Hace un año murio Augusto “Pirincho” Cicaré. La industria aeronáutica argentina ha tenido personas y artefactos que han llamado la atención y la admiración del mundo entero. Recordemos a finales de la década de 1940 la hazaña del Pulqui II que colocaba a nuestra Fábrica Militar de Aviones (FMA) entre las más avanzadas de su época. La gesta de Augusto “Pirincho” Cicaré fue uno de esos hitos, esta vez no con artefactos de alas fijas (aviones), sino con los muy complejos de alas rotativas (helicópteros).
Nacido en 1937 en Polvaredas, Partido de Saladillo, Provincia de Buenos Aires, Argentina; Augusto Cicaré sintió desde su juventud una indescriptible pasión por los helicópteros que lo llevó, de manera totalmente autodidacta, a comenzar a diseñar y construir sus propios modelos voladores, forjando así una empresa que hoy exporta al mundo. De talento sorprendente, “Pirincho”, como lo apodaban sus más cercanos, solía sorprender a los especialistas del ramo que lo visitaban con los cálculos de estructuras y dinámicas de los artefactos que creaba, realizados mentalmente, con apenas alguna anotación de ayuda memoria.
Amigo personal de Juan Manuel Fangio, Cicaré fue autor de varias patentes para sistemas empleados en helicópteros usadas a nivel internacional. Hoy, 26 de Enero de 2023, “Pirincho” hace un año que dejó de estar entre nosotros. Su legado perdura condensando en una empresa, en sus trabajadores/as y en su familia. Sobran las razones para augurar que el vuelo continuará y alcanzará nuevas alturas, como él mismo soñó toda su vida.
Nuestro agradecimiento por lo que soñó y se aventuró a forjar, es inmensa. Si hubiese nacido en un pais en serio Cicaré serio sinónimo de Sikorsky, Bell, Boing, Kamov y tantas otras. Pero le toco acá. Hizo demasiado.
Adios, Augusto “Pirincho” Cicaré.
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