¿Alguna vez has oído un chiste tantas veces que ya no sabes por qué tiene gracia? Y un día lo oyes otra vez y de repente es nuevo. Entonces recuerdas por qué te gustó tanto la primera vez. Un hombre cuenta sus historias tantas veces que al final él mismo se convierte en esas historias. Siguen viviendo cuando él ya no está. De esta forma, el hombre se hace inmortal.
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