El Ministerio rumano del Interior prohíbe la adquisición de software libre y abierto a pesar de las recomendaciones de la Unión Europea. Según el Open Source Observatory, la justificación del Ministerio se da a través de la licitación de un sistema para gestionar registros criminales que tendrá un costo de €2.85 millones.
La prohibición es explícita en los documentos de la licitación:
Todas las versiones que conforman la oferta no pueden publicarse bajo una ‘licencia de software libre’ —GPL o similar.
Es extraño porque, como digo arriba la Unión Europea promueve entre sus miembros el uso de código y estándares abiertos para la administración pública. Más todavía porque el gobierno rumano admite que usa software libre para la administración de otros recursos. Sin embargo, dice el Ministerio que
por el momento, todos los sistemas críticos son implementados sobre plataformas empresariales con tal de seguir requerimientos estrictos de seguridad e interoperabilidad.
Es decir, parece que el gobierno rumano considera más sencillo continuar con las plataformas propietarias antes que diseñar un completo plan de migración de su infraestructura y sistemas críticos hacia el software libre. Las políticas internas les resultan prioritarias:
Mantenemos ese requerimiento [no software libre]. Dada la importancia de la adquisición en términos de seguridad de sistemas, las políticas internas anulan la posibilidad de cualquier modificación del código fuente.
Se sabe que algunos partidos han enviado una queja al Ministerio rumano, por lo pronto, se le exige confirmar si la plataforma empresarial
está basada en estándares abiertos, que provee interconectividad e interoperabilidad con las plataformas europeas existentes
De lo contrario, su requerimiento en la licitación sería ilegal y anti competitivo. Ojalá que la gente de ROSI se manifieste al respecto; es bien sabido que la comunidad open source rumana es muy sólida.
La interoperabilidad es un concepto fundamental hoy en día. Una utopía según la perspectiva. Se trata de que los estándares permitan la comunicación entre tecnologías, más allá de su origen o propósito. La interoperabilidad impulsa la utilización de una especie de lingua franca entre software privado y libre, lo que da la oportunidad para que uno u otro compitan por el mismo mercado. Lo contrario sería elegir por la tecnología propietaria, que por su parte suele favorecer una visión única del mundo, la estandarización de facto, impuesta.
Dicho de otra manera, el software y los estándares abiertos conducen a la interoperabilidad. El software cerrado, a la inoperabilidad a largo plazo.