"Queridos padres. Si ustedes están leyendo esta carta, es porque todavía tenemos el aerodromo. Estoy seguro de que ésta será la última vez que tu amado hijo te escriba, tenemos rusos por todas partes y no nos envían ayuda desde Berlín. Tengo malas noticias, Granstsau murió la semana pasada. Él, yo y otros tres estábamos caminando cuando simplemente cayó al suelo con la cabeza abierta. Queridos padres, lloré mucho cuando lo vi, porque crecimos juntos, ¿recuerdan? Cuando éramos niños, me rompí la pierna, y él me llevó a casa en su espalda con la pierna rota. Siento lo de sus padres. Perdí a mi único amigo. Y aquí estará el final, nuestro comandante se disparó en la boca anoche! Nuestra moral ya no existe pero espero que esta maldita guerra haya terminado, pase lo que pase, si no reciben más cartas mías, se irán a España lo antes posible, sabemos que es sólo cuestión de tiempo que los rusos lleguen a Berlín. Queridos padres, después de esta guerra, Alemania se asombrará al saber que el soldado que les escribe fue salvado por un médico judío. Estoy bien con las heridas, pero la cicatriz es enorme y horrible. Queridos padres, cuídensen... Si no recibes más cartas mías, dirijansen a España, ya tienes el dinero. Pronto volveremos a hablar con Hilse, en los buenos tiempos de los días soleados. Con gran devoción, tu querido hijo."
Cartas de soldados alemanes, escritas durante la batalla de Stalingrado.
Fuente: Cartas de Stalingrado, Colección Einaudi, 1958.
Cartas de soldados alemanes, escritas durante la batalla de Stalingrado.
Fuente: Cartas de Stalingrado, Colección Einaudi, 1958.
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