11 enero 2013

Comprar, tirar, comprar. La obsolescencia programada y Linux

Les recomiendo el documental sobre la obsolescencia programada de rtve.es: “Comprar, tirar, comprar”, donde se explican las técnicas de las empresas para que nuestro consumo siga creciendo. Después de ver el vídeo les dejo unas cuantas reflexiones.

Comprar, tirar, comprar
http://www.rtve.es/mediateca/videos/20110109/comprar-tirar-comprar/983391.shtml

¿Nunca se te ha roto una impresora a los 2 años y 2 meses de haberla comprado? ¿Nunca un móvil ha dejado de encender sin razón aparente? En mi caso puedo hablar de dos impresoras de chorro de tinta, dos escáneres y un móvil que sin salir de casa ni utilizarlo, un día dejó de encender al agotarse la carga de la batería.

Es la obsolescencia programada, las oscuras técnicas de las compañías para hacer que sus aparatos tengan una duración determinada, cada día más breve, y que nos obliga a estar renovando los productos tecnológicos -y no tecnológicos- constantemente. Camisas que pierden el color a los pocos lavados, linternas que se funde la bombilla y para las que no hay repuesto, baterías que pierden su capacidad de carga, impresoras o móviles que dejan de funcionar espontáneamente…

Todo esto sin hablar del software, ya que tras unos años de adquirir un programa, primero te invitarán a comprarlo de nuevo dejándote de dar soporte, posteriormente tu programa no será capaz de leer los ficheros de los colegas que sí lo actualizaron, por último tu programa empezará a dar problemas inexplicables.

Linux es un buen método anti obsolescencia programada. El factor más importante es porque es capaz de rentabilizar máquinas que quedaron obsoletas con otros sistemas operativos, continuando con el soporte y facilitando actualizaciones sin ánimo de que el hardware caduque.

Pero no sólo por esto. Ciertas prácticas poco éticas de las empresas fabricantes de hardware se apoyan en el software: drivers que no dejan imprimir en b/n si no tienes tinta en el de color, impresoras que dejan de funcionar cuando detectan que el cartucho no es el original, bocadillos de avisos constantes, conexiones con los fabricantes a través de Internet, etc. En Linux, por el contrario, los drivers están creados por la comunidad y no por las empresas fabricantes de hardware, por lo que son mucho más ligeros y sin añadidos “extra” o prácticas oscuras.

Por último recordar que los programas para Linux evitan la obsolescencia programada, ya que siempre guardan la compatibilidad con versiones anteriores, o siempre es fácil migrar los datos. No hay intereses económicos en que renueves tu programa constantemente.

Por eso Linux es una apuesta de futuro, no sólo para las empresas que verán reducidos sus costes en hardware y software de forma asombrosa, sino también para los simples consumidores, objetivo constante de las más diversas prácticas de inducción al gasto contínuo.

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