Un
estudio noruego, que probablemente dará mucho que hablar, concluyó que
cuanto más equitativa es la repartición de las tareas domésticas entre
una pareja, más alto es el riesgo de divorcio.
Según el Instituto de Investigación en Ciencias Sociales Nova, el
porcentaje de divorcios en los hogares que comparten las tareas
domésticas equitativamente es un 50% más alto que en aquellos en los que
la mayor parte del trabajo es realizado por la mujer.
"Cuanto más ayuda un hombre en el hogar, más alto es el riesgo de
divorcio", explicó este jueves a la AFP Thomas Hansen, coautor de un
importante estudio titulado 'La igualdad en el hogar'.
Para los investigadores, no hay ninguna, o casi ninguna causalidad, y
esta correlación es más bien un signo de la "modernidad" de las
parejas. "Las parejas modernas lo son a la vez en términos de
distribución de las tareas domésticas y en cuanto a su percepción del
matrimonio", menos sagrada, explicó Hansen, señalando que es una
cuestión de "valores".
"En esas parejas modernas, las mujeres tienen a menudo un alto nivel
de educación y un trabajo bien pagado, lo que las hace menos
dependientes económicamente de sus maridos. Por lo tanto, pueden hacer
frente con mayor facilidad en caso de divorcio", añadió.
En Noruega, la educación de los niños se reparte generalmente de
manera equitativa entre el padre y la madre (siete de cada diez
parejas), señaló Hansen, quien fue entrevistado en un parque mientras se
ocupaba de sus hijos.
Sin embargo, en siete de cada diez casos, las mujeres dedican más tiempo que los hombres a las tareas domésticas.
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