Ultra-Link Processing. Así se denomina la revolucionaria tecnología creada por una empresa estadounidense y que permite conexiones a una red WiFi a 72 kilómetros de distancia. Asimismo, otra de las ventajas que tiene el nuevo transmisor pasa por una menor utilización de energía para transmitir la señal.
El blog Ison21 se hace eco de la información aparecida en Technology Review sobre la tecnología desarrollada por la compañía californiana On-Ramp Wireless. El avance podría suponer un punto de inflexión para el despliegue de las redes inteligentes, al multiplicarse sobremanera la distancia entre el punto que emite la señal inalámbrica y el acceso a la misma. En concreto se han conseguido conexiones a 72 kilómetros de distancia gracias a Ultra-Link Processing.
La clave está en la utilización de un algoritmo que permite transmitir la señal WiFi en la misma frecuencia pero a través de una tasa más baja en comparación con las de las conexiones domésticas, reforzando su resistencia al ruido y permitiendo su propagación a una distancia mucho mayor. En la actualidad es precisamente el citado ruido el que degrada la intensidad de la señal hasta dejar la aplicación de las redes WiFi limitada al interior de los edificios.
La aplicación de la tecnología por parte de la empresa estadounidense está centrada en las citadas redes inteligentes. Pequeños sensores inteligentes instalados en los hogares envían información local -como por ejemplo el consumo eléctrico- a las compañías suministradoras para que éstas puedan gestionar de una forma más eficiente la distribución de su suministro y hacer frente a la intermitencia de las fuentes de energía renovables a gran escala. Igualmente permitiría la llamada micro generación, por lo que los usuarios podrían vender a las compañías eléctricas la energía no consumida.
Para hacernos una idea de la mejora que introduce Ultra-Link Processing, a día de hoy, los medidores inteligentes que utilizan tecnologías WiFi pueden alcanzar los 3 kilómetros de distancia. Al margen de la citada aplicación, este tipo de transmisores podrían colaborar a la hora de desplegar puntos WiFi y descongestionar las redes de banda ancha móvil, que comienzan a saturarse ante el cada vez más demandado servicio de Internet móvil debido al auge de los smartphones y tabletas. ¿Será el primer paso para la solución de este problema?
La tecnología de On-Ramp reduce también el número de puntos de acceso necesarios en la red; por ejemplo, en una red en pruebas que la empresa ha creado en San Diego, se necesitaron sólo 35 puntos de acceso estratégicamente localizados para cubrir una superficie de 4.000 millas cuadradas. Por compararlo con algo, PG&E, una eléctrica de California, necesita en la actualidad 1.000 puntos de acceso con tecnología convencional para cubrir el mismo territorio.
Con la ayuda de 2,1 millones de dólares concedida por el Departamento de Energía de EEUU, On-Ramp ya está trabajando con las empresas de electricidad y gas de San Diego, monitorizando datos complejos de sus infraestructuras.
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