Los astrónomos siempre han pensado que
debido a que la vida surgió tan rápidamente en la Tierra, debe ser
posible que suceda en otros lugares. Esa idea resulta ahora ser
incorrecta.
La ecuación de Drake es una de esas
raras bestias matemáticas que se ha filtrado a la consciencia colectiva.
Estima el número de civilizaciones extraterrestres que podríamos ser
capaces de detectar actualmente, o en un futuro cercano.
La ecuación fue ideada por Frank Drake de la Universidad de California en Santa Cruz en 1960.
Intentó cuantificar el número
preguntándose qué fracción de estrellas tenían planetas, qué fracción de
éstas sería habitable, luego la fracción de ellas en las que
evolucionaría la vida y qué fracción de estas últimas tendría vida
inteligente, etc.
Muchos de estos números son poco más que
especulaciones salvajes. Por ejemplo, el número de civilizaciones ET
que podemos detectar ahora es extremadamente sensible a la fracción que
se destruye a sí misma con su tecnología, a través de guerras nucleares,
por ejemplo. Obviamente no tenemos forma de conocer esta cifra.
No obstante, muchos científicos han
intentado llegar a una cifra mediante estimaciones que varían de un
puñado de civilizaciones ET a decenas de miles de ellas.
De las muchas incertidumbres en la
ecuación de Drake, un término normalmente se considera como
relativamente fiable. Ésta es la probabilidad de que la vida surja en un
planeta en la zona habitable. En la Tierra, la vida surgió hace
aproximadamente 3800 millones de años, justo unos pocos millones de años
después de que el planeta se hubiese enfriado lo suficiente como para
permitirla.
Los astrobiólogos defienden naturalmente
que dado que la vida surgió tan rápidamente aquí, debe ser bastante
probable que surja en otros lugares donde las condiciones lo permitan.
Hoy, David Spiegel de la Universidad de
Princeton y Edwin Turner de la Universidad de Tokio dicen que esta idea
es incorrecta. Han usado un tipo de pensamiento completamente distinto,
conocido como razonamiento Bayesiano, para demostrar que el surgimiento
de la vida en la Tierra es consistente con una vida arbitrariamente
extraña en el universo.
A primera vista, esto parece ser
bastante poco intuitivo. Pero si el razonamiento Bayesiano nos dice
algo, es que podemos engañarnos fácilmente pensando que las cosas son
mucho más probables de lo que en realidad son.
Spiegel y Turner señalan que nuestra
idea del origen de la vida está muy sesgada por el hecho de que estamos
aquí para observarla. Señalan que se necesitaron 3500 millones de años
para desarrollar en la Tierra vida inteligente.
Por lo que la única forma de que hubiese
pasado suficiente tiempo para que nosotros evolucionásemos es que la
vida surgiera muy rápidamente. Y éste es un sesgo que es completamente
independiente de la probabilidad de que la vida surja en un planeta
habitable.
“En otras palabras, si la evolución
requirió de 3500 millones de años para que la vida evolucionase desde
las formas más simples a los seres sensatos y racionales, entonces nos
encontraríamos en un planeta en el en el cual la vida surgió
relativamente pronto, sin importar el valor de [la probabilidad de
desarrollar vida en una unidad de tiempo]“, dicen Spiegel y Turner.
Cuando eliminas este sesgo, resulta que
la probabilidad real de que surja la vida es consistente con que la vida
sea arbitrariamente extraña. En otras palabras, el hecho de que la vida
haya surgido al menos una vez en la Tierra es completamente consistente
con que sólo haya sucedido aquí.
Por lo que podríamos estar solos, después de todo.
Éste es un argumento que te hace pensar.
Es fácil engañarse por las pruebas de nuestra propia existencia. Lo que
Spiegel y Turner han demostrado es el verdadero valor matemático de
esta prueba.
Desde luego, eso no significa que estemos solos; sólo que las pruebas no nos dicen nada.
Y si las pruebas cambian, entonces también lo harán las probabilidades que podemos deducir de ellas.
Hay dos formas de encontrar nuevas
pruebas. La primera es buscar señales de vida en otros planetas, tal vez
usando marcadores biogenéticos en sus atmósferas. La capacidad de
empezar este trabajo en planetas alrededor de otras estrellas debería
lograrse en los próximos años.
La segunda está más cerca de casa. Si
encontramos pruebas de que la vida surgió independientemente más de una
vez en la Tierra, entonces sería una buena razón para cambiar las
cifras.
De cualquier forma, este debate será uno
de los grandes temas científicos de los próximos años. Es algo que
merece la pena seguir de cerca.
Artículo de Referencia: arxiv.org/abs/1107.3835: Life Might Be Rare Despite Its Early Emergence On Earth: A Bayesian Analysis Of The Probability Of Abiogenesis
Fecha Original: 25 de julio de 2011
Enlace Original
Artículo publicado el 25 de julio de 2011 en The Physics ArXiv Blog
Tomado de: http://www.cienciakanija.com/2011/07/27/la-probabilidad-de-vida-et-es-arbitrariamente-pequena/
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