Existe una ley que no está escrita en ninguna parte, sino que está grabada en nuestros corazones, una ley que no se aprende mediante la educación, la costumbre ni la lectura, una ley que no se transmite mediante la teoría ni la instrucción, sino la práctica y la intuición innata. Me refiero a la ley que establece que cuando nuestras vidas corren peligro ante las conspiraciones, la violencia, los enemigos o los ladrones armados, todos los métodos que empleamos para protegernos están moralmente justificados.
Marco Tulio Cicerón (106-43 a. C.)
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