La familia Mason abandonó la vida en la ciudad para vivir en un terreno de 400 metros cuadrados que les pertenece, donde montaron un casa motorizada eco-amigable y producen sus propios vegetales y huevos orgánicos. El terreno donde habitan, antes estaba dejado al abandono; los Mason, una pareja con dos hijos de 8 y 9 años, lo han trabajdo por dos años con técnicas de permacultura y jardinería.
Los Mason tenían un sueño, lograr una vida acorde a su filosofía volverse sostenibles y ecológicos, para eso adquirieron un terreno de 400m2 en el campo, compraron un caravana que contase con energía solar, y comenzar a cultivar un camino duro para algunos pero cuando se tiene pasión por lo que se esta haciendo, hasta la tarea mas dura parece fácil, y lo lograron ese fue el principio de sus problemas.
El terreno que se encontraba abandonado y que ellos consiguieron transformar en una huerta productiva con manzanos y todo, de donde obtiene el alimento para ellos y su familia, además de proveer de huevos y verduras ecológicas al cercano pueblo de Willand, El consejo del districto ahora les pide que abandonen su tierra y su casa por que según ellos esos no son terrenos habitables, solamente se pueden destinar a uso agrícola de no hacerlo podrían ser desalojados y hasta enfrentarse a la carcel.
Los Mason hace ya un tiempo tratan de que se les apruebe su permiso de planificación para vivir y trabajar en la tierra que se le negó en 2009 y que está en proceso de apelación.
Las razones del Consejo para la denegación se basaba en la creencia de que la pareja había no tenía un “plan sólido de negocios suficiente”.
Entonces quieren obligar a esta familia, a dejar su sueño, volver a la ciudad y convertirse poco mas que en mendigos, la familia no cobra ningún tipo de subsidio del estado, los niños van a la escuela y cual es el real problema del gobierno, no lo se podría suponerse que no pagan los suficientes impuestos y no consumen quizás sea eso.
Sin embargo, varias personas de todo el país se han dirigido al Consejo en apoyo de la familia Mason.
Anne Wallington, cuya familia ha tenido un intereses en el pueblo durante 44 años, escribió al Consejo en apoyo de los Mason, alabando su trabajo en la recuperación de lo que se “estaba convirtiendo rápidamente en tierras abandonadas”. David Thompson, quien también vive en el pueblo, dijo que “están tratando de cumplir con el compromiso del Gobierno de cuidar del medio ambiente y esta es la última huerta en las cercanías de Willand”.
Sin embargo el Consejo continúa sin enterarse, y es que la ley parecen no estar hechas para familias como los Mason, esperemos que alguien se apiade de esta familia y logre alguna solución que les permita continuar con su sueño y vivir su vida como ellos quieren, el estado no debería interferir en el camino a la felicidad de las personas, mas bien debería se garante del bienestar de las mismas, pero en este caso ocurre todo lo contrario.
Artículo escrito por Raul Mannise para ecocosas.com basado en noticia de This is Devon
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