El movimiento de las caídas del río en vaivén sobre el ribazo,
El abismo a popa,
La celeridad de la cascada,
El enorme pasar de la corriente
Llevan por las luces inauditas
Y la novedad química
A los viajeros redeados por las trombas del valle
Son los conquistadores del mundo
Buscando la fortuna química personal;
El deporte y el confort viajan con ellos;
Conducen la educación
De las razas, clases y bestias, sobre este navío
Reposo y vértigo
A la luz diluviana,
En terribles noches de estudio.
Pues de la charla entre los aparatos, la sangre, las flores, el fuego, las alhajas,
Cuentas discutidas en esta orilla fugitiva,
--Se advierte, retumbando como un dique más allá de la ruta hidráulica motriz,
Monstruosa, sin fin iluminándose -- su reserva de estudios;
Mientras ellos se lanzan al éxtasis armónico y al heroísmo del descubrimiento.
En los más asombrosos accidentes atmosféricos,
--Es quizá una ancestral salvez que se tolera?--
Una pareja de jóvenes se aísla sobre el arca.
Y canta y se planta.
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