El láser podría reducir la vida útil de los residuos nucleares de "un millón de años a 30 minutos", según el Nobel Gérard Mourou.
Independientemente de lo que se piense de la energía nuclear, el proceso genera toneladas de residuos radiactivos y tóxicos con los que nadie sabe muy bien qué hacer.
Por ello, se guardan de la forma más segura posible en almacenes subterráneos donde se supone que permanecerán durante mucho, mucho tiempo: Los peores, el uranio 235 y el plutonio 239, tienen una vida media de 24.000 años.
Por eso, en Europa, donde hay más países que dependen de la energía nuclear, el físico Gérard Mourou mencionó en su extenso discurso de aceptación del Nobel que los láseres podrían reducir la vida útil de los residuos nucleares de "un millón de años a 30 minutos", como dijo en una entrevista posterior con The Conversation.
¿Quién es Gérard Mourou?
Mourou recibió el Nobel junto con Donna Strickland por su desarrollo de la amplificación de pulsos chirpados (CPA) en la Universidad de Rochester. En su discurso, se refirió a su "pasión por la luz extrema".
La CPA produce pulsos ópticos ultracortos de alta intensidad con una enorme potencia. El objetivo de Mourou y Strickland era desarrollar un medio para realizar cortes de gran precisión útiles en el ámbito médico e industrial.
Resulta que el CPA tiene otra ventaja igual de importante. Sus pulsos de attosegundos son tan rápidos que iluminan acontecimientos ultrarrápidos que de otro modo no serían observables, como los que se producen en el interior de los átomos y en las reacciones químicas. Esta capacidad es la que Mourou espera que dé a la CPA una oportunidad de neutralizar los residuos nucleares, y está trabajando activamente en la forma de hacerlo realidad junto con Toshiki Tajima, de la UC Irvine.
Ya son capaces de irradiar grandes cantidades de material de una sola vez con un láser de alta potencia, por lo que la técnica es perfectamente aplicable y, en teoría, nada impide ampliarla hasta un nivel industrial.
Este es el proyecto se ha lanzado en colaboración con la Comisión de Energías Alternativas y Energía Atómica. Creen que dentro de 10 o 15 años tendremos algo que podamos demostrar.
Aunque 15 años puedan parecer mucho tiempo, cuando se trata de la vida media de los residuos nucleares, es un abrir y cerrar de ojos.
Fuente: https://theconversation.com/conversation-avec-gerard-mourou-prix-nobel-de-physique-2018-104338
Independientemente de lo que se piense de la energía nuclear, el proceso genera toneladas de residuos radiactivos y tóxicos con los que nadie sabe muy bien qué hacer.
Por ello, se guardan de la forma más segura posible en almacenes subterráneos donde se supone que permanecerán durante mucho, mucho tiempo: Los peores, el uranio 235 y el plutonio 239, tienen una vida media de 24.000 años.
Por eso, en Europa, donde hay más países que dependen de la energía nuclear, el físico Gérard Mourou mencionó en su extenso discurso de aceptación del Nobel que los láseres podrían reducir la vida útil de los residuos nucleares de "un millón de años a 30 minutos", como dijo en una entrevista posterior con The Conversation.
¿Quién es Gérard Mourou?
Mourou recibió el Nobel junto con Donna Strickland por su desarrollo de la amplificación de pulsos chirpados (CPA) en la Universidad de Rochester. En su discurso, se refirió a su "pasión por la luz extrema".
La CPA produce pulsos ópticos ultracortos de alta intensidad con una enorme potencia. El objetivo de Mourou y Strickland era desarrollar un medio para realizar cortes de gran precisión útiles en el ámbito médico e industrial.
Resulta que el CPA tiene otra ventaja igual de importante. Sus pulsos de attosegundos son tan rápidos que iluminan acontecimientos ultrarrápidos que de otro modo no serían observables, como los que se producen en el interior de los átomos y en las reacciones químicas. Esta capacidad es la que Mourou espera que dé a la CPA una oportunidad de neutralizar los residuos nucleares, y está trabajando activamente en la forma de hacerlo realidad junto con Toshiki Tajima, de la UC Irvine.
Ya son capaces de irradiar grandes cantidades de material de una sola vez con un láser de alta potencia, por lo que la técnica es perfectamente aplicable y, en teoría, nada impide ampliarla hasta un nivel industrial.
Este es el proyecto se ha lanzado en colaboración con la Comisión de Energías Alternativas y Energía Atómica. Creen que dentro de 10 o 15 años tendremos algo que podamos demostrar.
Aunque 15 años puedan parecer mucho tiempo, cuando se trata de la vida media de los residuos nucleares, es un abrir y cerrar de ojos.
Fuente: https://theconversation.com/conversation-avec-gerard-mourou-prix-nobel-de-physique-2018-104338
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