Al contrario de lo que pensaba Freud la única “envidia de pene” de las mujeres es poder usar el miembro viril para mear de pie. El Partido de Izquierdas sueco quiere hacer tabla rasa para eliminar este privilegio anatómico y obligar a los suecos a evacuar sentados. El Left Party propone romper la tradicional división entre baños de hombres y mujeres, y distinguir entre servicios sentados mixtos y de pie, para los hombres que quieran seguir orinando como se ha hecho toda la vida.
La propuesta tiene, de momento, ámbito local y está circunscrita a los trabajadores (hombres) del Ayuntamiento de Sörmland, en el centro del país, aunque no se descarta que acabe formando parte del programa político de la formación, según informa The Local. La intención, explican los políticos, no es obligar a los hombres a sentarse para hacer aguas menores, sino a que los chicos puedan encontrar baños limpios de los charcos y salpicaduras de sus congéneres.
Por si el argumento de la higiene no era bastante convincente, los dirigentes del partido han esgrimido estudios médicos que demuestran que el vaciado de la vejiga de los hombres es más eficaz cuando la liberación de la orina se realiza en posición sedente. La evacuación de la orina no sólo más eficaz cuando se realiza sentada, sino que esta práctica reduce el riesgo de problemas de próstata, dicen los médicos.
El fantasma del pis sentado recorre Europa desde hace varios años. En Alemania, baños públicos y privados se han dotado de un fantasmita, Spuk, que se adhiere a la tapa del inodoro y anima mediante mensajes grabados (con las voces de los excancilleres Schröeder y Kohl) a que los hombres “tomen asiento en el trono”. Se trata de un método de persuasión suave, antes de pasar a mayores.
El argumento higienista no convence a muchos hombres, que consideran que la campaña para obligarnos a mear sentados forma parte de una conjuración feminista para castrar y someter nuestra masculinidad. En la misma Suecia un grupo feminista logró en 2007 retirar los urinarios verticales de la Universidad de Estocolmo porque “el gesto de mear de pie era degradante para las mujeres”. Y eso que no manchaban.
No hay comentarios:
Publicar un comentario