– Perdone ¿el curso de geometría fractal?
– Sí, al fondo del pasillo.
I am root - Jargon Force - A veces es mejor encender un lanzallamas que maldecir la obscuridad...
30 abril 2019
29 abril 2019
26 abril 2019
Salmuera para el asado
La salmuera no solo condimenta y aporta un riquisimo sabor al asado, sino que tambien evita que el mismo se reseque durante la coccion, compañera inseparable de todo buen asador.
Ingredientes:
En una botella de vidrio (mucho mejor que una de plastico), ponemos medio litro de Agua tibia por cada 50g de Sal Gruesa. Agregamos los dientes de Ajo pelados y aplastados, el Aji Molido, el Romero y la Pimienta Blanca molida.
Ingredientes:
- Sal Gruesa
- Ajo
- Romero
- Aji Molido
- Pimienta Blanca
- Agua
En una botella de vidrio (mucho mejor que una de plastico), ponemos medio litro de Agua tibia por cada 50g de Sal Gruesa. Agregamos los dientes de Ajo pelados y aplastados, el Aji Molido, el Romero y la Pimienta Blanca molida.
Algunos le agregan Tomillo, Oregano, Laurel e incluso Jugo de un Limon, no es mi caso.
Agitamos bien verificando que la Sal Gruesa se disolvio totalmente en el Agua tibia y que los demas ingredientes se mezclen totalmente. Dejamos reposar durante una hora y listo, podemos aplicarla directamente sobre las carnes, pudiendo utilizar en la punta de la botella un corcho cortado en V y salpicando levemente la carne y las achuras, disfrutando del placer de cocinar un rico asado entre amigos, acompañado de un generoso vino tinto.
Que te diviertas!
Agitamos bien verificando que la Sal Gruesa se disolvio totalmente en el Agua tibia y que los demas ingredientes se mezclen totalmente. Dejamos reposar durante una hora y listo, podemos aplicarla directamente sobre las carnes, pudiendo utilizar en la punta de la botella un corcho cortado en V y salpicando levemente la carne y las achuras, disfrutando del placer de cocinar un rico asado entre amigos, acompañado de un generoso vino tinto.
Que te diviertas!
24 abril 2019
Alas
La muerte hace ángeles de todos nosotros y nos da alas donde antes solo teníamos hombros... suaves como garras de cuervo.Jim Morrison
23 abril 2019
BTFS un sistema de archivos BitTorrent para Linux
A pesar de la mala fama que tienen las redes peer-to-peer, sobre todo en lo que se refiere a la red BitTorrent, lo cierto es han sido una auténtica revolución. No depender de un servidor siempre es una ventaja. Y, el intercambio directo de información, es probablemente el máximo exponente de la libertad de los usuarios. Sin embargo, esto para determinados sectores representa un problema, en lo que a su modelo de negocio se refiere. Sin embargo, el objeto de este artículo no es escribir sobre las redes peer-to-peer sino de BTFS, un sistema de archivos BitTorrent.
Actualmente, y al margen del uso ilegal que se le puede dar a este tipo de redes, lo cierto es que existe mucha información y documentación disponible a través de BitTorrent.
Un ejemplo claro es archive.org, donde dispones de mas de casi cuatro millones de vídeos que disfrutar, por supuesto, la mayoría en inglés.
Ahora bien, si tu problema no es el idioma, sino tener que esperar a descargarlo, la solución es el sistema de archivos BitTorrent BTFS.
BTFS, un sistema de archivos BitTorrent
¿Que es BTFS?¿Que es eso de un sistema de archivos BitTorrent?
Pues si, es lo que te imaginas… Se trata de montar cualquier archivo .torrent p cualquier magnet link. De esta manera, y a partir de ese momento, puedes trabajar como si se tratara de un directorio de solo lectura. Es decir, puedes listar su contenido, copiarlo a otros directorios, etc… Es decir, utilidades como ls, cat y cp funcionan exactamente como te las imaginas.
Un ejemplo del funcionamiento de BTFS…
Para que veas exactamente el funcionamiento de un sistema de archivos BitTorrent como BTFS, he buscado una película de Charlie Chaplin en archive.org.
He descargado el torrent, y lo he montado. A partir de ahí, he buscado la película y he ejecutado VLC desde el terminal.
https://archive.org/download/charlie_chaplin_film_fest/charlie_chaplin_film_fest_archive.torrent
Esto puesto en órdenes de terminal, sería algo como lo siguiente…
mkdir -p ~/mnt/ccff
cd ~/mnt
wget https://archive.org/download/charlie_chaplin_film_fest/charlie_chaplin_film_fest_archive.torrent
btfs charlie_chaplin_film_fest_archive.torrent ccff
cvlc ccff/charlie_chaplin_film_fest/charlie_chaplin_film_fest_512kb.mp4
Yo he utilizado cvlc en lugar de vlc porque es la la versión sin interfaz, pero puedes utilizarlo perfectamente con vlc o también con mplayer.
Una vez has terminado de ver la película o simplemente de copiar un archivo contenido en el bittorent, tan solo tienes que desmontar el sistema de archivos BitTorrent. Para ello, ejecuta la orden,
cd ~/mnt
fusermount -u ccff
Como puedes ver y te puedes imaginar, hacer uso de esta aplicación es realmente sencillo a la vez que práctico. Te permite una vez que has montado el archivo en cuestión, acceder a un documento en particular, y copiarlo directamente a tu equipo, sin necesidad de descargar todo el archivo. Realmente es una solución muy práctica.
Instalación
Este sistema de archivos BitTorrent llamado BTFS, lo puedes instalar directamente en Ubuntu con tan solo hacer clic en btfs, puesto que se encuentra en los repositorios oficiales. También puedes instalarlo desde un terminal, ejecutando la orden,
sudo apt install btfs
Instalar la última versión
BTFS se trata de un proyecto GPL versión 3.0. Es un proyecto vivo, que empezó en 2.015, y que ha sido actualizado hace apenas unos días de la redacción de este proyecto. Si quieres instalar la última versión, te recomiendo que visites el proyecto de GitHub, https://github.com/johang/btfs, donde encontrarás información detallada como hacerlo. Sin embargo, si no estás muy ducho en esto de la compilación de código fuente, no te lo recomiendo, aunque con las instrucciones indicadas por el desarrollador no es nada complicado.
Conclusiones
Soy consciente de que las redes BitTorrent traen consigo mucha polémica. Sin embargo, y como ya he comentado en muchas ocasiones, intentar ponerles puertas al campo, es misión imposible.
Es mas sencillo reiniventarse, y esto lo estamos viendo poco a poco con plataformas como Spotify, Netflix o la misma Amazon. Intentar mantenerse no es la solución, hay que buscar otra salida.
22 abril 2019
Limpiar USB creado con DD en Microsoft Windows
Algunos o varios como yo en Linux utilizamos DD a la hora de generar un instalador de ISO a USB y cuando intentamos formatear el USB en Windows nos encontramos que no se ven particiones o el tamaño original del USB no es coincidente.
Para arreglar esto voy a explicar brevemente como limpiar el USB con Diskpart en Microsoft Windows 7.
Microsoft Windows [Versión 6.1.7601]
Copyright (c) 2009 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.
C:\Windows\System32>diskpart
Microsoft DiskPart versión 6.1.7601
Copyright (C) 1999-2008 Microsoft Corporation.
En el equipo: VALINOR
DISKPART> list disk
Núm Disco Estado Tamaño Disp Din Gpt
---------- ---------- ------- ------- --- ---
Disco 0 En línea 119 GB 0 B
Disco 1 En línea 1863 GB 0 B
Disco 2 En línea 1863 GB 0 B
Disco 3 En línea 14 GB 0 B
DISKPART> select disk 3
El disco 3 es ahora el disco seleccionado.
DISKPART> clean
DiskPart ha limpiado el disco satisfactoriamente.
DISKPART> exit
Saliendo de DiskPart...
C:\Windows\System32>
Como verán, introduje el USB, liste los discos con list disk, seleccione el USB con select disk 3 y procedí a limpiarlo con clean. Al final simplemente formateamos el USB con la herramienta de formateo y listo. Problema solucionado.
Tomado de https://www.barrahome.org/2016/02/10/limpiar-usb-creado-con-dd-en-microsoft-windows/ donde pueden encontrar muchas mas cosas muy utiles
Para arreglar esto voy a explicar brevemente como limpiar el USB con Diskpart en Microsoft Windows 7.
Microsoft Windows [Versión 6.1.7601]
Copyright (c) 2009 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.
C:\Windows\System32>diskpart
Microsoft DiskPart versión 6.1.7601
Copyright (C) 1999-2008 Microsoft Corporation.
En el equipo: VALINOR
DISKPART> list disk
Núm Disco Estado Tamaño Disp Din Gpt
---------- ---------- ------- ------- --- ---
Disco 0 En línea 119 GB 0 B
Disco 1 En línea 1863 GB 0 B
Disco 2 En línea 1863 GB 0 B
Disco 3 En línea 14 GB 0 B
DISKPART> select disk 3
El disco 3 es ahora el disco seleccionado.
DISKPART> clean
DiskPart ha limpiado el disco satisfactoriamente.
DISKPART> exit
Saliendo de DiskPart...
C:\Windows\System32>
Como verán, introduje el USB, liste los discos con list disk, seleccione el USB con select disk 3 y procedí a limpiarlo con clean. Al final simplemente formateamos el USB con la herramienta de formateo y listo. Problema solucionado.
Tomado de https://www.barrahome.org/2016/02/10/limpiar-usb-creado-con-dd-en-microsoft-windows/ donde pueden encontrar muchas mas cosas muy utiles
19 abril 2019
La supertecnología de Adolf Hitler que aterrorizaba a los aliados
El Führer ordenó construir todo tipo de aeronaves, que serían luego la base de la aeronáutica moderna.
Dicen que "caían 25 aviones por uno nazi". La supremacía en los cielos de la Alemania de Adolf Hilter en la Segunda Guerra Mundial era el terror de los aliados. En realidad, según destaca un artículo del diario ABC de España, la maquinaria de guerra nazi era una potencia a nivel tecnológico y fue en el aire donde se destacó más.
Según el artículo titulado "La olvidada supertecnología de Hitler que aterrorizaba a los aliados", desde la construcción de la primera nave espacial de la historia hasta la realización de unos pioneros diseños de aviones invisibles al radar, Adolf Hitler logró que la aviación alemana se adelantase casi medio siglo a su tiempo sentando las bases de la tecnología aérea moderna.
Como ejemplo de esa avanzada, figura la fabricación de las primeras aeronaves a reacción y de gigantescos bombarderos que podían recorrer miles de kilómetros sin repostar.
"La potencia destructiva y las técnicas usadas eran tan avanzadas que hasta el último momento Hitler mantenía aún esperanzas de poder dar un golpe sorpresa a los aliados", dice el escritor José Lesta en su libro El enigma nazi, citado por ABC.
Al parecer la motivación y obsesión de Hitler era bombardear Estados Unidos. Pero semejante campaña era imposible. Por entonces, ningún avión tenía la suficiente autonomía para volar desde Alemania a América del Norte. Y justamente esa fue la razón para construir uno que sí pudiera.
"Sin duda el proyecto más futurista y adelantado a su tiempo, con el que los nazis querían bombardear Estados Unidos, era el del 'Bombardero Suborbital Sänger-Bredt'. De lejos el más atrevido invento secreto de la aeronáutica alemana", explica Lesta en su libro.
"Consistía en una nave que debería alcanzar una altitud espacial a la fantástica velocidad de 'match 20' –veinte veces la velocidad del sonido", afirma Lesta.
En síntesis, los alemanes pretendían lograr que uno de sus cohetes fuera tripulado y armado con un explosivo. Elevarlo hasta la atmósfera y luego arrojar su carga sobre Washington.
"Finalmente, tras dejar caer su carga mortífera de bombas, regresaría del mismo modo a su base, aterrizando a 500 km/h y desplegando unos paracaídas traseros que le facilitarían la maniobra, tras haber cruzado la mitad del planeta. Además, una de las novedades características de esta nave era que podía ser reutilizada a las pocas horas de su aterrizaje", dice Lesta. En total, toda esta misión dudaría unas 27 horas.
Sin embargo, y según Lesta, la llegada del final de la contienda impidió que el proyecto se finalizara. El régimen además terminó apostando por diseños más tradicionales y menos experimentales.
Con todo, el encargado de construir la diabólica nave era el ingeniero aeroespacial austríaco Eugen Sänger.
Fue Sänger quien propuso el vuelo propulsado por cohetes. Fue su tema de tesis en la universidad, pero fue rechazado por fantasioso. Pero su fantasía llegó a oídos del Ministerio de Aviación del Reich, y se convirtió en la base del proyecto Amerika, es decir la construcción de una nave capaz de bombardear Estados Unidos.
El trabajo de Sänger sería la base de desarrollos posteriores. Según Lesta, las investigaciones de Sänger fueron usadas finalmente por la propia NASA.
Otro de los proyectos revolucionarios de la Alemania nazi fue el "Messerschmitt Me 262", el primer caza a reacción operativo del mundo.
El uso de este tipo de aviones significaba un cambio radical en la forma de entender los combates aéreos. Y es que, durante la década del 40 el principal sistema de propulsión era a hélice, explica ABC.
El nuevo motor a reacción daba mayor velocidad a los aviones además de más altura y autonomía.
El Me 262 fue un dolor de cabeza para los aliados. "Los aliados no daban crédito a lo que veían. Mientras ellos se movían lentamente con sus viejas hélices, los Messerschmitt alemanes surcaban los cielos a 850 km/h, una velocidad nunca vista", sentencia Lesta en su libro.
Y "por cada Messerschmitt derribado, caían 25 aviones aliados".
Tomado de: https://www.clarin.com/mundo/supertecnologia-adolf-hitler-aterrorizaba-aliados_0_jeRwbQd8d.html
Dicen que "caían 25 aviones por uno nazi". La supremacía en los cielos de la Alemania de Adolf Hilter en la Segunda Guerra Mundial era el terror de los aliados. En realidad, según destaca un artículo del diario ABC de España, la maquinaria de guerra nazi era una potencia a nivel tecnológico y fue en el aire donde se destacó más.
Según el artículo titulado "La olvidada supertecnología de Hitler que aterrorizaba a los aliados", desde la construcción de la primera nave espacial de la historia hasta la realización de unos pioneros diseños de aviones invisibles al radar, Adolf Hitler logró que la aviación alemana se adelantase casi medio siglo a su tiempo sentando las bases de la tecnología aérea moderna.
Como ejemplo de esa avanzada, figura la fabricación de las primeras aeronaves a reacción y de gigantescos bombarderos que podían recorrer miles de kilómetros sin repostar.
"La potencia destructiva y las técnicas usadas eran tan avanzadas que hasta el último momento Hitler mantenía aún esperanzas de poder dar un golpe sorpresa a los aliados", dice el escritor José Lesta en su libro El enigma nazi, citado por ABC.
Al parecer la motivación y obsesión de Hitler era bombardear Estados Unidos. Pero semejante campaña era imposible. Por entonces, ningún avión tenía la suficiente autonomía para volar desde Alemania a América del Norte. Y justamente esa fue la razón para construir uno que sí pudiera.
"Sin duda el proyecto más futurista y adelantado a su tiempo, con el que los nazis querían bombardear Estados Unidos, era el del 'Bombardero Suborbital Sänger-Bredt'. De lejos el más atrevido invento secreto de la aeronáutica alemana", explica Lesta en su libro.
"Consistía en una nave que debería alcanzar una altitud espacial a la fantástica velocidad de 'match 20' –veinte veces la velocidad del sonido", afirma Lesta.
En síntesis, los alemanes pretendían lograr que uno de sus cohetes fuera tripulado y armado con un explosivo. Elevarlo hasta la atmósfera y luego arrojar su carga sobre Washington.
"Finalmente, tras dejar caer su carga mortífera de bombas, regresaría del mismo modo a su base, aterrizando a 500 km/h y desplegando unos paracaídas traseros que le facilitarían la maniobra, tras haber cruzado la mitad del planeta. Además, una de las novedades características de esta nave era que podía ser reutilizada a las pocas horas de su aterrizaje", dice Lesta. En total, toda esta misión dudaría unas 27 horas.
Sin embargo, y según Lesta, la llegada del final de la contienda impidió que el proyecto se finalizara. El régimen además terminó apostando por diseños más tradicionales y menos experimentales.
Con todo, el encargado de construir la diabólica nave era el ingeniero aeroespacial austríaco Eugen Sänger.
Fue Sänger quien propuso el vuelo propulsado por cohetes. Fue su tema de tesis en la universidad, pero fue rechazado por fantasioso. Pero su fantasía llegó a oídos del Ministerio de Aviación del Reich, y se convirtió en la base del proyecto Amerika, es decir la construcción de una nave capaz de bombardear Estados Unidos.
El trabajo de Sänger sería la base de desarrollos posteriores. Según Lesta, las investigaciones de Sänger fueron usadas finalmente por la propia NASA.
Otro de los proyectos revolucionarios de la Alemania nazi fue el "Messerschmitt Me 262", el primer caza a reacción operativo del mundo.
El uso de este tipo de aviones significaba un cambio radical en la forma de entender los combates aéreos. Y es que, durante la década del 40 el principal sistema de propulsión era a hélice, explica ABC.
El nuevo motor a reacción daba mayor velocidad a los aviones además de más altura y autonomía.
El Me 262 fue un dolor de cabeza para los aliados. "Los aliados no daban crédito a lo que veían. Mientras ellos se movían lentamente con sus viejas hélices, los Messerschmitt alemanes surcaban los cielos a 850 km/h, una velocidad nunca vista", sentencia Lesta en su libro.
Y "por cada Messerschmitt derribado, caían 25 aviones aliados".
Tomado de: https://www.clarin.com/mundo/supertecnologia-adolf-hitler-aterrorizaba-aliados_0_jeRwbQd8d.html
16 abril 2019
Macarrones con queso sin horno a la Vampii
Receta "de circunstancia", es muy rapida y simple de preparar.
Tambien podes hacerlo en tu casa, para practicar cuando realmente tengas que usar esta habilidad y no pasar hambre, o lucirte e impresionar a esa chica que te gusta, es una buena idea de todas formas.
Ingredientes:
- Macarrones o Coditos de pasta corta
- Queso Cheddar
- Queso Crema
- Ajo Fresco
- Huevo
- Crema de Leche
- Nuez Moscada
- Sal
- Pimienta
- Aceite
- Agua
Preparacion:
Batimos el Huevo junto a la Crema de Leche, añadimos la Nuez Moscada, el Queso Crema, los Ajos picados, Sal y Pimienta.
En una olla, hervir los Macarrones con Agua, Sal y un chorro de Aceite, y cuando le falten aproximadamente tres minutos, escurrir bien los Macarrones.
Agregar la salsa junto a los Macarrones y cocinar tres minutos mas, agregar el Queso Cheddar y dejar reposar tres minutos mas.
Remover todos los ingredientes y servir junto a un generoso Vino Tinto entre amigos.
Que te diviertas!
15 abril 2019
Reflexiòn
Amar es una oportunidad, un motivo sublime que se ofrece a cada individuo para madurar y llegar a ser algo en sí mismo, para volverse mundo.
Rainer Maria Rilke
13 abril 2019
Pelicula Seleccionada: Star Trek (J.J. Abrams, 2009)
La abultadísima horda de fans de la saga suponía un peligroso escollo para la acogida de esta entrega de diseño plenamente contemporáneo y con una distancia de siete años en relación a su más próxima predecesora, Star Trek: Némesis (2002) y de muchísimos más en relación a la serie que inauguró la saga en pantalla, Star trek (1966). Sin embargo, pese a tratarse de una empresa peliaguda, J.J. Abrams, controvertido y adorado creador de la serie Lost (2004), supo lidiar con ella gracias a su notable y apasionada cinefilia (exhibida aún con más ímpetu en la muy reciente Super 8), y ofreció un decente espectáculo de entretenimiento a partir de un relativo respeto por los personajes y las características fundacionales de la franquicia. Obviamente no convenció, ni mucho menos, a todos los fans, pero sí diseñó una digna entrega que dejó, en su estreno, buen sabor de boca. Veremos cómo la trata el paso del tiempo.
12 abril 2019
Compartiendo con OnionShare 2
Los desarrolladores del proyecto Tor realizaron el lanzamiento de la utilidad OnionShare 2, actualizando la vieja OnionShare, que le permite transferir y recibir archivos de forma segura y anónima, así como organizar el trabajo de un servicio público de intercambio de archivos. El código del proyecto está escrito en Python y distribuido bajo licencias GPLv3.
OnionShare ejecuta un servidor web que se ejecuta en el sistema local en forma de un servicio Tor oculto y lo pone a disposición de otros usuarios.
Para acceder al servidor, se genera una dirección de onion impredecible, que actúa como un punto de entrada para organizar el intercambio de archivos (por ejemplo, “http: //ash4…pajf2b.onion/slug”, donde slug son dos palabras aleatorias para mayor seguridad).
Para descargar o enviar archivos a otros usuarios, simplemente se tiene que compartir y abrir esa dirección en el Navegador Tor.
A diferencia de enviar archivos por correo electrónico o mediante servicios como Google Drive, DropBox WeTransfer, OnionShare es autónomo, no requiere acceso a servidores externos y le permite transferir el archivo directamente desde su computadora sin intermediarios.
No es necesario que los otros participantes de intercambio de archivos instalen OnionShare, un navegador Tor habitual y una instancia de OnionShare de uno de los usuarios.
El envío de la confidencialidad se realiza mediante la transmisión segura de la dirección, por ejemplo, utilizando el modo de cifrado end2end en el mensajero.
Una vez completada la transferencia, la dirección se elimina inmediatamente, es decir, transferir el archivo por segunda vez en modo normal no funcionará (requiere el uso de un modo público separado).
Se proporciona una interfaz gráfica en el lado del servidor que se ejecuta en el sistema del usuario del servidor para controlar los archivos enviados y recibidos, así como para controlar la transferencia de datos.
Sobre la nueva versión de OnionShare 2
Con el desarrollo de esta nueva versión se agregó la posibilidad de no solo compartir sus archivos, sino también recibir archivos de otros usuarios. Para descargar archivos de otros usuarios, se genera una dirección separada.
Con ello se implementó un modo público, que permite a múltiples usuarios descargar o enviar archivos.
De forma predeterminada, las direcciones de una sola vez(únicas) aún se generan, pero se eliminan inmediatamente después de que se complete la transferencia.
En el caso de transferir solo un archivo, su empaquetamiento en un archivo zip ya no se usa (el zip se genera solo cuando se seleccionan varios archivos o directorios).
Se proporciona soporte completo de Tor-transport meek_lite, lo que simplifica enormemente la conexión con Tor en países con una fuerte censura.
Para evitar el bloqueo, se utiliza un reenvio a través de la plataforma en la nube de Microsoft Azure.
En el modo público, la dirección no cambia, el intercambio finaliza y la dirección se elimina manualmente.
La combinación de una dirección permanente y un modo de envío le permite crear almacenes compartidos simples como DropBox u organizar una transferencia anónima de información.
De las demás mejoras añadidas encontramos lo siguiente:
¿Cómo instalar OnionShare en Linux?
Deberán de saber que existen paquetes preparados para Slackware, Ubuntu, Fedora, Windows y macOS. Por lo que podemos hacer uso de estos para instalar la aplicación en nuestra distribución de Linux.
Para saber de donde instalarlo:
root@daelomin:/# slpkg -F onionshare
Packages with name matching [ onionshare ]
+==============================================================================
| Repository Package Size
+==============================================================================
sbo onionshare-2.0 0 K
Found summary
===============================================================================
Total found 1 packages in 1 repositories.
OnionShare ejecuta un servidor web que se ejecuta en el sistema local en forma de un servicio Tor oculto y lo pone a disposición de otros usuarios.
Para acceder al servidor, se genera una dirección de onion impredecible, que actúa como un punto de entrada para organizar el intercambio de archivos (por ejemplo, “http: //ash4…pajf2b.onion/slug”, donde slug son dos palabras aleatorias para mayor seguridad).
Para descargar o enviar archivos a otros usuarios, simplemente se tiene que compartir y abrir esa dirección en el Navegador Tor.
A diferencia de enviar archivos por correo electrónico o mediante servicios como Google Drive, DropBox WeTransfer, OnionShare es autónomo, no requiere acceso a servidores externos y le permite transferir el archivo directamente desde su computadora sin intermediarios.
No es necesario que los otros participantes de intercambio de archivos instalen OnionShare, un navegador Tor habitual y una instancia de OnionShare de uno de los usuarios.
El envío de la confidencialidad se realiza mediante la transmisión segura de la dirección, por ejemplo, utilizando el modo de cifrado end2end en el mensajero.
Una vez completada la transferencia, la dirección se elimina inmediatamente, es decir, transferir el archivo por segunda vez en modo normal no funcionará (requiere el uso de un modo público separado).
Se proporciona una interfaz gráfica en el lado del servidor que se ejecuta en el sistema del usuario del servidor para controlar los archivos enviados y recibidos, así como para controlar la transferencia de datos.
Sobre la nueva versión de OnionShare 2
Con el desarrollo de esta nueva versión se agregó la posibilidad de no solo compartir sus archivos, sino también recibir archivos de otros usuarios. Para descargar archivos de otros usuarios, se genera una dirección separada.
Con ello se implementó un modo público, que permite a múltiples usuarios descargar o enviar archivos.
De forma predeterminada, las direcciones de una sola vez(únicas) aún se generan, pero se eliminan inmediatamente después de que se complete la transferencia.
En el caso de transferir solo un archivo, su empaquetamiento en un archivo zip ya no se usa (el zip se genera solo cuando se seleccionan varios archivos o directorios).
Se proporciona soporte completo de Tor-transport meek_lite, lo que simplifica enormemente la conexión con Tor en países con una fuerte censura.
Para evitar el bloqueo, se utiliza un reenvio a través de la plataforma en la nube de Microsoft Azure.
En el modo público, la dirección no cambia, el intercambio finaliza y la dirección se elimina manualmente.
La combinación de una dirección permanente y un modo de envío le permite crear almacenes compartidos simples como DropBox u organizar una transferencia anónima de información.
De las demás mejoras añadidas encontramos lo siguiente:
- Se agregó soporte para la tercera versión del protocolo onion-services.
- Implementación de la versión de lanzamiento para macOS en modo de aislamiento de sandbox.
- Se agregó la capacidad de seleccionar el idioma de la interfaz.
- Significativamente rediseñado código base del proyecto. Para controlar la calidad del producto implementado de pruebas unitarias.
¿Cómo instalar OnionShare en Linux?
Deberán de saber que existen paquetes preparados para Slackware, Ubuntu, Fedora, Windows y macOS. Por lo que podemos hacer uso de estos para instalar la aplicación en nuestra distribución de Linux.
Para saber de donde instalarlo:
root@daelomin:/# slpkg -F onionshare
Packages with name matching [ onionshare ]
+==============================================================================
| Repository Package Size
+==============================================================================
sbo onionshare-2.0 0 K
Found summary
===============================================================================
Total found 1 packages in 1 repositories.
Y para instalarlo:
root@daelomin:/# slpkg -s sbo onionshare
Para quienes sean usuarios de Ubuntu y derivados, solo tenemos que añadir el PPA de OnionShare a nuestro sistema. Esto lo hacemos abriendo una terminal y tecleando el siguiente comando:
sudo add-apt-repository ppa:micahflee/ppa
sudo apt update
sudo apt install -y onionshare
Para el caso de los que son usuarios de Fedora y derivados de esta, la instalación la realizamos ejecutando el siguiente comando:
sudo dnf install onionshare
Finalmente, de manera no oficial en Arch Linux en los repositorios de AUR existe un paquete de la aplicación y este lo podemos instalar en nuestro sistema ejecutando el siguiente comando:
yay -S onionshare
Para el resto de las distribuciones de Linux pueden realizar la compilación siguiendo las instrucciones en este enlace.
https://github.com/micahflee/onionshare/blob/master/BUILD.md#gnulinux
Basado en: https://linuxconfig.org/share-files-securely-with-onionshare
root@daelomin:/# slpkg -s sbo onionshare
Para quienes sean usuarios de Ubuntu y derivados, solo tenemos que añadir el PPA de OnionShare a nuestro sistema. Esto lo hacemos abriendo una terminal y tecleando el siguiente comando:
sudo add-apt-repository ppa:micahflee/ppa
sudo apt update
sudo apt install -y onionshare
Para el caso de los que son usuarios de Fedora y derivados de esta, la instalación la realizamos ejecutando el siguiente comando:
sudo dnf install onionshare
Finalmente, de manera no oficial en Arch Linux en los repositorios de AUR existe un paquete de la aplicación y este lo podemos instalar en nuestro sistema ejecutando el siguiente comando:
yay -S onionshare
Para el resto de las distribuciones de Linux pueden realizar la compilación siguiendo las instrucciones en este enlace.
https://github.com/micahflee/onionshare/blob/master/BUILD.md#gnulinux
Basado en: https://linuxconfig.org/share-files-securely-with-onionshare
11 abril 2019
Tips para cocinar de camping
Atención a la seguridad con los cocinas (hornillos)
Evita cocinar dentro de las carpas (tiendas de campaña). Guarda la garrafita afuera de la carpa y separada de la cocina (hay gente que murio asfixiada mientras dormía). No cocines con cacharros de más de 20 cm de diámetro ni de capacidad superior a un litro; mantenelos al menos medio metro de cualquier tejido inflamable, vestimenta o bolsa de dormir. Evita los de aluminio sin tratar (anodizado de color o antiadherente) porque desprenden partículas muy nocivas para la salud.
Un orden adecuado permite ensuciar menos los cacharros durante la cena o comida
Si haces un puré o pasta primero, luego la sopa y al final un café, infusión de té, mate cocido o similar, cada preparado limpia lo anterior y será más higiénica y sencilla la limpieza.
Consulta el orden de preparación en las instrucciones
De forma general los sobrecitos con contenido para añadir sabor deben verterse antes que el alimento principal y moverlos hasta que el agua hierva. Consejo: con una cuchara larga de madera te vas a quemar menos.
¿Necesitas hervir siempre el agua?
Si el agua no es potable ni usaste ningún sistema para potabilizarla previamente, debe hervir al menos tres minutos antes de cocinar, incluso diez minutos en casos de agua muy dudosa. Si el agua es potable, existen alimentos que no necesitan prepararse en agua hirviendo, basta con que esté caliente: a sólo 60°C ya podes disolver una sopa instantánea, o preparar un puré.
Que te diviertas!
Evita cocinar dentro de las carpas (tiendas de campaña). Guarda la garrafita afuera de la carpa y separada de la cocina (hay gente que murio asfixiada mientras dormía). No cocines con cacharros de más de 20 cm de diámetro ni de capacidad superior a un litro; mantenelos al menos medio metro de cualquier tejido inflamable, vestimenta o bolsa de dormir. Evita los de aluminio sin tratar (anodizado de color o antiadherente) porque desprenden partículas muy nocivas para la salud.
Un orden adecuado permite ensuciar menos los cacharros durante la cena o comida
Si haces un puré o pasta primero, luego la sopa y al final un café, infusión de té, mate cocido o similar, cada preparado limpia lo anterior y será más higiénica y sencilla la limpieza.
Consulta el orden de preparación en las instrucciones
De forma general los sobrecitos con contenido para añadir sabor deben verterse antes que el alimento principal y moverlos hasta que el agua hierva. Consejo: con una cuchara larga de madera te vas a quemar menos.
¿Necesitas hervir siempre el agua?
Si el agua no es potable ni usaste ningún sistema para potabilizarla previamente, debe hervir al menos tres minutos antes de cocinar, incluso diez minutos en casos de agua muy dudosa. Si el agua es potable, existen alimentos que no necesitan prepararse en agua hirviendo, basta con que esté caliente: a sólo 60°C ya podes disolver una sopa instantánea, o preparar un puré.
Que te diviertas!
08 abril 2019
07 abril 2019
06 abril 2019
05 abril 2019
Engaños
Aunque el engaño sea detestable en otras actividades, su empleo en la guerra es laudable y glorioso, y el que vence a un enemigo por medio del engaño merece tantas alabanzas como el que lo logra por la fuerza.
Nicolás Maquiavelo.
Nicolás Maquiavelo.
04 abril 2019
03 abril 2019
¡Firmes volamos!
Este era el lema del 164 escuadrón de la RAF, formado por voluntarios argentinos.
El Escuadrón se formó durante la Primera Guerra Mundial, pero no intervino militarmente, y se disolvió al acabar la contienda.
Ya en la Segunda Guerra Mundial, el escuadrón se vuelve a formar en 1942, resultando totalmente operativo en Mayo de ese mismo año.
Fueron un total de 600 los pilotos argentinos que volaron en la Segunda Guerra Mundial, en la RAF y en las Fuerzas Aéreas de Canadá. Aproximadamente 120 murieron en combate.
Desde sus inicios, el escuadrón fue equipado con Spitfire MK VAs. Más tarde, se le equiparía con Hawker hurricane y Hawker Typhoon.
El piloto argentino Ronnie Sheward |
Pilotos argentinos en la Segunda Guerra Mundial |
Miembros del 164º Squadron |
Podes obtener más amplia información, en los siguientes links, los cuales han sido mi fuente para estas escuetas líneas, y también para las fotos.
Tomado de: https://www.lasegundaguerra.com/
02 abril 2019
Los cañones de Malvinas
Las piezas de artillería cordobesas que fueron trasladadas a las islas se convirtieron en un arma clave para las tropas argentinas y se ganaron el respeto de los ingleses; hoy una de ellas ocupa un lugar en el Museo de los Paracaidistas de Aldershot, cerca de Londres.
ES la mañana del 1º de mayo de 1982 en Puerto Argentino. Pocas horas atrás habían terminado los ataques aéreos de los Vulcan y Sea Harrier sobre el aeropuerto y otros objetivos estratégicos en las islas. Ahora sería el turno de los buques británicos de acercarse a las costas para continuar el castigo sobre las posiciones argentinas con su artillería naval.
La reacción argentina no tardaría en llegar. Varias oleadas de aviones Dagger arrojaron sus bombas sobre las embarcaciones enemigas, las que, tras evaluar los daños recibidos, debieron repensar seriamente sobre la táctica utilizada.
A partir de entonces, las incursiones de bombardeo naval se realizarían sólo por la noche, lejos del alcance de la artillería terrestre y sin la molestia de las aeronaves argentinas, imposibilitadas de operar en misiones de ataque naval nocturno.
Transcurrían las noches, y la guarnición argentina sufría el constante martilleo de los proyectiles británicos. Cada buque tenía un cañón automático de 115 milímetros, con capacidad para efectuar 80 disparos por minuto. Resultaba indispensable dar una respuesta. Y rápido.
En la tarde del 13 de mayo, aterrizaba en Puerto Argentino un C-130 Hercules de la Fuerza Aérea Argentina, luego de un prolongado vuelo rasante sobre las olas del mar burlando el bloqueo. Al abrirse la compuerta de la bodega de la aeronave, no fue poca la sorpresa. Se asomaba la boca de una mole impresionante: era un cañón remolcado Sofma, calibre 155mm L33 Modelo 1977, del Ejército Argentino. La pieza había sido concebida y desarrollada en Argentina por Citefa durante la década del setenta, y producida en la Fábrica Militar de Río Tercero, en la provincia de Córdoba. Tenía un alcance máximo de 20 kilómetros, con munición convencional de 43 kilos. Suficiente para que los incursores perdieran también su impunidad nocturna. La pieza era considerada de gran avanzada y con características similares a las mejores del mundo. Ahora sería su turno para demostrarlo.
Tres días después, y con la pista de aterrizaje totalmente a oscuras, llegó otro Hercules con una segunda pieza.
Por su gran tamaño (más de 10 metros de largo), estos cañones recibieron en Malvinas apodos afectuosos, tales como "Gran Berta", "Gran Chaparral", "Gran Leopoldo", luciendo inscripciones jocosas alusivas a algún miembro de la corona sobre sus tubos.
Se decidió su emplazamiento en los alrededores de Puerto Argentino, sobre el camino que pasaba por Sapper Hill, al abrigo de su ladera nordeste. El peso del cañón (8500 kilos) y la ausencia de caminos adecuados provocaban su hundimiento en la esponjosa turba malvinense. Ello causaba grandes limitaciones en su movilidad, requiriendo un mayor trabajo y la utilización de una retroexcavadora para lograr el emplazamiento de las piezas en su posición, a unos 150 metros una de otra. Estas tareas y el traslado de la pesada y escasa munición culminaron al día siguiente. Como jefe de la Batería "D" del Grupo de Artillería 3 fue designado el teniente primero Luis A. Daffunchio, de quien se decía que a los Sofma "los tiraba al aire y caían parados". Los soldados argentinos, refregándose las manos, comenzaban a sentir que vengarían las molestias nocturnas de las últimas dos semanas. Ahora había que esperar. Pero no por mucho tiempo.
Bautismo de fuego
Esa misma noche, pasadas las 23, el jefe de la pieza recibió la información sobre la aparición en el radar de un eco sobre el mar. Era un buque que navegaba hacia el circuito de tiro cerca de la costa para cumplir con su rutinaria tarea de bombardeo naval contra las posiciones argentinas, confiado en la ausencia de respuesta. Esa noche se equivocaría.
Con los datos suministrados por el radar se establecieron la distancia y el ángulo de dirección para el disparo que, sumado a la velocidad del buque y el tiempo estimado en que el proyectil llegaría al blanco, permitiría preparar la pieza para abrir fuego. La munición era escasa, por lo que los artilleros argentinos no podían permitirse fallar.
Cuando el incursor se encontraba a unos 18 kilómetros de distancia, el silencio de la noche se quebró con el hasta entonces desconocido estampido del disparo del Sofma. Para sorpresa de la desprevenida tripulación, los impactos cayeron cerca del buque. Si bien no causaron daño, lograron el efecto esperado. Abruptamente la nave viró con rumbo opuesto, alejándose a toda velocidad. La guarnición argentina estalló en júbilo. El efecto sobre su moral resultó asombroso. Habían culminado las infernales noches de impotencia contra los buques agresores.
En la noche del 17 de mayo se repetiría la acción. A las 22.5, el radar recibió un eco ubicado a unos 30 kilómetros de la costa. Pocos minutos después aparecieron en la pantalla dos ecos más, que se aproximaban a gran velocidad en dirección a la costa. Ahora se contaba con un segundo cañón. Los buques comenzaban a realizar el habitual circuito de carrusel para el bombardeo naval. Los artilleros argentinos concentraron el fuego sobre uno de los blancos. Con los primeros impactos sobre el agua, los tres buques repitieron la desesperada maniobra, alejándose velozmente del lugar. Ya no se acercarían más impunemente. Había comenzado un duelo personal entre los buques ingleses y la artillería argentina.
Mirando al poniente
A principios de junio, con la infantería y artillería británicas aproximándose desde el oeste sobre el perímetro defensivo de Puerto Argentino, los Sofma recibieron una nueva tarea. Durante el día debían apuntar sus bocas de fuego en dirección a los cerros que comenzaban a ser ocupados para el avance final sobre la capital isleña.
Así, en varias oportunidades efectuaron disparos sobre los montes Kent y Wall, atacando posiciones de artillería, infantería y puestos de observación enemigos. Los efectivos británicos rápidamente aprendieron a distinguir el zumbido de la munición de 155 milímetros aproximándose, y a hundir sus cabezas en la turba apenas lo escuchaban. Los intentos para silenciar la molesta artillería argentina fracasaban uno tras otro. Las tropas enemigas recibían su castigo mientras intentaban avanzar sobre Monte Longdon, Dos Hermanas y Monte Harriet. Ahora eran los ingleses los que sentían la impotencia. Y su paciencia estaba llegando al límite.
En la mañana del 12 de junio, mientras los cañones eran aprestados para realizar una salva de disparos sobre blancos terrestres, dos aviones Harrier GR3 se lanzaron temerariamente en vuelo rasante hacia las posiciones argentinas ubicadas en las cercanías de Sapper Hill. Buscaban los cañones de 155. Lanzaron sus bombas racimo alcanzando una de las piezas, hiriendo además a varios de sus sirvientes, incluyendo a "Tom", el perro mascota que los soldados habían traído del continente. Uno de los aviones fue alcanzado por el fuego de armas livianas, y dificultosamente aterrizó en el portaaviones HMS Hermes, con un incendio en la zona posterior de su fuselaje. Si bien fue reparado, no volvería a participar en la guerra. El incursor pagó cara su osadía. La localización y ataque a las posiciones de estos cañones serían una de las máximas prioridades para la Royal Artillery y la Royal Air Force durante la campaña. En la costa, disipados el humo y la confusión, las ruedas de una de las piezas quedaron hechas jirones, inmovilizando el cañón. Con la posición convertida en terreno arrasado por las bombas e innumerables proyectiles navales, se decidió su traslado al día siguiente a una nueva. Los ingleses tendrían un respiro, pero breve.
Pasarían menos de 24 horas para que otro cañón, junto con más munición, llegara a las islas en la bodega de un avión Hercules. En prevención de otros ataques, la pieza recién llegada fue transportada a una nueva posición más hacia el este de la anterior, adonde llegó luego el cañón sobreviviente del ataque aéreo.
El asalto final sobre Puerto Argentino se aproximaba. Los duelos de artillería eran incesantes. A los Sofma se les sumaban los obuses Oto Melara de 105 milímetros, pero las piezas inglesas quedaban fuera del alcance de los proyectiles argentinos. Ello hacía muy arriesgada la situación de nuestros artilleros, obligándolos a cambiar su posición permanentemente para evitar ser alcanzados. Pero la munición les estaba escaseando.
El último vuelo en entrar a Puerto Argentino en la noche del 13 de junio llevaba en su vientre una última pieza de 155. Tal vez, un intento desesperado para prolongar el desenlace final. Sería muy tarde. Las tropas inglesas ya estaban en las afueras de la capital y esa última noche los artilleros argentinos callarían finalmente sus cañones. Dispararon hasta agotar su munición.
En la mañana siguiente se produjo el cese del fuego. El último cañón no alcanzó a ser emplazado y quedó estacionado en una de las calles de la ciudad. Los artilleros sacaron de sus piezas los blocks de cierre, enterrándolos en la turba, en un intento para inutilizarlas. No fue poca la sorpresa de los ingleses al constatar la escasa cantidad de cañones Sofma que tantos dolores de cabeza les habían ocasionado. Cualquier inglés que hubiera experimentado la sensación de quedar bajo el fuego de los 155, con sus esquirlas y explosiones, aún los recuerda con respeto. La reputación que por estos cañones nació entre las tropas de elite inglesas los llevó a conservarlos como trofeos. Una de las piezas fue colocada en un lugar de honor en el Museo de los Paracaidistas en Aldershot, a pocos kilómetros de Londres.
Con inmensa fortaleza y coraje, contando con cañones fabricados en el país, al igual que los forjados por fray Luis Beltrán más de un siglo y medio antes para el Ejército de los Andes, los artilleros argentinos habían cumplido su misión.
ES la mañana del 1º de mayo de 1982 en Puerto Argentino. Pocas horas atrás habían terminado los ataques aéreos de los Vulcan y Sea Harrier sobre el aeropuerto y otros objetivos estratégicos en las islas. Ahora sería el turno de los buques británicos de acercarse a las costas para continuar el castigo sobre las posiciones argentinas con su artillería naval.
La reacción argentina no tardaría en llegar. Varias oleadas de aviones Dagger arrojaron sus bombas sobre las embarcaciones enemigas, las que, tras evaluar los daños recibidos, debieron repensar seriamente sobre la táctica utilizada.
A partir de entonces, las incursiones de bombardeo naval se realizarían sólo por la noche, lejos del alcance de la artillería terrestre y sin la molestia de las aeronaves argentinas, imposibilitadas de operar en misiones de ataque naval nocturno.
Transcurrían las noches, y la guarnición argentina sufría el constante martilleo de los proyectiles británicos. Cada buque tenía un cañón automático de 115 milímetros, con capacidad para efectuar 80 disparos por minuto. Resultaba indispensable dar una respuesta. Y rápido.
En la tarde del 13 de mayo, aterrizaba en Puerto Argentino un C-130 Hercules de la Fuerza Aérea Argentina, luego de un prolongado vuelo rasante sobre las olas del mar burlando el bloqueo. Al abrirse la compuerta de la bodega de la aeronave, no fue poca la sorpresa. Se asomaba la boca de una mole impresionante: era un cañón remolcado Sofma, calibre 155mm L33 Modelo 1977, del Ejército Argentino. La pieza había sido concebida y desarrollada en Argentina por Citefa durante la década del setenta, y producida en la Fábrica Militar de Río Tercero, en la provincia de Córdoba. Tenía un alcance máximo de 20 kilómetros, con munición convencional de 43 kilos. Suficiente para que los incursores perdieran también su impunidad nocturna. La pieza era considerada de gran avanzada y con características similares a las mejores del mundo. Ahora sería su turno para demostrarlo.
Tres días después, y con la pista de aterrizaje totalmente a oscuras, llegó otro Hercules con una segunda pieza.
Por su gran tamaño (más de 10 metros de largo), estos cañones recibieron en Malvinas apodos afectuosos, tales como "Gran Berta", "Gran Chaparral", "Gran Leopoldo", luciendo inscripciones jocosas alusivas a algún miembro de la corona sobre sus tubos.
Se decidió su emplazamiento en los alrededores de Puerto Argentino, sobre el camino que pasaba por Sapper Hill, al abrigo de su ladera nordeste. El peso del cañón (8500 kilos) y la ausencia de caminos adecuados provocaban su hundimiento en la esponjosa turba malvinense. Ello causaba grandes limitaciones en su movilidad, requiriendo un mayor trabajo y la utilización de una retroexcavadora para lograr el emplazamiento de las piezas en su posición, a unos 150 metros una de otra. Estas tareas y el traslado de la pesada y escasa munición culminaron al día siguiente. Como jefe de la Batería "D" del Grupo de Artillería 3 fue designado el teniente primero Luis A. Daffunchio, de quien se decía que a los Sofma "los tiraba al aire y caían parados". Los soldados argentinos, refregándose las manos, comenzaban a sentir que vengarían las molestias nocturnas de las últimas dos semanas. Ahora había que esperar. Pero no por mucho tiempo.
Bautismo de fuego
Esa misma noche, pasadas las 23, el jefe de la pieza recibió la información sobre la aparición en el radar de un eco sobre el mar. Era un buque que navegaba hacia el circuito de tiro cerca de la costa para cumplir con su rutinaria tarea de bombardeo naval contra las posiciones argentinas, confiado en la ausencia de respuesta. Esa noche se equivocaría.
Con los datos suministrados por el radar se establecieron la distancia y el ángulo de dirección para el disparo que, sumado a la velocidad del buque y el tiempo estimado en que el proyectil llegaría al blanco, permitiría preparar la pieza para abrir fuego. La munición era escasa, por lo que los artilleros argentinos no podían permitirse fallar.
Cuando el incursor se encontraba a unos 18 kilómetros de distancia, el silencio de la noche se quebró con el hasta entonces desconocido estampido del disparo del Sofma. Para sorpresa de la desprevenida tripulación, los impactos cayeron cerca del buque. Si bien no causaron daño, lograron el efecto esperado. Abruptamente la nave viró con rumbo opuesto, alejándose a toda velocidad. La guarnición argentina estalló en júbilo. El efecto sobre su moral resultó asombroso. Habían culminado las infernales noches de impotencia contra los buques agresores.
En la noche del 17 de mayo se repetiría la acción. A las 22.5, el radar recibió un eco ubicado a unos 30 kilómetros de la costa. Pocos minutos después aparecieron en la pantalla dos ecos más, que se aproximaban a gran velocidad en dirección a la costa. Ahora se contaba con un segundo cañón. Los buques comenzaban a realizar el habitual circuito de carrusel para el bombardeo naval. Los artilleros argentinos concentraron el fuego sobre uno de los blancos. Con los primeros impactos sobre el agua, los tres buques repitieron la desesperada maniobra, alejándose velozmente del lugar. Ya no se acercarían más impunemente. Había comenzado un duelo personal entre los buques ingleses y la artillería argentina.
Mirando al poniente
A principios de junio, con la infantería y artillería británicas aproximándose desde el oeste sobre el perímetro defensivo de Puerto Argentino, los Sofma recibieron una nueva tarea. Durante el día debían apuntar sus bocas de fuego en dirección a los cerros que comenzaban a ser ocupados para el avance final sobre la capital isleña.
Así, en varias oportunidades efectuaron disparos sobre los montes Kent y Wall, atacando posiciones de artillería, infantería y puestos de observación enemigos. Los efectivos británicos rápidamente aprendieron a distinguir el zumbido de la munición de 155 milímetros aproximándose, y a hundir sus cabezas en la turba apenas lo escuchaban. Los intentos para silenciar la molesta artillería argentina fracasaban uno tras otro. Las tropas enemigas recibían su castigo mientras intentaban avanzar sobre Monte Longdon, Dos Hermanas y Monte Harriet. Ahora eran los ingleses los que sentían la impotencia. Y su paciencia estaba llegando al límite.
En la mañana del 12 de junio, mientras los cañones eran aprestados para realizar una salva de disparos sobre blancos terrestres, dos aviones Harrier GR3 se lanzaron temerariamente en vuelo rasante hacia las posiciones argentinas ubicadas en las cercanías de Sapper Hill. Buscaban los cañones de 155. Lanzaron sus bombas racimo alcanzando una de las piezas, hiriendo además a varios de sus sirvientes, incluyendo a "Tom", el perro mascota que los soldados habían traído del continente. Uno de los aviones fue alcanzado por el fuego de armas livianas, y dificultosamente aterrizó en el portaaviones HMS Hermes, con un incendio en la zona posterior de su fuselaje. Si bien fue reparado, no volvería a participar en la guerra. El incursor pagó cara su osadía. La localización y ataque a las posiciones de estos cañones serían una de las máximas prioridades para la Royal Artillery y la Royal Air Force durante la campaña. En la costa, disipados el humo y la confusión, las ruedas de una de las piezas quedaron hechas jirones, inmovilizando el cañón. Con la posición convertida en terreno arrasado por las bombas e innumerables proyectiles navales, se decidió su traslado al día siguiente a una nueva. Los ingleses tendrían un respiro, pero breve.
Pasarían menos de 24 horas para que otro cañón, junto con más munición, llegara a las islas en la bodega de un avión Hercules. En prevención de otros ataques, la pieza recién llegada fue transportada a una nueva posición más hacia el este de la anterior, adonde llegó luego el cañón sobreviviente del ataque aéreo.
El asalto final sobre Puerto Argentino se aproximaba. Los duelos de artillería eran incesantes. A los Sofma se les sumaban los obuses Oto Melara de 105 milímetros, pero las piezas inglesas quedaban fuera del alcance de los proyectiles argentinos. Ello hacía muy arriesgada la situación de nuestros artilleros, obligándolos a cambiar su posición permanentemente para evitar ser alcanzados. Pero la munición les estaba escaseando.
El último vuelo en entrar a Puerto Argentino en la noche del 13 de junio llevaba en su vientre una última pieza de 155. Tal vez, un intento desesperado para prolongar el desenlace final. Sería muy tarde. Las tropas inglesas ya estaban en las afueras de la capital y esa última noche los artilleros argentinos callarían finalmente sus cañones. Dispararon hasta agotar su munición.
En la mañana siguiente se produjo el cese del fuego. El último cañón no alcanzó a ser emplazado y quedó estacionado en una de las calles de la ciudad. Los artilleros sacaron de sus piezas los blocks de cierre, enterrándolos en la turba, en un intento para inutilizarlas. No fue poca la sorpresa de los ingleses al constatar la escasa cantidad de cañones Sofma que tantos dolores de cabeza les habían ocasionado. Cualquier inglés que hubiera experimentado la sensación de quedar bajo el fuego de los 155, con sus esquirlas y explosiones, aún los recuerda con respeto. La reputación que por estos cañones nació entre las tropas de elite inglesas los llevó a conservarlos como trofeos. Una de las piezas fue colocada en un lugar de honor en el Museo de los Paracaidistas en Aldershot, a pocos kilómetros de Londres.
Con inmensa fortaleza y coraje, contando con cañones fabricados en el país, al igual que los forjados por fray Luis Beltrán más de un siglo y medio antes para el Ejército de los Andes, los artilleros argentinos habían cumplido su misión.
01 abril 2019
Los escudos de las Islas Malvinas
La República Argentina mantiene desde 1833 una disputa de soberanía con el Reino Unido respecto de las Islas Malvinas, ubicadas en el Atlántico Sur. Las islas fueron posesión española y pasaron sin objeciones ni problemas al dominio de la República Argentina desde su independencia. La Argentina ejerció la soberanía efectiva sobre las islas hasta que en el año citado, sin motivo ninguno, fuerzas británicas ocuparon por la fuerza el archipiélago. Desde entonces la Argentina no ha dejado de reclamar la devolución de lo que legítimamente le pertenece. Más recientemente, en el año 1982, se desató una guerra entre la República Argentina y Gran Bretaña por la posesión de las islas. El tema de la soberanía sobre las Islas Malvinas fue siempre de gran arraigo afectivo en nuestro pueblo, que se sintió siempre -y sigue sintiéndose- víctima de un injusto despojo.
¿Cómo se vincula esto con la Heráldica? La potencia ocupante de las islas las dotó de un escudo, que es este:
Dejando a un lado por un momento el hecho de que se trata de un escudo impuesto por la potencia invasora, no puede negarse que es bonito y está diseñado correctamente. El escudo puede hallarse fácilmente en la Red.
Este escudo data de 1948; antes hubo otros dos, que pueden verse aquí. El primero entre 1876 y 1925:
Y el segundo entre esa fecha y 1948:
Para la Argentina, no era necesario dar un escudo a las islas, pues formaban parte de lo que se llamaba "Territorio Nacional de la Tierra del Fuego, Antártida e islas del Atlántico Sur" que, como todos los Territorios Nacionales, estaba bajo la jurisdicción directa de las autoridades federales y por ello usaba oficialmente el Escudo Nacional. De hecho, ya en 1829, al crearse la Comandancia de Malvinas y Adyacencias, se usaba el Escudo de la Nación:
En el año 1985 aquel Territorio Nacional se convirtió en Provincia con el mismo nombre: esto significa, entre otras cosas, que tiene escudo propio y bandera propia (ambos muy feos). El escudo de la Provincia de Tierra del Fuego es este:
En rigor, es cierto que el escudo que les corresponde a las islas es de la Provincia de Tierra del Fuego, como lo afirman los más “ortodoxos” entre los sostenedores de la soberanía argentina sobre esos espacios australes. Sin embargo, entiendo que las Malvinas podrían tener su escudo propio en tanto que vendrían a ser una subdivisión interna de una provincia, como lo tienen, en general, los departamentos, partidos y ciudades de las demás provincias argentinas.
En varias ocasiones hubo propuestas y proyectos privados para dotar a las islas de un escudo propio. Navegando en la Red puede encontrarse este escudo, cuya procedencia desconocemos, que tiene varios errores desde el punto de vista de las normas heráldicas:
José Luis Muñoz Azpiri en su obra “Historia Completa de las Islas Malvinas” propuso un escudo que también puede hallarse en la Red:
La descripción del escudo que puede encontrarse en la Red no es muy correcta desde el punto de vista de la Heráldica, pero no nos arriesgamos por el momento a hacer una mejor. Sin embargo, podemos mencionar algunos elementos en los que el autor hace hincapié.
Los dos brazos desnudos con manos estrechadas, color encarnado, simbolizan la unión entre el territorio continental y las islas. El apretón de manos es la unión indestructible, histórica, geográfica y de derecho entre ambos.
El cuartel de la punta está ocupado por la goleta Sarandí, buque que a causa de la usurpación inglesa debió abandonar Puerto Soledad, donde se hallaba el día 2 de enero de 1833 cumpliendo una comisión del gobierno argentino. Mientras cumplía su misión de custodiar la soberanía y garantizar el respeto por las leyes de pesca en esas latitudes, fue agredida por la corbeta británica Clío. Su presencia en el escudo tiene una simbólica expresión de significar que en el corazón del pueblo argentino continúa en esas islas, en su misión de custodia de la soberanía nacional.
Como soporte, el escudo tiene dos delfines, símbolos de la navegación marítima.
Timbra el escudo el Sol de Mayo, como expresión emblemática de la intangible posesión de las islas y de la indiscutible soberanía argentina.
Ahora bien, en el año 1966 el Instituto Nacional de las Malvinas y Adyacencias (creado dos años antes) había convocado a un concurso para el diseño de un escudo para las Islas Malvinas. El diseño ganador, obra de Juan Andrés Codazzi Aguirre, figura bajo estas líneas. Este escudo, no obstante, nunca fue utilizado oficialmente.
La información referida a este escudo diseñado por Codazzi Aguirre procede de la revista "NUESTRAS MALVINAS - Tierras Australes y Fronteras Argentinas" N° 2, de invierno de 1977. La revista (dirigida por el Dr. P. A. Allende Murature) se presenta como "Órgano Informativo y de Difusión de la COMISIÓN NACIONAL COORDINADORA DE ENTIDADES PRO RECUPERACIÓN DE LAS ISLAS MALVINAS". A continuación se adjuntan imágenes escaneadas de las páginas en que aparece la información a que hago referencia. Allí aparece también la descripción del escudo, junto con otras consideraciones heráldicas e históricas del autor del diseño.
Este escudo, hasta hora inexistente en la Red, es publicado aquí, creemos, por primera vez.
Tomado de: https://heraldicaargentina.blogspot.com/2010/07/los-escudos-de-las-islas-malvinas.html donde pueden encontrar excelente y muy completa informacion.
¿Cómo se vincula esto con la Heráldica? La potencia ocupante de las islas las dotó de un escudo, que es este:
Dejando a un lado por un momento el hecho de que se trata de un escudo impuesto por la potencia invasora, no puede negarse que es bonito y está diseñado correctamente. El escudo puede hallarse fácilmente en la Red.
Este escudo data de 1948; antes hubo otros dos, que pueden verse aquí. El primero entre 1876 y 1925:
Y el segundo entre esa fecha y 1948:
Para la Argentina, no era necesario dar un escudo a las islas, pues formaban parte de lo que se llamaba "Territorio Nacional de la Tierra del Fuego, Antártida e islas del Atlántico Sur" que, como todos los Territorios Nacionales, estaba bajo la jurisdicción directa de las autoridades federales y por ello usaba oficialmente el Escudo Nacional. De hecho, ya en 1829, al crearse la Comandancia de Malvinas y Adyacencias, se usaba el Escudo de la Nación:
En el año 1985 aquel Territorio Nacional se convirtió en Provincia con el mismo nombre: esto significa, entre otras cosas, que tiene escudo propio y bandera propia (ambos muy feos). El escudo de la Provincia de Tierra del Fuego es este:
En rigor, es cierto que el escudo que les corresponde a las islas es de la Provincia de Tierra del Fuego, como lo afirman los más “ortodoxos” entre los sostenedores de la soberanía argentina sobre esos espacios australes. Sin embargo, entiendo que las Malvinas podrían tener su escudo propio en tanto que vendrían a ser una subdivisión interna de una provincia, como lo tienen, en general, los departamentos, partidos y ciudades de las demás provincias argentinas.
En varias ocasiones hubo propuestas y proyectos privados para dotar a las islas de un escudo propio. Navegando en la Red puede encontrarse este escudo, cuya procedencia desconocemos, que tiene varios errores desde el punto de vista de las normas heráldicas:
José Luis Muñoz Azpiri en su obra “Historia Completa de las Islas Malvinas” propuso un escudo que también puede hallarse en la Red:
La descripción del escudo que puede encontrarse en la Red no es muy correcta desde el punto de vista de la Heráldica, pero no nos arriesgamos por el momento a hacer una mejor. Sin embargo, podemos mencionar algunos elementos en los que el autor hace hincapié.
Los dos brazos desnudos con manos estrechadas, color encarnado, simbolizan la unión entre el territorio continental y las islas. El apretón de manos es la unión indestructible, histórica, geográfica y de derecho entre ambos.
El cuartel de la punta está ocupado por la goleta Sarandí, buque que a causa de la usurpación inglesa debió abandonar Puerto Soledad, donde se hallaba el día 2 de enero de 1833 cumpliendo una comisión del gobierno argentino. Mientras cumplía su misión de custodiar la soberanía y garantizar el respeto por las leyes de pesca en esas latitudes, fue agredida por la corbeta británica Clío. Su presencia en el escudo tiene una simbólica expresión de significar que en el corazón del pueblo argentino continúa en esas islas, en su misión de custodia de la soberanía nacional.
Como soporte, el escudo tiene dos delfines, símbolos de la navegación marítima.
Timbra el escudo el Sol de Mayo, como expresión emblemática de la intangible posesión de las islas y de la indiscutible soberanía argentina.
Ahora bien, en el año 1966 el Instituto Nacional de las Malvinas y Adyacencias (creado dos años antes) había convocado a un concurso para el diseño de un escudo para las Islas Malvinas. El diseño ganador, obra de Juan Andrés Codazzi Aguirre, figura bajo estas líneas. Este escudo, no obstante, nunca fue utilizado oficialmente.
La información referida a este escudo diseñado por Codazzi Aguirre procede de la revista "NUESTRAS MALVINAS - Tierras Australes y Fronteras Argentinas" N° 2, de invierno de 1977. La revista (dirigida por el Dr. P. A. Allende Murature) se presenta como "Órgano Informativo y de Difusión de la COMISIÓN NACIONAL COORDINADORA DE ENTIDADES PRO RECUPERACIÓN DE LAS ISLAS MALVINAS". A continuación se adjuntan imágenes escaneadas de las páginas en que aparece la información a que hago referencia. Allí aparece también la descripción del escudo, junto con otras consideraciones heráldicas e históricas del autor del diseño.
Este escudo, hasta hora inexistente en la Red, es publicado aquí, creemos, por primera vez.
Tomado de: https://heraldicaargentina.blogspot.com/2010/07/los-escudos-de-las-islas-malvinas.html donde pueden encontrar excelente y muy completa informacion.