Trata de una gaviota que no se resignaba a vivir como las demás, que se limitaban a comer y dormir. Sus padres le exigían que siguiera las costumbres de la bandada pero Juan amaba volar y no aceptaba ser un pájaro de vuelo rastrero que disputa, al resto de sus compañeros, los desperdicios que se arrojan desde los barcos. Sabía que sus posibilidades podían ir más allá, que buscando el conocimiento podría alcanzar alturas insospechadas. Se atrevió a soñar y eso le trajo burla y deshonor, lo tacharon de loco y lo exiliaron de la bandada; sus padres se avergonzaban de él. Así, Juan Salvador siguió practicando hasta alcanzar un vuelo increíblemente brillante, y más tarde vuelve como un verdadero maestro, a enseñarle a otras gaviotas a perseverar para lograr su proyecto de vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario