Está claro que los científicos del Instituto Tecnológico Stevens, en Nueva Jersey, son unos guasones y/o no creen en el mal yuyu, porque crear un robot diseñado para hackear comunicaciones y llamarlo SkyNET deja tan claro su frikismo como sus ganas de tentar a la suerte. Este singular UAV de ominoso nombre y no menos oscuro propósito no es otra cosa que un Parrot AR. Drone con un pequeño ordenador Linux instalado en sus bajos, un módem 3G, un GPS y una tarjeta WiFi, lo que le permite volar en las proximidades de tu red inalámbrica para atacarla desde el aire.
Lo auténticamente retorcido de SkyNET es que saca partido a su naturaleza móvil para llevar a cabo ataques de difícil localización, dado que controla las botnets creadas sin enlazar directamente al hacker. Primero realiza un vuelo de reconocimiento, después penetra las redes débiles, y por último, ordena atacar a sus botnets usando las instrucciones recibidas desde una red 3G privada. Básicamente, tu única defensa es blandir una escoba y salir a la calle para enfrentarte a la pesadilla de Sarah Connor.
Según sus creadores, el siguiente paso (antes de tomar el control de los arsenales nucleares y convertirte a ti y a tu escoba en cenizas) es reducir el coste de producción, que en estos momentos ronda los 600 dólares.
Tomado vía Engadget en español
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