Si
existe, en nuestra cultura judeo/cristiana, una práctica erótica
condenada y con mala fama, esta es la masturbación, pero si además
hablamos de masturbación femenina el tema comienza a tener categoría de
Tabú. Durante siglos la masturbación estuvo condenada al oscuro rincón
de lo prohibido, la mayoría de las mujeres prefieren mantener esta
práctica intima en secreto y si alguien habla del tema, es absolutamente
normal que en su mayoría, ellas mismas lo nieguen. Claro que esto no es
extraño, ya que durante siglos un manto de censura se encargo de cubrir
esta actividad perfectamente normal y deseable en muchos aspectos. Toda
esta historia estaba montada en especial para evitar la masturbación
masculina, ya que en ese momento no se le atribuían deseos sexuales a
las mujeres (concepción machista de la realidad mediante), y partía del
convencimiento que la masturbación era un acto contra natura (ya que la
única actividad sexual aceptada, era el coito para la procreación). En
el caso de las mujeres sucede lo siguiente, no solo sufrieron esta
condena social por extensión, además se les prohibía todo derecho al
placer sexual, al negar de manera sistemática la existencia de su propia
sexualidad.
Contrariamente
a la creencia social imperante en el pasado y que aun hoy tiene
consecuencias, no es malo masturbarse. Es un proceso imprescindible y
esencial para descubrir y explorar la sexualidad propia durante la
pubertad, reconociendo nuestro propio cuerpo, junto a sus posibilidades
de placer, es mediante esta experimentación como la mujer podrá conocer
sus zonas más sensibles y erógenas, junto a la mejor manera de alcanzar
el orgasmo, para después (en el futuro) poder guiar a su pareja sexual. “Como
afirmaba Sigmund Freud , la sexualidad humana está presente desde que
venimos a este mundo y adquiere su punto máximo en la pubertad con el
pleno descubrimiento de nuestro cuerpo y sus posibilidades.” En
definitiva, en esta primera etapa de la vida la masturbación es una
manera de reconocerse a sí misma, prepararse para las futuras
experiencias sexuales, dado que es el mejor sistema de ir adentrándose
en el terreno del sexo dejando atrás temores e inhibiciones, siendo una
excelente forma de adquirir confianza. Por lo tanto debe quedar en claro
que estamos ante una parte importante del desarrollo psicosexual de los
individuos, quienes de esta manera podrán identificar los patrones de
excitación de su propia respuesta sexual.
Esta
práctica continuara durante toda la vida en la mayoría de las personas
(independientemente de los prejuicios y tabúes existentes) y en verdad
no está nada mal que así sea, se tenga o no pareja estable, solo debe
estar supeditada a las necesidades intimas de cada uno y no ha
preconceptos obsoletos y represivos. Son muchas las ventajas y aspectos
positivos que podemos enumerar en la adultez, desde favorecer los ritmos
del deseo, erotismo y genitalidad aun con parejas estables, cuando uno
de los dos está enfermo, no le apetece tener relaciones o no se logra
alcanzar el orgasmo durante la penetración vaginal. Es básicamente una
actividad divertida y liberadora para la mujer, que no debe vivirse con
culpa, sirve para descubrir preferencias, desarrollar fantasías, probar
cosas nuevas en vista a futuros encuentros sexuales, aumenta la libido
(no olviden que en el sexo, la función hace al miembro), es relajante
cuando se está nerviosa o estresada satisfaciendo física y
emocionalmente, fortalece la musculatura pélvica y si no se tiene pareja
ayuda a no perder el ritmo y la costumbre. Además tiene la enorme
ventaja de no necesitar a nadie y poder hacerlo cuando se le dé la gana.
Para
nosotros los sexólogos es una herramienta absolutamente necesaria para
el tratamiento de la Anorgasmia, el Vaginismo, Disminución del Deseo y
algunas Fobias Sexuales, siendo incluso un medio adecuado para descubrir
el potencial multiorgasmico de cualquier mujer. Veamos que dice mi
maestro, el prestigioso Profesor Dr. Juan Carlos Kusnetzoff con respecto
a la utilización de la masturbación en la Anorgasmia Femenina.
Importancia de la masturbación en los ejercicios de cura.
- El método aislado más pasible de tornar a la mujer orgásmica, es la masturbación.
- La masturbación frecuentemente resulta en disminución de las inhibiciones acerca del sexo.
- Muchas mujeres experimentan sus orgasmos más intensos a través de la masturbación.
- La masturbación aumenta los conocimientos de la mujer sobre el tipo de estimulación que ella precisa para la excitación sexual.
- La masturbación aumenta la especificidad de la información que la mujer puede proporcionar al compañero, sobre la manera de darle placer.
- La masturbación puede aumentar la vascularización de las estructuras de la región pelviana, aumentando de tal manera, la probabilidad del orgasmo por otros medios. También aumenta la intensidad de los orgasmos, caso ya hubiera algunos.
- La masturbación no reduce la probabilidad de que la mujer reaccione sexualmente a la estimulación del hombre.
- La masturbación es absolutamente normal, común en la mayoría de las mujeres y no trae ningún inconveniente, sostenida por la enorme cantidad de mitos al respecto.
- La masturbación es una buena manera de ayudar a la mujer a aprender a dar placer a sí misma, en vez de esperar que el compañero asuma la responsabilidad de proveer ese placer.
- La masturbación es una agradable "válvula de escape" para la descarga sexual cuando el compañero no está disponible para la interacción sexual por algún motivo (enfermedad, ausencia, desinterés, sueño, etc.)
- La masturbación permite que la persona experimente y emplee la fantasía de maneras que son difíciles de reproducir durante la actividad sexual interpersonal.
- La masturbación es divertida.
Conclusiones.
La forma más sencilla de obtener placer sexual es sin duda alguna la
masturbación, no hace falta nada, ni nadie para conseguirlo (todo el
mundo viene de “fabrica” con todo lo necesario para conseguir placer por
sí mismo). Hoy, la masturbación se ve como un procedimiento
imprescindible en el aprendizaje sexual y no existe ninguna evidencia
científica que permita hablar de consecuencias indeseables para la
salud. Su práctica no debe ser vivida con culpa o vergüenza, masturbarse
es parte de la sexualidad natural y su ejercicio o no deberá ser parte
de una decisión personal, es decir, de la elección libre de cada uno.
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