Estaba una prostituta parada en la puerta de un prostibulo y pasa un viejo y ella le dice:
-Abuelito, ¿no quiere entrar?
-Nooo hija, yo no puedo
-¡Anímese abuelito!. ¡Vamos a intentarlo!.
El viejito entra y le echa 3 tremendos polvos, que dejan a la prostituta con los ojos volteados. Esta le dice:
-¡Uyy abuelo!. ¿No era que no podía?
-Ay mija, CULEAR SÍ PUEDO, lo que NO PUEDO ES PAGAR; no me depositaron la pensión.
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