- Descuidar tu imagen:
“Cuando se trata de un primer encuentro, hay que esforzarse por mostrar la mejor imagen porque ahí es donde se forma una buena o mala impresión“, dice la comunicadora organizacional y especialista en imagen, Maritza Franco Zuñiga.
Hay que invertir en la apariencia, dice David Navarro, consultor de Imagen Excellence.
Una organización cuyos colaboradores tienen una mala imagen personal puede tergiversar el mensaje real que pretende comunicar a clientes y prospectos, señala el experto.
- Mucho ‘rollo’ curricular:
De nada sirve saber si ganaste el concurso de oratoria en tercero de primaria, o si el maestro de Español en segundo de secundaria te felicitó un martes con un sol que brillaba….¡No!
Lo ideal es centrarte en las tareas que manejas y los resultados (de preferencia numéricos) obtenidos. Enfócate en tus estudios universitarios y no seas tan ‘rollero’ en las destrezas técnicas -como los idiomas y programas computacionales-, dice el manual ‘Preparando mi entrevista de trabajo’, publicado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
- Escucha sin interrupciones
El formato debe ser que te pregunten, tú contestas y todo en un tono cordial, sin que respondas más de lo que se te pide.
Si percibes que el reclutador se ve interesado en conocer más, pregúntale si desea más información.
Escucha con atención para que no pierdas el hilo de la charla
- No al entrevistado psicópata
Espera a que se comuniquen contigo. Si pasan más de dos semanas y no te llaman, puedes contactarlo y preguntar cómo va el proceso, pero sin presionar.
Aprovecha los últimos minutos de la entrevista para preguntar cuál es el siguiente paso e incluso para recibir observaciones de tu perfil y desempeño.
- El dinero no lo es todo
En el campo laboral esto no aplica. Primero mantente cauto con el sueldo. Trata de anteponer el hablar de tus habilidades, de lo que puedes aportar, por más que el entrevistador saque el tema monetario.
Entiende bien lo que la empresa requiere que realices y entonces sí, cuando te den una oferta, analiza si el sueldo es lo adecuado para tus labores.
Cuando te pregunten ¿cuánto deseas obtener? no te muestres como un inexperto (aunque lo seas) y di una cantidad razonable al mercado laboral. Claro, es importante que investigues antes cuál es el salario que se maneja en tu sector.
Toma en cuenta que al haber tantos demandantes de empleo, es probable que exista alguien que acepte hacer lo mismo, ganando menos. No menosprecies tu trabajo y mantén un perfil negociador.
Puedes preguntar si la oferta que te hacen es la última o si se puede negociar.
- El ex empleado resentido
Encuentra aspectos positivos de tus anteriores trabajos, destácalos cuando se toque el tema de experiencia laboral y sé cauto a la hora de explicar tu salida del anterior empleo.
Es común que los comentarios negativos produzcan desconfianza y te creas fama de persona conflictiva.
Además, se toma como deslealtad hablar mal de tu anterior jefe y empleo.
Como sugerencia, una buena respuesta es que buscas un crecimiento profesional.
- ‘Pinocho’ busca trabajo
Juay de rito: Una de las mentiras más comunes es sobre el porcentaje en el dominio de idioma inglés. Lo malo es cuando te ponen pruebas y resulta que no sabes lo que decías.
Santo Domingo: Tu título ‘chueco’ no llegará muy lejos. 8% de los mexicanos miente con respecto a sus estudios de licenciatura, según una encuesta de la aceleradora de competencias estratégicas Inteligia. Si el reclutador investiga y nota algo raro, es probable que pase al siguiente currículo.
‘Inflar’: No exageres tus salarios percibidos anteriormente en busca de que te paguen un jugoso salario. Tampoco alteres los tiempos de tus empleos antiguos, toma en cuenta que con sólo una llamada pueden descubrir tu mentira.
Fuente: http://www.cnnexpansion.com
Fuente: http://blog.zonajobs.com/postulantes/7-errores-que-espantan-al-reclutador-2/
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