El arranque de la trilogía de la Xenogénesis (compuesta por esta, 'Ritos de madurez' e 'Imago') habla de cómo los humanos tienen que aprender a coexistir con especies distintas a ellos, a menudo inyectando en las tramas elementos relacionados con la genética. Aquí, la protagonista despierta en una nave espacial dos siglos y medio después de la destrucción de la Tierra, y allí conoce a una raza alienígena de aspecto repulsivo que quiere cruzar a los humanos con el tercer sexo extraterrestre. Un punto de partida extravagante pero muy claro acerca de la no siempre sencilla aceptación de la diferencia.
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