El cerebro en su trabajo constante mantiene un equilibrio entre la razón y la locura/ Foto: Cortesía Yvke Mundial/ Telesur |
Investigadores del Instituto Carlos I de Física Teórica y Computacional y un grupo de investigación en Física Estadística y de los Sistemas Complejos de la UGR utilizaron el superordenador Proteus con el que pudieron simular tráfico eléctrico de la actividad cerebral utilizando como atlas de carreteras el mapa de la conectividad neuronal más preciso que existe, elaborado por el neurocientífico Olaf Sporns en la Universidad de Indiana (EE.UU.).
Con esta super computadora lograron reproducir la circulación por la red neuronal en distintas condiciones de actividad o reposo para analizar de qué manera y dónde se distribuye el flujo electroquímico.
“Los episodios de actividad neuronal constituyen un mecanismo para entender cómo la información codificada en las neuronas viaja de un lugar a otro del cerebro, haciendo así posible la integración de toda la información, dando coherencia al sistema”, apunta el catedrático Miguel Ángel Muñoz, uno de los líderes del estudio.
Muñoz detalló sobre la investigación que “utilizando una sencilla analogía, es como si tuviéramos a nuestra disposición, por un lado, un detallado atlas de carreteras, y por otro, un mapa del tráfico en distintos y determinados momentos del día”
El científico, junto con su colega Paolo Moretti, explicó que los patrones de actividad cerebral varían enormemente en intensidad, entre la llovizna y el diluvio.
Especificó que en algunos casos se producen avalanchas de actividad que “no podemos comparar con el ejemplo del tráfico, porque para ello debería ocurrir que los coches, en un punto, pudiesen desdoblarse en varios y multiplicarse o evaporarse”. El físico asemeja estos episodios a “terremotos que continuamente perturban la superficie de la Tierra, y que en un proceso de cascada desencadenan avalanchas sísmicas de gran variabilidad”.
De acuerdo a los investigadores, la estructura jerárquica del cerebro posee el mando de control que permite regular la magnitud y la extensión de estas avalanchas, y si algo falla, las consecuencias pueden ser muy graves.
“Si las avalanchas fuesen demasiado breves, la información codificada en ellas no podría viajar de una parte a otra del cerebro y no habría una coherencia suficiente para las operaciones cognitivas”, señala Muñoz y añadió que ''si las avalanchas fuesen siempre demasiado intensas, el cerebro estaría en un estado perpetuo de terremoto devastador, o dicho con algo más de precisión, en un estado de perpetua actividad epiléptica”.
Tomado de: http://www.radiomundial.com.ve/article/revelan-que-cerebro-humano-trabaja-rozando-la-locura
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