30 julio 2017

El Caballo de Tiro y la Granjera

Cuando el caballo de tiro pregunta ¿Por qué estoy arando los campos de la granjera? La Granjera le responde: “Porque eres más fuerte que yo,” por supuesto, la identidad del caballo de tiro se convierte una función autorreferente del engaño halagador de la granjera, “Yo aro los campos de la granjera, porque soy más fuerte que la granjera; soy más fuerte que la granjera porque yo aro los campos de la granjera.” Un caballo salvaje no soportaría nada de esto, un caballo salvaje simplemente es, su identidad se define solamente por las experiencias que él decide tener, no es sino hasta que la definición de si mismo se expresa en términos de la granjera que él se vuelve domesticado. El caballo es más fuerte, rápido e inteligente que la granjera, pero todo es juzgado en función a las limitaciones de la granjera.

Ya que este juicio es la identidad del caballo domesticado, las limitaciones de la granjera se convierten en las obligaciones del caballo. Cuando la granjera es débil, el caballo debe mostrarse como más fuerte y tirar del arado por ella. Cuando la granjera es lenta, el caballo debe mostrarse más rápido y llevarla en su espalda. Cuando la granjera es estúpida, el caballo debe mostrarse inteligente y resolver los problemas de ella por ella.

En cada caso las fortalezas del caballo son usadas para beneficiar a la granjera en su debilidad y se ata la identidad positiva del caballo en oposición a la debilidad de la granjera, ella premia sus esfuerzos también. El caballo de tiro entonces ve pensamientos de libertad o cualquier aspecto de la naturaleza del caballo salvaje que no tenga relación con arar los campos como una amenaza a su propia identidad. Finalmente, ya que arar los campos parece que es su identidad, él ya no ve la relación de transacción de su relación con la granjera; él empieza a ver como un beneficio el que ella lo cuide, en lugar de verlo como un resultado de que ella lo esté explotando a él. En su mente ella cuida de él porque lo ama, no porque él es un artefacto que requiere mantenimiento.

La granjera no se molesta en pensar en las necesidades emocionales de su caballo de tiro, si lo hiciese ella tendría que enfrentarse al hecho de que toda la vida del caballo de tiro está construida para el beneficio de la granjera y solo para el beneficio de ella. Sin importar cuanta comida extra ella le dé a su caballo, mientras él impacientemente pisotea el piso con su pezuña en el establo. Ella puede que se diga a sí misma “lo alimento, limpio su establo, le doy acceso a sexo y crio a sus potrillos para que sean caballos de tiro ¿Qué más podría necesitar él?”

Un animal salvaje, no permitiría que la granjera lo limpie, lo alimente, que controle su vida sexual incluso si se trata de decidir con quién tiene sexo, ni que toquen a sus crías, peor aún que las críen. Un caballo salvaje debe de ser doblegado y después domesticado, para que vea como beneficio servir a la granjera. Un caballo salvaje prefiere su independencia a la dependencia a la granjera, es por eso que los hijos del caballo de tiro deben de ser criados por las manos de la granjera, de modo que ellos también aprendan a ser dependientes del servicio de la granjera en vez de criaturas salvajes e independientes.

De modo que cuando el caballo de tiro pregunta ¿Por qué estoy arando el campo de la granjera? Y la granjera responde “Porque eres más fuerte que yo, por supuesto, querido” esta no es una respuesta, es un engaño halagador. La mayor fuerza del caballo es la razón por la cual la granjera lo ha puesto a arar sus campos, la mayor fuerza de la granjera sobre el caballo es la verdadera razón por la cual el caballo ara los campos.

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