
La historia de este juego es una de las más peculiares en la industria de los videojuegos. No sólo por todo el proceso creativo que hubo detrás, sino también por el contexto histórico en el que se desarrolló y la lucha corporativa que desencadenó.
La idea de Pajitnov

Pajitnov y su hijo sostienen un par de copias de Tetris (1989)
En 1984 el programador ruso trabajaba para la Academia de Ciencias de la URSS en Moscú, donde con ayuda de Dmitry Pavlovsky se dedicó a desarrollar el videojuego en una computadora Electronika 60, un equipo de manufactura soviética. Así nació Tetris, título con el que Pajitnov bautizó a su creación como un derivado de “tetra” (prefijo numérico griego que significa cuatro) y “tenis”, su deporte favorito.
Contrario a lo que pudiera pensar, lo más complicado del desarrollo de Tetris no fue la programación en sí, sino el proceso previo: la conceptualización.

Pantalla de la primera versión de Tetris creada en 1984
Hasta ahí la cosa no suena tan complicada, pero Pajitnov tenía en mente un juego mucho más complejo y entretenido. En Tetris existen 7 tipos distintos de tetriminos (I, J, L, O, S, T y Z), que pueden ser rotados en 4 posiciones (0°, 90°, 180°, 270°), y que están sujetos a una constante que es la velocidad de caída.
A pesar de las innumerables versiones que existen del juego, hay tres aspectos que podemos encontrar en todas y cada una de ellas: 1) los jugadores reciben puntos por cada línea completada, y en caso de hacer línea simultáneas, la recompensa es mayor; 2) conforme se avanza en los niveles, también se incrementa la velocidad con la que caen las piezas; 3) el juego termina cuando los tetriminos se amontonan en la parte superior de la pantalla, impidiendo la llegada de más piezas.
Desde Rusia con amor

Una cosa es tener una idea genial, y otra muy distinta convertirla en un éxito mundial. Pajitnov logró ambas, aunque en realidad la segunda nunca estuvo en sus manos.
Luego del desarrollo inicial de Tetris, un joven de 16 años llamado Vadim Gerasimov, comenzó a trabajar en un port del juego para la IBM PC. Gerasimov y Pajitnov trabajaron juntos en esta versión, e incluso añadieron algunas mejoras. ¿El resultado? Un Tetris vitaminado y con mayor potencial de venta.
Poco a poco, el juego ganó popularidad en la capital soviética, hasta que llegó a Hungría, donde se portó a otras plataformas (Apple II y Commodore 64). Esto llamó la atención de la compañía de software británica Andromeda, quienes trataron de contactar a Pajitnov para conseguir los derechos de Tetris y comercializarlo en PC. Justo aquí, es en donde la historia del juego empieza a convertirse en una guerra sucia llena de negocios por debajo del agua, pues Andromeda decide venderle los derechos a las empresas Mirrorsoft y Spectrum HoloByte, sin contar con la autorización de su creador.

Instalaciones de la Academia de Ciencias de Rusia en Moscú (foto: Bernt Rostad)
Para 1988 el gobierno soviético ya se había dado cuenta de la fama de Tetris (y el dinero que esto representaba), por lo que decidieron comenzar a vender los derechos. ¿Y Pajitnov? Bueno, pues al tratarse de la URSS y de un trabajo realizado en su estadía en la Academia de Ciencias del país, el creador no tenía derechos sobre las regalías y el control del juego pasó a manos del gobierno soviético, específicamente a la organización estatal de software y hardware Elektronorgtechnica (o simplemente Elorg).
A estas alturas, Tetris ya se había lanzado en versiones para computadoras, consolas y arcades en Estados Unidos, Europa, Japón (a través de Sega y otras compañías) y Corea del Sur. Todo sin el consentimiento de Moscú.
Nintendo vs Atari

Portadas de la versión de Tetris de Tengen (izq.) y la de Nintendo (der.)
Durante el CES de 1988 en Las Vegas, un emprendedor de videojuegos holandés llamado Henk Roger se topó con el juego de Pajitnov y le llamó tanto la atención, que regresó a su hogar en Japón con un solo objetivo en la mente: obtener los derechos de Tetris. Mientras tanto, en Moscú ya se relamían los bigotes con Atari y Nintendo pujando por obtener la licencia para consolas.
Roger viajó sin invitación a la URSS para reunirse con la gente de Elorg, subiendo al barco de las negociaciones a Nintendo y consiguiendo los derechos exclusivos en consolas para la compañía japonesa. Por su parte, Atari obtuvo el permiso de distribuir el juego sólo en arcades y se propuso hacer lo mismo en consolas, sin saber del acuerdo que la “gran N” ya tenía.

Henk Roger y Alexey Pajitnov
El legado

Foto: Danielle Henry
Por cierto, Alexey Pajitnov conoció a Henk Roger durante el viaje de este último a Moscú en 1988, dando comienzo a una larga amistad. En 1991, tras la caída del bloque soviético, el ingeniero ruso se mudó a Estados Unidos, en donde 5 años más tarde fundó The Tetris Company junto con el mismo Roger, momento en el que Pajitnov finalmente comenzó a recibir regalías por el juego que había creado una décadas atrás.
Hoy en día existen decenas de versiones –y clones– de Tetris distribuidas prácticamente en todas las plataformas. Sí, las gráficas, piezas, escenarios, música y mecánicas han cambiado muchísimo desde 1984. Aún así, el espíritu del juego de Pajitnov sigue ahí, en una adictiva avalancha geométrica que es capaz de encantar hasta al enemigo más reacio de la tecnología.
Tetris es reconocido como el título más vendido en la historia (143 millones de títulos vendidos en todo el mundo) pero más allá de la parte comercial, este juego de simples bloques representó para muchos de nosotros parte fundamental de nuestro cariño por los videojuegos.
Tomado de: http://codigoespagueti.com/noticias/revolucion-rusa-llamada-tetris/
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