23 noviembre 2020

Carola Lorenzini, la “Paloma Gaucha” pionera y orgullo de la aviación argentina

Carolina Elena Lorenzini ("Carola") nació el 15 de Agosto de 1899 en el entonces Cuartel 8, luego empalme San Vicente y hoy ciudad de Alejandro Korn, provincia de Buenos Aires, y murio el 23 de Noviembre de 1941. Era la séptima de ocho hermanos y cursó la escuela hasta cuarto grado. Ya por entonces, a los 11 años, le dijo a su madre: "Si los pájaros vuelan, ¿por qué no voy a poder volar yo?"
Carola era muy aventurera, disfrutaba de ir a cazar con sus hermanos, era experta en cabalgar, y se destacaba en todos los deportes que practicaba, desde salto o jabalina hasta pelota a paleta, pasando por básquet y tenis. En el año 1925 fue campeona de atletismo.
Además, fue la primera mujer que manejó un auto en su pueblo.
Para ayudar a su familia numerosa, a los 20 años, se anotó para aprender mecanografía y taquigrafía, gracias a ello entró a trabajar en la Unión Telefónica en un puesto muy codiciado, donde a diario viajaba desde el Conurbano hasta el centro porteño.
En 1930, en el aeródromo de Morón tuvo su 1er vuelo de bautismo. Una amiga la conectó con Victoriano Pauna, en cuyo avioncito sobrevolaron la zona por pocos minutos haciendo piruetas. Al contrario de amedrentarse, Carola supo en ese momento que no se iba a bajar más de un avión.
El aprendizaje le costó muchos madrugones; se levantaba a las 3 y media de la mañana para alcanzar el tren de las cuatro y dos minutos y a las 5 ya estaba en Morón para volar con el primer instructor de turno. Obtuvo el título de piloto de aviación civil el 4 de Noviembre de 1933. Recibió el carnet de piloto de aviador civil internacional nº 436. El 31 de Marzo de 1935 logró: 5381 me­tros de altura.
Por la difícil situación económica que atravesaba, la práctica le resultó muy costosa. Vendió su bicicleta; hizo lo propio con un diccionario enciclopédico compuesto de varios volúmenes; redujo sus pequeños lujos y así fue juntando los 600 pesos que demandaría el aprendizaje.
Se le empezó a complicar en su trabajo en la empresa telefónica. A sus jefes no les caía mucho en gracia que Carola llegaba tarde algunos días después de sus prácticas, y hasta le prohibieron participar de un vuelo de homenaje por la llegada al país del Zeppelin, en 1934.
El 13 de Noviembre de 1935 se convirtió en la primera mujer en cruzar el Río de la Plata sola con un avión a bordo de un Fleet 51 del Aeroclub de La Plata. La nave no tenía brújula y cuando comenzó a descender le falló el altímetro, aún asi, pudo completar la hazaña a pura intuición.
Su cariño por las tradiciones rurales autóctonas y la cultura indígena argentina, junto a su costumbre de vestir bombachas criollas (atuendo típico del hombre de campo), botas y campera de cuero le valieron el apodo de "Aviadora Gaucha" o "Paloma Gaucha".
Carola se propuso recorrer en avión las 14 provincias y 3 gobernaciones argentinas.Para este fin, obtuvo autorización de la Aviación Militar para usar un Focke Wulf. El avión fue adaptado para el raid, se le quitó una de las plazas, colocando un tanque suplementario de combustible
El raid se cumplió entre Marzo y Abril de 1940. Partió el 24 de Marzo, del aeródromo Presidente Rivadavia, Morón, con destino a Rosario. Fue escoltada al comienzo por 3 aviones. En cada punto del trayecto realizó exhibiciones de acrobacia, y recibió homenajes.
El domingo 21 de Abril completó el raid, al regresar al aeródromo de Morón. Según los medios, una muchedumbre se reunió en torno al campo de aviación, para esperarla. Lorenzini llegó a las 16.35, procedente de La Plata, hizo una exhibición de acrobacia y hacia las 17.30 aterrizó
Más crecía su éxito, más descontento estaba su jefe, quien le dijo que debía elegir entre su empleo o la aviación. "Las dos cosas me son igualmente necesarias –respondió la aviadora– una, para comer; la otra para vivir". Así, después de 16 años de trabajo, decidieron despedirla.
La carrera de Carola parecía imparable. En más de una ocasión llegó a decir, casi en broma:"¡Qué jodido debe ser morir en una cama!”. En un accidente en el que casi pierde la vida, llegó a caminar 6 horas hasta encontrar una choza más 6hs a caballo para poder comunicar su caída.
Fue la primera mujer que obtuvo el título de instructor de vuelo en América del Sur, sin embargo, seguía sin un trabajo estable. Llegó a escribirle al entonces presidente Roberto M. Ortiz para pedirle un empleo.
En 1941 llegaría al país un grupo de aviadoras uruguayas. Lorenzini, enfrentada con las autoridades del aeroclub de Morón, decidió brindarles una despedida con acrobacias. "Yo les voy a demostrar a las uruguayas quiénes somos las argentinas", dijo Carola a sus familiares.
Carola sorprendió al público con su célebre looping y una pasada rasante que los obligó a agacharse. La aplaudieron por su audacia. Poco después intentó realizar una nueva maniobra pero algo falló: el motor rugió, el Focke-Wulf recién preparado (que no era el que tenía asignado), hizo unas pocas maniobras acrobáticas y al entrar en un looping invertido del cual no pudo salir, la máquina fue a caer detrás de los hangares.
Carola murió en el acto, haciendo lo que amaba. La triste noticia fue reflejada en los medios de la época, donde titularon "La paloma gaucha desplegó sus alas". El velorio fue multitudinario. Hoy sus restos descansan en el cementerio de San Vicente.
Llevan su nombre calles de muchas ciudades de Argentina, entre otras, en Longchamps, Temperley, Guernica, Alejandro Korn, Ciudad Jardín, Lomas del Palomar, Morón, Ituzaingó, Florencio Varela, Puerto Madryn y en Puerto Madero en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El 24 de noviembre de 2001 el Correo Argentino emite un sello postal conmemorativo bajo la consigna "Aviación: Carola Lorenzini y Jean Mermoz", que lleva su imagen.
Carola fue una pionera en su época y se animó a seguir su pasión contra viento  y marea. Es una mujer que admiro por su valentía, porque es un referente en la aviación argentina, trabajo mucho para ser fiel a ella misma y seguir sus convicciones y su pasión en un contexto donde la industria era 100% masculina y donde los derechos de la mujer eran poco tenidos en cuenta. Hoy en día, en la Argentina, hay 2000 pilotos y sólo 26 son mujeres. Carola abrió camino a aquellas mujeres que incursionaron en la aviación y se animaron a volar.
Carola era del conurbano, viajaba en el Roca para ir a su trabajo, después a Morón, madrugaba y no aceptaba un no como respuesta.

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