Los desastres no suelen ser tan extendidos como describen algunas crónicas que conservamos de ellos. El simple hecho de consignarlos sugiere que fueron ubicuos y continuados, aunque seguramente se tratara de fenómenos esporádicos en el tiempo y el espacio. Además, la constancia de lo cotidiano suele ser más duradera que el efecto de la alteración, como sabemos en nuestra época. Cuando absorbemos las noticias recientes, esperamos enfrentarnos a un mundo que consiste únicamente en huelgas, delitos, apagones de corriente, conductos de agua rotos, trenes detenidos, escuelas cerradas, atracadores, drogadictos, neonazis y violadores. Sin embargo, cuando tenemos suerte, volvemos a casa cada noche sin toparnos con más de uno o dos incidentes semejantes.Barbara Tuchman, Un espejo lejano: el desastroso siglo XIV (1987)
12 febrero 2025
Receta médicinal
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