del siglo 21, la situación ha cambiado drásticamente. Hay varios indicios de que el contrato social entre hombres y mujeres, que nos sirvió durante muchos siglos se ha roto. Con la alarmante subida de los índices de divorcio (hasta el 70 por ciento en algunos casos) matrimonios que disminuyen y cada vez menos hombres que se comprometen con el matrimonio, la destrucción de la estructura de la familia nuclear parece evidente.
Hoy en día casi la mitad de todos los bebés recién nacidos vienen al mundo sin una familia nuclear completa. Una de las últimas modas es el co-parenting. Dos personas independientes, sin afiliación alguna, se unen con el único propósito de tener un hijo. Un hijo criado fuera de un entorno familiar. "Estilo de crianza de mascotas", la familia del futuro.
La guerra contra la familia ha sido algo muy común en la historia reciente. Casi nadie parece haberse dado cuenta de las víctimas.
Hipergamia desencadenada
El monogamismo inducido que ha prevalecido durante siglos y que aseguraba un suministro de mujeres a todos los hombres no-alfas es cosa del pasado. Un fuego hypergamo recorre el mundo desde hace casi 50 años, desde la segunda ola del feminismo de la década de los 60. Mientras que antiguamente, la naturaleza de los hombres y las mujeres era controlada y canalizada en el matrimonio, en la actualidad no existe otra cultura distinta de la promiscuidad sexual.
Además, el desarrollo de la tecnología y la proliferación de las redes sociales y los teléfonos inteligentes han alimentado ese fuego.
El efecto "Tienda de Chucherías"
El bombardeo constante de la sociedad, una cultura que pedestaliza a las mujeres, infravalora los hombres y la proliferación de las redes sociales y los smartphones, ha hecho que las mujeres se rindan a sus naturalezas hipérgamas. Se ha creado un efecto "Tienda de Chucherías" para las mujeres, en el que consiste, básicamente, que tienen un montón de hombres disponibles en la punta de sus dedos. Esto da como resultado, mujeres sobrevaloras, engañadas -acerca de sus verdadero valor en el mercado- mujeres con exceso de confianza que se montan en el carrusel de las pollas, libres de prejuicios y culpa.
Hipergamia vs Hombres
Para un hombre, hay poca o ninguna garantía de que una mujer se mantendrá fiel a lo largo de la relación y no va a "actualizarle" a él por un hombre de mayor estatus. Esto, combinado con las leyes de divorcio que marginan y aplastan a los hombres, reduce el flujo de hombres que están dispuestos a comprometerse con el matrimonio, aumentando el número de ellos que prefieren las aventuras cortas y de una sola noche.
El número de mujeres solteras mayores de 30 y sin hijos está aumentando rápidamente cada año
El feminismo y el carrerismo está causando que las mujeres busquen un hombre para una relación estable mucho después de su mejor momento. Las mujeres de hoy en día pasan sus años de juventud de fiesta, estudiando y trabajando. Cuando llega el momento en que deciden sentar la cabeza puede que ya sea demasiado tarde. La "fecha de caducidad" de la mujer choca con los instintos biológicos de los hombres, que se inclinan naturalmente a aparearse con mujeres más jóvenes.
La Era de los hombres Beta ha terminado
A las mujeres no se les ha enseñado los peligros de la constante búsqueda de un hombre mejor. La hipergamia es tan destructiva para la sociedad civilizada como la poligamia. Ambos son destructivos para la civilización, ya que ambos dejan a los hombres "no-alfas -la base de la sociedad"- y a las mujeres, con pocas perspectivas de un matrimonio feliz.
Ni la poligamia ni la hipergamia fomenta la lealtad y la satisfacción con la propia esposa, sino que buscan "mejor" o "más", y nada más. A medida que la relación entre los sexos se destruye, también lo hace la civilización.
Para un hombre, hay poca o ninguna garantía de que una mujer se mantendrá fiel a lo largo de la relación y no va a "actualizarle" a él por un hombre de mayor estatus. Esto, combinado con las leyes de divorcio que marginan y aplastan a los hombres, reduce el flujo de hombres que están dispuestos a comprometerse con el matrimonio, aumentando el número de ellos que prefieren las aventuras cortas y de una sola noche.
El número de mujeres solteras mayores de 30 y sin hijos está aumentando rápidamente cada año
El feminismo y el carrerismo está causando que las mujeres busquen un hombre para una relación estable mucho después de su mejor momento. Las mujeres de hoy en día pasan sus años de juventud de fiesta, estudiando y trabajando. Cuando llega el momento en que deciden sentar la cabeza puede que ya sea demasiado tarde. La "fecha de caducidad" de la mujer choca con los instintos biológicos de los hombres, que se inclinan naturalmente a aparearse con mujeres más jóvenes.
La Era de los hombres Beta ha terminado
A las mujeres no se les ha enseñado los peligros de la constante búsqueda de un hombre mejor. La hipergamia es tan destructiva para la sociedad civilizada como la poligamia. Ambos son destructivos para la civilización, ya que ambos dejan a los hombres "no-alfas -la base de la sociedad"- y a las mujeres, con pocas perspectivas de un matrimonio feliz.
Ni la poligamia ni la hipergamia fomenta la lealtad y la satisfacción con la propia esposa, sino que buscan "mejor" o "más", y nada más. A medida que la relación entre los sexos se destruye, también lo hace la civilización.
Conclusión
La idea de la decadencia de la civilización ha sido objeto de mucho debate y la especulación en los últimos años. La civilización tal como la conocemos, es un complejo entorno creado por el hombre y como los ecosistemas naturales se encuentra en delicado equilibrio.
Para que una sociedad funcione, una abrumadora mayoría tiene que tener una participación en el presente y la creencia en el futuro. La biología de los hombres y las mujeres no tiene en cuenta la creación de la civilización, sólo la supervivencia de nuestros genes. Si un hombre no tiene una esposa o una herencia genética, sentirá poca motivación para trabajar por el bien de la comunidad. Si una mujer no tiene un esposo o hijos, se convertirá en depresiva, amargada, y lo más probable, pobre.
Los efectos civilizadores de la doctrina de la monogamia son muy claros: para que las sociedades puedan existir y prosperar, ambos sexos deben tener una participación en el mismo, y cuando no lo hacen, se fractura y se rompe la sociedad.
La pregunta ahora es, si todavía podemos arreglar las cosas o si la humanidad ha alcanzado un punto de no retorno.
La idea de la decadencia de la civilización ha sido objeto de mucho debate y la especulación en los últimos años. La civilización tal como la conocemos, es un complejo entorno creado por el hombre y como los ecosistemas naturales se encuentra en delicado equilibrio.
Para que una sociedad funcione, una abrumadora mayoría tiene que tener una participación en el presente y la creencia en el futuro. La biología de los hombres y las mujeres no tiene en cuenta la creación de la civilización, sólo la supervivencia de nuestros genes. Si un hombre no tiene una esposa o una herencia genética, sentirá poca motivación para trabajar por el bien de la comunidad. Si una mujer no tiene un esposo o hijos, se convertirá en depresiva, amargada, y lo más probable, pobre.
Los efectos civilizadores de la doctrina de la monogamia son muy claros: para que las sociedades puedan existir y prosperar, ambos sexos deben tener una participación en el mismo, y cuando no lo hacen, se fractura y se rompe la sociedad.
La pregunta ahora es, si todavía podemos arreglar las cosas o si la humanidad ha alcanzado un punto de no retorno.
Tomado de: http://misandria.info/f2/hipergamia-desencadenada-59/
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