(Thomas Edward Lawrence; Tremadoc, Reino Unido, 1888 - Moreton, id., 1935) Escritor y militar británico que colaboró activamente en la sublevación de los árabes contra el Imperio otomano. Hijo ilegítimo de un aristócrata, creció bajo la influencia de una madre dominante. Estudió lenguas clásicas y arqueología en Oxford y viajó por Francia, donde las fortalezas medievales despertaron su interés por las Cruzadas y las culturas del Próximo Oriente; con este destino partió en 1910 en una expedición arqueológica con el equipo del Museo Británico.
Recorrió en bicicleta Siria, Líbano, Palestina y otros puntos de Mesopotamia, lo cual le permitió conocer los pueblos y la lengua árabes. En el yacimiento de Carchemish conoció a Sheik Ahmed, un muchacho de quince años con quien se quedó a vivir, para escándalo de los nativos que trabajaban en la excavación. En 1914, poco antes del estallido de la Primera Guerra Mundial, entró en la Sinai Survey, compañía topográfica dirigida por lord Kitchener, que era en realidad una tapadera del espionaje militar británico, a cuya oficina de El Cairo fue trasladado al cabo de unos meses.
Trabajaba en ella cuando dos años más tarde se le encomendó la misión que le abriría las puertas de la leyenda. Fue enviado a la ciudad de Jidda para que convenciera al rey Husayn Ibn Alí de que generalizara la revuelta árabe que tímidamente habían comenzado sus hijos Abdullah y Faisal contra los turcos. La corriente de simpatía mutua que se estableció entre él y el emir Faisal (el futuro monarca Faisal I de Irak) fue decisiva para el éxito de su cometido, el cual implicó la ardua tarea de coordinar a las ariscas tribus beduinas.
Ascendido a coronel, participó en las operaciones militares árabes, durante las cuales resultó herido varias veces e incluso fue apresado, torturado y vejado por un bey otomano, sin que en la ocasión llegara a revelar su identidad. Transmitió a los árabes la idea de unidad nacional, al mismo tiempo que apoyaba las acciones del general Edmund Allenby: ataque a la línea férrea Damasco-Medina y toma, en julio de 1917, del estratégico puerto de Akaba.
Durante el invierno siguiente, Lawrence y los árabes mantuvieron las acciones de apoyo del flanco derecho del ejército de Allenby en Palestina hasta que, el 1 de octubre de 1918, entraron con el general británico en Damasco. Poco después, comprobó que su idea de crear una federación árabe ligada al Reino Unido había quedado abortada dos años antes, merced al tratado Sykes-Picot, por el cual su país cedía a Francia un mandato sobre Siria, reparto que se confirmó en el tratado de paz de Versalles de 1919.
Aunque profundamente decepcionado, en 1921 aceptó un cargo en la Oficina de Colonias como consejero de Winston Churchill, a quien asesoró en asuntos árabes y acompañó a Egipto y Palestina. En este cometido, medió entre árabes y judíos y al mismo tiempo contribuyó a consolidar políticamente a Abdullah I de Jordania, hermano de su amigo Faisal, como rey de Transjordania. Poco más tarde decidió retirarse y, rechazando las condecoraciones que quiso concederle Jorge V de Inglaterra, se alistó en la RAF bajo el nombre de John Hume Ross.
Descubierta su nueva identidad, en 1923 se enroló, también con nombre falso, en una unidad acorazada. Durante dos años sirvió como soldado raso en la India, antes de reingresar en la RAF como mecánico. Sus vivencias en el desierto las recogió en Los siete pilares de la sabiduría (The Seven Pillars of Wisdom, 1926). Póstumamente se editaron La mina (The mint, 1936) y una recopilación de sus Cartas. El 19 de mayo de 1935 falleció en un accidente de motocicleta al intentar esquivar a dos ciclistas. Sólo Churchill y unas pocas personas más, aparte de sus parientes próximos, supieron que el Thomas Shaw que había muerto en el hospital militar de Wool era el legendario Lawrence de Arabia.
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Recorrió en bicicleta Siria, Líbano, Palestina y otros puntos de Mesopotamia, lo cual le permitió conocer los pueblos y la lengua árabes. En el yacimiento de Carchemish conoció a Sheik Ahmed, un muchacho de quince años con quien se quedó a vivir, para escándalo de los nativos que trabajaban en la excavación. En 1914, poco antes del estallido de la Primera Guerra Mundial, entró en la Sinai Survey, compañía topográfica dirigida por lord Kitchener, que era en realidad una tapadera del espionaje militar británico, a cuya oficina de El Cairo fue trasladado al cabo de unos meses.
Trabajaba en ella cuando dos años más tarde se le encomendó la misión que le abriría las puertas de la leyenda. Fue enviado a la ciudad de Jidda para que convenciera al rey Husayn Ibn Alí de que generalizara la revuelta árabe que tímidamente habían comenzado sus hijos Abdullah y Faisal contra los turcos. La corriente de simpatía mutua que se estableció entre él y el emir Faisal (el futuro monarca Faisal I de Irak) fue decisiva para el éxito de su cometido, el cual implicó la ardua tarea de coordinar a las ariscas tribus beduinas.
Ascendido a coronel, participó en las operaciones militares árabes, durante las cuales resultó herido varias veces e incluso fue apresado, torturado y vejado por un bey otomano, sin que en la ocasión llegara a revelar su identidad. Transmitió a los árabes la idea de unidad nacional, al mismo tiempo que apoyaba las acciones del general Edmund Allenby: ataque a la línea férrea Damasco-Medina y toma, en julio de 1917, del estratégico puerto de Akaba.
Durante el invierno siguiente, Lawrence y los árabes mantuvieron las acciones de apoyo del flanco derecho del ejército de Allenby en Palestina hasta que, el 1 de octubre de 1918, entraron con el general británico en Damasco. Poco después, comprobó que su idea de crear una federación árabe ligada al Reino Unido había quedado abortada dos años antes, merced al tratado Sykes-Picot, por el cual su país cedía a Francia un mandato sobre Siria, reparto que se confirmó en el tratado de paz de Versalles de 1919.
Aunque profundamente decepcionado, en 1921 aceptó un cargo en la Oficina de Colonias como consejero de Winston Churchill, a quien asesoró en asuntos árabes y acompañó a Egipto y Palestina. En este cometido, medió entre árabes y judíos y al mismo tiempo contribuyó a consolidar políticamente a Abdullah I de Jordania, hermano de su amigo Faisal, como rey de Transjordania. Poco más tarde decidió retirarse y, rechazando las condecoraciones que quiso concederle Jorge V de Inglaterra, se alistó en la RAF bajo el nombre de John Hume Ross.
Descubierta su nueva identidad, en 1923 se enroló, también con nombre falso, en una unidad acorazada. Durante dos años sirvió como soldado raso en la India, antes de reingresar en la RAF como mecánico. Sus vivencias en el desierto las recogió en Los siete pilares de la sabiduría (The Seven Pillars of Wisdom, 1926). Póstumamente se editaron La mina (The mint, 1936) y una recopilación de sus Cartas. El 19 de mayo de 1935 falleció en un accidente de motocicleta al intentar esquivar a dos ciclistas. Sólo Churchill y unas pocas personas más, aparte de sus parientes próximos, supieron que el Thomas Shaw que había muerto en el hospital militar de Wool era el legendario Lawrence de Arabia.
Aventurero Británico, soldado y autor, coronel Thomas Edward Lawrence, o" Lawrence de Arabia " montando un camello - 1916 |
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